Después de meses de incertidumbre, y de años de ser la máxima cita del mundo de los videojuegos, la E3 ha terminado… para siempre. La Asociación de Software de Entretenimiento (ESA, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado que, después de más de dos décadas, la convención de juegos oficialmente ya no existe.
La E3 (abreviatura de Electronic Entertainment Expo) fue un evento comercial de enorme influencia para la industria de los videojuegos en los Estados Unidos. Sin embargo, el impacto de la pandemia de COVID-19 y sus secuelas fue demoledor para la convención, que trató de mantenerse relevante, relanzarse y reinventarse.
Mientras las grandes marcas abandonaban el barco en favor de eventos propios, de gran resonancia en las redes, en 2021, en el punto álgido de la pandemia, una pálida E3 virtual falló en capturar la emoción de la industria. Tanto los eventos de 2022 como los de 2023 se cancelaron.
La ESA declaró a The Washington Post:
"Después de más de dos décadas de servir como un escaparate central para la industria de los videojuegos, la ESA ha decidido poner fin a la E3. La ESA sigue centrada en defender a las empresas miembros de la ESA y a la fuerza laboral de la industria que impulsa un impacto cultural y económico positivo todos los días".
Desde el último evento de la E3, el Summer Game Fest de Geoff Keighley se ha convertido en la gran convención de juegos de mediados de año. Dirigido por el presentador de The Game Awards, el programa ha llevado la antorcha en los últimos años, proporcionando a los editores y desarrolladores una plataforma pública para mostrar sus próximos títulos.
A lo largo de los años, el E3 nos dio momentos inolvidables y ciertamente es triste verlo irse. Las iteraciones recientes del evento no han sido, claro, lo que solían ser, pero no cabe duda de que lo vamos a extrañar.