OK, aquí vamos otra vez. Después del Duro de Matar en el banco del episodio anterior, la serie retoma el pulso por el control de Nueva York y, una vez más, el puerto es el epicentro de la violencia.
--Siguen spoilers del sexto episodio de la primera temporada de ‘Daredevil: Born Again’.—
Fuerza excesiva
El episodio comienza con una plegaria. Matt ora con un retrato de Foggy en las manos, mientras recuerda su muerte, así como la de Héctor Ayala y pide fortaleza para persistir en la búsqueda de Justicia. Pero a su mente acuden, también, los momentos en que él no fue Justicia sino Venganza y es allí donde el título del episodio comienza a hacerse ominoso.
Fisk recibe en su oficina la visita de Luca, de la track suit mafia. Está claro que quienes conocen su pasado criminal no albergan por el alcalde ni simpatía ni respeto. Nunca ha sido buena idea irrespetar a Kingpin y es probable que ese mafioso de poca monta lo descubra pronto.
Es notable que una escena tan confrontacional esté entrelazada con la de Matt escuchando a su novia preguntar por Punisher y Daredevil. El personaje de la doctora está pasando de molesto a inquietante, porque sus prioridades y sensibilidades parecen más compatibles con las de Fisk que con las de Murdock. ¿Entrevistar a Frank Castle? ¡Por favor!
Vigilantes en NY
Por otro lado, ¡sorpresa! Los murales de Muse están hechos con sangre. White Tiger lo estaba buscando y ahora venimos a descubrir que el número de sus víctimas probablemente pase de 60. Eeew. A Kingpin le hace gracia que el departamento de Sanidad se haya enterado de la presencia de un asesino serial antes que la Policía y, francamente, es difícil culparlo.
Angela del Toro regresa y ya no queda duda de que está llamada a ser la sucesora de su tío con el manto de White Tiger. ¿Estará pensando Marvel en una cuota latina para los Young Avengers? Gracias a ella nos enteramos de que Héctor estaba tras la pista de Muse.
En el programa de BB, la gente de Nueva York comparte su aprobación del papel que cumplen los vigilantes, que muchos todavía ven como protectores del ciudadano común. Uno de los videos que se muestran es de un hombre con una máscara y una espada: es Jacques "Jack" Duquesne, a quien vimos por última vez en Hawkeye.
De hecho, este último habla con el alcalde durante la recaudación de fondos de Fisk para Red Hook. Le dice a Fisk que el puerto no se alinea con sus intereses y que no subestime a la élite de Nueva York.
Fisk está creciendo, y no parece ser algo limitado a la talla de sus trajes. En realidad, parece un símbolo del regreso, poco a poco, de Kingpin. Matt, por su parte, se entera de Muse. Se necesitó un asesino serial para volver a ver a Daredevil en la serie de Daredevil.
Así llegamos a la confrontación final del episodio.
El monstruo del subterráneo
Muse ha de ser el villano más repugnante y enfermizo del MCU. Tanto, que hasta Fisk parece asqueado. Eso no evita que el alcalde encuentre una manera de que la violencia del asesino sirva a sus fines y, por lo visto, pasa por formar una fuerza élite de policías propensos al uso de la fuerza excesiva.
Muse capturó a Angela y, ahora que sabemos lo que hace con sus víctimas, está claro que las cosas no lucen bien para la joven. La secuencia final del episodio es un nuevo paralelo: Daredevil va a confrontar a Muse en el subterráneo y Fisk, en su guarida, le da un hacha a Adam para igualar en algo el combate.
El primer enfrentamiento, que se venía concinando, sería mejor si supiéramos algo, cualquier cosa, del villano. Sorprendido por un enardecido Daredevil, y a pesar de la brutalidad de su obra, lo cierto es que Muse no parece ser demasiado peligroso.
Lo mismo puede decirse, mucho más, del pobre Adam. Hacha o no hacha, no es rival para Fisk y eso le quita emoción a la escena.La edición de ambas peleas en una sola secuencia es interesante. El efecto combinado es la confirmación de que Daredevil ha regresado y Kingpin también.
Ambas peleas concluyen, pero mientras la de Fisk es un KO contundente, la de Daredevil es una victoria aplazada, porque el héroe debe dejar huir a Muse para rescatar a Angela, que está a punto de morir tras una masiva pérdida de sangre
Muse escapa. Adam no tuvo tanta suerte. Ni siquiera tuvo la fortuna de morir en su enfrentamiento y regresa, hecho pulpa, a la celda.
Angela solo dice una palabra, pero basta para comprobarlo: en efecto, Daredevil está de vuelta.
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