Cómo normalizamos el clima extremo: el mecanismo que hace que los extremos históricos nos parezcan normales

Cómo normalizamos el clima extremo: el mecanismo que hace que los extremos históricos nos parezcan normales
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En los últimos cinco años me he mudado cinco veces. Todas ellas a una ciudad nueva a cientos de kilómetros de la anterior. Y si algo he aprendido de esta mudanza permanente es que la gente no sabe qué tiempo hace en el lugar donde vive. Tal como os lo cuento.

Por algún motivo, hablar con los parroquianos del lugar y mirar un climograma era como asomarse a dos universos totalmente distintos. Lo que parecía normal en uno era algo extraño en el otro ¡Y al revés! Da la sensación de que la gente no saben muy bien de qué es eso de "un tiempo normal". Al menos, eso han descubierto en la Universidad de California, Davis.

¿Qué es un tiempo normal?

Gabriel Crismariu 1060686 Unsplash

¿Este calor es normal? Un equipo de la UCD decidió estudiar qué eventos meteorológicos resultaban más sorprendentes y generaban más extrañeza. Para ello, examinaron 2.000 millones de tweets publicados entre marzo de 2014 y noviembre de 2016. La intención de los autores era cruzar los datos de la geolocalización de los tuits con las temperaturas reales para ver qué eventos meteorológicos generaban una mayor cantidad de publicaciones sobre el clima.

¡El tiempo está loco! Como era previsible, descubrieron que los usuarios de twitter suelen publicar sobre el clima solo cuando las temperaturas son inusuales altas o bajas para la época del año y el lugar concreto donde se escribe el tweet.

Sin embargo, si el clima persiste año tras año, el número de comentarios para las mismas temperaturas disminuyen muy rápidamente. Los investigadores interpretan esto como que las personas comenzaron a verlo como normal en un tiempo relativamente corto.

Mala memoria climática. Ante estos datos, los investigadores concluyeron que las personas tienen pocos recuerdos cuando se trata de lo que definir el "clima normal" de una zona. Según muestras los datos, la gente basa sus ideas en lo que ha sucedido durante, como mucho, los ocho años anteriores. Aunque generalmente es menos, entorno a dos o tres.

La metáfora de la rana hirviendo

Ray Hennessy 118037 Unsplash

La rana hirviendo. Los investigadores hablan de la (científicamente inexacta) metáfora de la rana hirviendo. Esa que dice que si una rana cae a una olla de agua hirviendo, salta inmediatamente; pero si la rana cae en una olla de temperatura normal que se calienta muy lentamente no solo no saltará sino que, eventualmente, terminará cocinada. Es decir, la desconexión con el registro climático histórico puede oscurecer la percepción del cambio climático.

"Existe el riesgo de que normalicemos rápidamente las condiciones que no queremos normalizar. Estamos experimentando condiciones históricamente extremas, pero es posible que no se sientan particularmente inusuales si tendemos a olvidar lo que sucedió hace más de cinco años", explicaba Frances C. Moore, autora del estudio. 

Pero, ¿es esto un problema? Es decir, si de lo que hablamos es de que las personas se adaptan rápidamente a estas temperaturas, ¿no estamos ante una buena noticia sobre la resistencia de las sociedades humanas que se van adaptando exitosamente a las nuevas temperaturas? Me temo que no. Para ver qué pasaba, los investigadores se fijaron en el contenido de los tweets que se publicaban.

Y se dieron cuenta de que después de exposiciones repetidas a temperaturas históricamente extremas, las personas tuitearon menos sobre la meteorología, pero lo que tuiteaban era igual. Las condiciones particularmente frías o calientes parecían hacer a las personas infelices y gruñonas. Es decir, la gente hablaba menos sobre el clima, pero eso no significaba que no le afectara igual.

Como en la metáfora de la rana que nos acostumbráramos al calor no quiere decir que no nos termine haciendo daño.

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