Superordenador

El dominio de la arquitectura x86 es patente de momento, pero ARM sigue pisando fuerte en un segmento muy especializado.

Sus 415,5 petaflops en el test HPL han puesto el listón muy alto. Y es que este monstruo nipón se ha colocado como el superordenador con la mayor capacidad de cálculo del planeta con una superioridad aplastante. Además, sus CPU son ARM.

Gracias a los superordenadores que tenemos actualmente los investigadores pueden elaborar modelos climáticos que les permiten prever con precisión cómo evolucionará el clima durante las próximas décadas.