‘Daredevil: Born Again’: resumen del octavo episodio del regreso del Diablo de Hell’s Kitchen, en Disney+

Daredevil Born Again
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Wilson Vega

Director

Disney+ se prepara para cerrar una en general sólida primera temporada de Daredevil: Born Again. Es más lo que acierta que lo que no, y ahora que hemos descubierto el tono de la serie y el rumbo que puede tomar, solo podemos esperar que logren cerrarla adecuadamente.

Si el episodio de esta semana es un indicador, así será.

--Siguen spoilers del episodio 8 de 'Daredevil: Born Again'.--

'La isla de la alegría'

El episodio comienza tras las rejas. No lo veíamos desde el primer episodio, cuando sobrevivió al intento homicida de Daredevil, pero Bullseye está de vuelta. Lo vemos siendo llevado a gen-pop, lo que sería una sentencia de muerte para cualquiera con su pasado… que no tuviera una puntería supernaturalmente perfecta.

En este punto, es más peligroso para todos los demás, ¿no?

Ruedan los créditos y vemos a los Fisk discutir las que parecerían diferencias irreconciliables. Pero al menos ahora sabemos que Vanessa no traicionó a Fisk y que lo eligió sobre Luca.

El premio a la desagradecida del año es para la doctora Glenn. Sí, es verdad que estuvo inconsciente buena parte del tiempo, pero, en serio, no se sostiene de ninguna manera que no sienta gratitud por el hombre que la salvó, sea cual sea su posición sobre los vigilantes enmascarados.

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Fisk le revela a Vanessa la suerte de Adam. Una vez más, la relación de estos dos, enfermiza como resulta, se sobrepone a las expectativas.

Es así que la relación de Matt sufre un golpe devastador, fracturadas como están la confianza y la visión del mundo de ambos, pero la de Fisk, retorcida y criminal, sobrevive por la disposición de Vanessa de matar con extrema violencia a su examante para expiar sus faltas.

Vanessa es tan ilógica como personaje que alivia dejarla por un momento -tampoco es que Matt manejara muy bien la situación- y es así que las pesquisas de Matt -en el bar de Josie, nada menos- revelan un dato fundamental: Foggy sabía que iba a ganar. Su caso y su inminente victoria son la causa de su muerte y apostaría un dedo a que el puerto de Red Hook está en el centro de todo.

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Matt sigue su cruzada sin fin por arruinar las finanzas de su firma y Daniel sigue su ascenso meteórico en la administración del alcalde Fisk y nada me va a convencer que Kingpin no lo está preprarando como cordero para el sacrificio.

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Pero un episodio que comienza con Bullseye en la cárcel no va a terminar con Bullseye en la cárcel. Poco después de hablar con Matt, Poindexter se escapa con un diente (eso explica por qué le dio las gracias al abogado) y su regreso es un comodín porque ni Dardevil ni Kingpin pueden pronosticar qué va a hacer.

De pronto, todos están en el Black and White Ball -y Vanessa, vestida de rojo brillante, es la estrella más brillante-, pero lo verdaderamente significativo es Fisk, de vuelta en su traje blanco.

BB está allí y -la decepción- descubrimos que se prestó a la manipulación de la historia de Muse y le dio el crédito en su historia a la fuerza élite de Fisk. El comisionado de Policía descubre que no controla a sus hombres y no quiere nada que ver con el ejército privado de Kingpin.

Pero cuando todo parecía perdida para la ética periodística, descubrimos que BB tiene un ángulo y que no ha olvidado que Fisk fue el principal sospechoso de la muerte de su tío. Esta joven reportera estpa en posición de causarle mucho más daño al alcalde que los golpes de Daredevil.

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Todos están bailando. Pero con Bullseye escapado -y siendo este el penúltimo episodio- es obvio que va a correr sangre. Y en la fiesta solo hay una persona vestida de rojo.

La silueta de Bullseye contra las luces debería haber sido el final del episodio, pero no. En lugar de eso lo vemos apuntar y disparar, y por alguna razón Matt se lanza y recibe la bala que estaba destinada a matar a Kingpin. Pandemonio.


Justo antes de ese cliffhanger, Matt -que termina el episodio en el suelo, aparentemente herido de gravedad- descubre que fue Vanessa, no Kingpin, quien ordenó la muerte de Foggy. Es un hecho que pone, de nuevo, a los dos personajes -héroe y villano- en curso de colisión. No podía ser de otra manera.

Gran episodio. Queda uno para cerrar esta sólida temporada.

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