‘Daredevil: Born Again’: resumen del segundo episodio del regreso del Diablo de Hell’s Kitchen, en Disney+

Fisk
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Disney+ estrenó en un uno-dos los primeros episodios de la primera temporada de Daredevil: Born Again. Es un acierto que lo haya hecho, porque permiten formarse una idea del tono de la serie y de lo que el estudio está dispuesto a hacer... y  lo que no.

Vamos a repasar el episodio.

--Siguen spoilers del segundo episodio de la primera temporada de ‘Daredevil: Born Again’.—

‘Ópticas’

El episodio comienza con Wilson Fisk, el nuevo alcalde de Nueva York. Pero antes, un título especial dedica este episodio a Kamar de los Reyes. Aunque su nombre puede no ser muy concoido, este fue un actor puertorriqueño conocido por su trabajo en telenovelas como One Life to Live y como Raúl Menéndez, el antagonista principal del videojuego del 2012, Call of Duty: Black Ops.

Él, que interpretó en esta temporada a Héctor Ayala, aka White Tiger, murió de cáncer en diciembre de 2023 y, por tanto, no llegó a ver el fruto de su trabajo.

Tal vez por eso el verdadero comienzo del episodio no es el mensaje de año nuevo del alcalde Fisk -por mas que incluya un guiño discreto a Spider-Man-, sino la escena del metro, en la que un bienintencionado transeúnte interrumpe una golpiza.

Hector Ayala

Este no es un mundo ideal y la víctima, al verse libre de sus atacantes, huye dejando solo a su salvador. Este reduce a sus dos contrincantes, pero uno de ellos cae accidentalmente a las vías del tren. Entonces, y solo entonces, el otro se identifica como policía.

Así que, sí, la serie del abogado Matt Murdock ha encontrado para él un juicio. Eso nos trae de nuevo a BB Urich y nos plantea un nuevo dilema para nuestro héroe.

BB  regresa y su carrera parece dar un paso adelante en virtud de su alianza con Daniel, que le da acceso al círculo del alcalde que, resulta, admira su cubrimiento de la campaña. Esa nunca es una buena señal. Y sí, en caso de que les suene el nombre, BB es la sobrina de Ben Urich, el editor que Kingpin asesinó en la primera temporada de la serie de Netflix.

El episodio también trae de vuelta a la doctora Heather Glenn y a un inquietante admirador que, en este punto, no puede ser sino uno de los villanos. La lista no es tan larga, así que… hagan sus cuentas.

White Tiger

Con todo, el MVP del episodio es White Tiger. Resulta que Ayala es, en su tiempo libre, un popular vigilante de Nueva York que obtiene sus poderes de un amuleto ancestral. Murdock logra que el juez desestime ese descubrimiento en el juicio, para evitarle a su cliente el prejuicio que viene con una identidad secreta.

Fisk no disfruta el protocolo y las relaciones públicas a las que obliga su cargo, pero sin duda tiene la vena populista que se necesita para triunfar en él. Y, además, no tiene problema en regresar a sus tácticas de mafioso, si bien no -por ahora- a la violencia que lo caracterizó.

La serie toca en este punto las raíces católicas de Murdock cuando pasa frente a una iglesia y escucha una parte del sermón que dice: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. La dualidad entre lo que Matt debe hacer y lo que podría hacer es una parte esencial de esta historia.

La serie brilla destacando la agudeza de los sentidos de Murdock, aunque en este episodio un desliz y una falta de tecnión casi le cuestan ser atropellado por un taxi.

Un giro en la trama lleva a que se configure un inusual triángulo -¿cuadrilátero?- en la figura de Wilson y Vannessa como pacientes de la doctora Glenn. No tengo problemas con los poderes derivados de un baño en desechos tóxicos, ni con los amuletos ancestrales o la puntería sobrehumana. Pero me pregunto si no es demasiada coincidencia que los Fisk terminen siendo pacientes, sin proponérselo, de la novia de Matt Murdock.

El episodio termina con los policías llegando a la casa de Nicky Torres, la víctima del ataque de la escena inicial, que se encuentra conque su testimonio podría liberar a un inocente…o costarle la vida.

matt

Y entonces Matt, a pesar de sus propósitos y su oración, se encuentra con el lado incorrecto de un puño y deja aflorar sus bajos instintos. En palabras de Rubén Darío, Matt “se sintió lobo, malo de repente, más siempre mejor que esa mala gente”.

Los golpes que propinó a los dos policías deberían haberlos matado. Sin embargo, esto no es Netflix, es Disney, así que supongo que sus posibilidades mejoran por ese hecho.

Un grito de desesperación de Matt cierra el segundo episodio y, con él, un sólido comienzo a la temporada.

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