Los diamantes han fascinado a la humanidad por siglos. No solo es considerado el material más fuerte que existe en la naturaleza, sino también de gran valor por sus propiedades estéticas y usos prácticos en el campo industrial. Hasta hace poco solo se conocía de una forma compleja para producir diamantes de manera artificial, la cual consistía en comprimir carbón a grandes temperaturas por periodos largos de tiempo imitando a una velocidad muy rápida el proceso natural por el cual los diamantes se forman naturalmente a través de miles de años de compresión y calor.
El carbono es un elemento formidable, pues posee algunas fases sorprendentes que no solo son la base de la vida en la tierra, sino que han ayudado a la humanidad en innumerables formas. El carbón, el grafito y el grafeno (que anda muy de moda) con algunas de estas fases del carbono que la ciencia conoce. Sin embargo hace poco, científicos de la North Carolina State University anunciaron que han descubierto lo que parece ser una nueva fase del carbono a la cual han llamado Q-carbono, un material que reportan es más duro que el diamante.
El profesor Jay Narayan principal responsable de este hallazgo estaba experimentando desde hace años, diversos métodos para perfeccionar la producción de diamantes artificiales, cuando se topo con este nuevo material. Según Narayan, el proceso por el cual se puede fabricar Q-carbono es extremadamente más simple que los que se usan actualmente para producir diamantes. Para lograrlo pintan una delgada capa de carbón sobre una superficie de zafiro, la cual luego calientan en una fracción de segundo con un laser para luego enfriar muy rápidamente. Este proceso de calentamiento y enfriado rápido produce diminutos cristales de Q-carbono.
El Q-carbono es más fuerte que el diamante, y se puede fabricar muy fácilmente
El Q-carbono resultó ser una material sorprendente, pues no solo es más duro que el diamante (que ya se creía era lo más duro que tenia la naturaleza) sino que además reporta algunas propiedades que hasta entonces no se le atribuían al carbono, como la capacidad de ser ferromagnético (como los imanes) o de brillar cuando es expuesto a niveles muy bajos de energía.
Para hacer las cosas más interesantes aun, los investigadores descubrieron que si derretían el Q-carbono nuevamente con el laser que usaron para producirlo, el resultado era cristales de diamante. Este proceso de fabricación de diamante no solo es mucho más rápido que el proceso actual que existe para fabricar diamantes artificiales, sino que resulta también más económico, lo que abre las puertas a una nueva forma de producción en serie de diminutos cristales de diamante que tienen numerosas aplicaciones practicas. Al menos mientras los científicos estudian a fondo el Q-carbono y sus posibles aplicaciones.
Fuente: Carolina State University