Disney liberó -de manera sorpresiva- no uno sino dos episodios de Daredevil: Born Again y el quinto resultó ser un arco contenido que comienza, se desarrolla y concluye dentro de los 41 minutos de su running time.
Quizás esa sea la razón: sin Punisher ni Kingpin ni Muse, este episodio podría sentirse como una pausa en el avance de la historia y, sin embargo, es quintaesencialmente una historia de Daredevil y es de celebrar que Marvel lo haya incluido en la temporada.
--Siguen spoilers del quinto episodio de la primera temporada de Daredevil: Born Again.—
Con interés
¡¡Es el Día de San Patricio!! Y aunque en principio parecería que vamos a acompañar a Matt Murdock a hacer su vueltas -¡uuuh, trámites bancarios!- es una agradable sorpresa ver en escena a Yusuf Khan.
Sí, la mención a Khamala Khan y a Miss Marvel es algo forzada, pero al menos nos enteramos de que la heroína de Jersey City está en Los Angeles (¿Young Avengers? ¿West Coast Avengers?- y que su papá tiene su propio Funko Pop! en la oficina.
La conversación está bien escrita, pero un banco es un banco y Murdock sale del banco sin el préstamo que estaba pidiendo. Pero el azar -ok, aceptémoslo, el guion- quiso que el New York Mutual recibiera minutos después la visita de un grupo de asaltantes con armas automáticas y máscaras de colores. El oído superdótado de Matt lo alerta del peligro, para fortuna de los asustados rehenes... de los que en principio entra a ser parte.
A pesar de que la mitad de sus integrantes está de parranda, la Policia llega con prontitud, y el asalto se transforma en una toma. La negociadora no es otra que la detective Angie Kim, a quien ya vimos en la fiesta de retiro del detective Cherry.
Matt sacrifica la oportunidad de irse para que otro rehén pueda irse con su esposa. Como subgerente del banco, al señor Khan le cae la indeseable tarea de abrir la bóveda para los asaltantes. No es algo que vaya a poder hacer. Matt le insta a perder todo el tiempo que pueda y retrasar a los ladrones y, en realidad, Khan realmente no tiene otra opción, ya que, incluso si lo intentara, no podría abrir la bóveda.
Por fortuna los asaltantes eligieron enviar a Matt al baño escoltado por un solo hombre, al que procede a despachar más o menos silenciosamente en las escaleras. A Khan también lo acompañó un solo asaltante, mucho más fácil de despachar. En un divertido giro de los acontecimientos, Murdock abre la bóveda con cien millones de combinaciones para, según explica, ganar tiempo.
Lo del Kim y el chiste que la obligan a contar es estúpido y probablemente el punto más bajo de la serie hasta ahora. Pero por fortuna el episodio retoma su nivel con un diamante y una cuenta regresiva, una explosión y una granada de humo para ocultar, como debe ser, las acciones del héroe más insospechado.
Ah, y una infiltrada. Hay un detalle genial -ya dijimos que hay spoilers, ¿verdad?- al comienzo, cuando Matt escucha los corazones agitados de los rehenes presas del miedo. Al final, hay uno cuyo ritmo es mucho más pausado, más calmado, y ahora sabemos por qué.
Daredevil -no tendrá su uniforme, pero ese es Daredevil- despacha al asaltante mayor con una patada brutal y deja ir a la infiltrada con un caramelo en lugar del diamante que buscaba la banda.
Al final, Matt regresa el diamante sin revelar que lo tenía. El héroe se queda, por partida doble, sin recibir el crédito. Que el banco no le dé el préstamo en este punto es, cuando menos, absurdo.
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