A medida que se mejora la resistencia al agua y las autonomías, los dispositivos para controlar nuestros entrenamientos y algunos aspectos de nuestra rutina diaria van siendo más completos y estéticos. Ése parece el cometido principal de uno de los últimos smartwatch de Samsung, que como su apellido indica está ideado para un perfil de uso activo y lo hemos puesto a prueba en el análisis del Samsung Galaxy Watch Active.
A grandes rasgos se puede decir que es el hermano deportista del Samsun Galaxy Watch, sobre todo porque tiene un diseño mucho más funcional, discreto y adaptado a una actividad deportiva habitual. Aunque lo que importa también es el software, así que veamos qué tal le sienta el movimiento a este smartwatch.
Ficha técnica del Samsung Galaxy Watch Active
Samsung Galaxy Watch Active | |
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Pantalla | Super AMOLED 1,1 pulgadas 360 x 360 px |
Procesador | Dual core 1,5 GHz |
RAM | 4 GB |
Memoria interna | 1,5 GB |
Conectividad | GPS, Glonass, Beidou, Galileo |
WiFi | 802.11 b/g/n 2,4 GHz |
Bluetooth | 4.2 |
NFC | Sí |
Sistema operativo | Tizen |
Sensores | Acelerómetro, barómetro, giroscopio, sensor HR, sensor de iluminación |
Batería | 230 mAh |
Formatos de reproducción de audio | MP3, M4A, 3GA, AAC, OGG, OGA, WAV, WMA, AMR, AWB |
Dimensiones | 39,5 x 39,5 x 10,5 milímetros |
Peso | 25 gramos |
Precio | 249 euros web oficial, desde 206 euros en Amazon |
Un diseño acertado: práctico, cómodo y discreto, muy para todos los públicos
Aquí siempre hay un punto subjetivo que no siempre es fácil evitar cuando se valora, pero hay aspectos más asépticos a este respecto como por ejemplo la buena construcción. O sobre todo en este tipo de dispositivos, el hecho de que sea un compartimento estanco y de que, como se asegura, el agua no penetre en el interior causando daños.
En cuanto a la estética nos ha parecido que es bonito y sobre todo sencillo; claramente, éste es el mellizo menos superficial, dejando que el Galaxy Watch estándar tenga un aspecto más de reloj clásico de muñeca a nivel de esfera, caja, botones y pulseras. Aquí no hay elementos dorados ni brillos: el diseño es minimalista y discreto, con una esfera redonda, bien integrada en el marco y unos botones también bastante camuflados.
La correa acompaña también a este nivel: lisa, sin florituras ni adornos, y con una hebilla que permite que el sobrante de la correa se esconda muy discretamente. Destacando en lo compacto que es resulta por ello bastante distinto al Watch estándar, dado que en este caso además de ser más cómodo tenemos menos enganchones (por ejemplo, al ponernos una chaqueta, las esquinas del Watch clásico se enganchaban sí o sí).
Los botones también son bastante más discretos, siendo circulares y estando ubicados a un lado de la caja. El cargador mantiene el sistema del Galaxy Watch, con una base imantada en la que encaja el reloj, pero en esta ocasión no se incluye el cargador y tendremos que tirar de alguno al que podamos conectar un cable USB o al puerto USB de algún dispositivo (como el ordenador).
Resulta bastante cómodo y ligero, ajustándose bien a la muñeca y sin que moleste o roce nada tanto en reposo como al estar haciendo algún ejercicio. Tanto si estamos acostumbrados o no a llevar algo en nuestras muñecas, no cuesta adaptarse a este reloj y es fácil olvidarse de que lo llevamos encima (hasta que nos notifica, claro).
Alto (milímetros) | Ancho (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Volumen (cc) | ||||||
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Samsung Galaxy Watch Active | 39,5 | 39,5 | 10,5 | 25 | 16,38 | |||||
Samsung Galaxy Watch | 41,9 | 46 | 45,7 | 49 | 12,7 | 13 | 49 | 63 | 24,32 | 29,3 |
Apple Watch Series 4 | 40 | 44 | 34 | 38 | 10,7 | 10,7 | 30,1 | 36,7 | 14,55 | 17,89 |
Huawei Watch 2 | 48,9 | 48,9 | 45 | 45 | 12,6 | 12,6 | 40 | 47 | 27,72 | 27,72 |
LG Watch W7 | 44,5 | 45,4 | 12,9 | 79,5 | 26,06 |
Así, vemos que hay bastante diferencia en cuanto a dimensiones con respecto al Samsung Galaxy Watch estándar, estando el Active más en la liga del Apple Watch. Con esto y con esas curvas y ausencia de salientes, al final es un dispositivo discreto, cómodo y con un diseño adecuado para la práctica de una actividad deportiva habitual como nadar, correr o fitness.
Un sistema sencillo y una pantalla que no falla
Se trata de una versión del reloj mucho más centrada en la monitorización de la actividad deportiva, lo cual se nota más allá del aspecto físico. El sistema es el mismo que encontrábamos en el Galaxy Watch más clásico, pero hay algunas modificaciones en las apps, las esferas y algunos puntos de la interfaz para que usarlo sea algo más cómodo a la hora de la medición.
Tenemos lo que sería el escritorio, que en este caso es la esfera principal con la hora y aquello que muestre la esfera que hayamos elegido. La interacción se puede producir en un primer momento de manera táctil o con los dos botones físicos según lo que se busque.
La pantalla puede activarse con uno de los botones o bien con un doble tap, funcionando ambas opciones correctamente así como el giro de muñeca para ver el reloj. Funciona de hecho mucho mejor que el de la Fitbit Charge 3, activándose sin que tengamos que forzar ese giro.
Si deslizamos a la izquierda accederemos a los widgets, habiendo algunos preestablecidos pero la mayoría los podremos añadir según queramos, con la posibilidad de editar la presencia de todos ellos en cualquier momento. Si deslizamos a la derecha aparecerán las notificaciones, pudiendo leer las de todas las apps compatibles (lo cual se gestiona en la app que instalamos en nuestro móvil y que describiremos posteriormente), y borrarlas deslizando hacia arriba.
Deslizando de arriba a abajo se despliega una cortina con accesos rápidos o toggles, el equivalente a los que tenemos en un smartphone para activar conexiones, poder ajustar el brillo o bien acceder rápidamente a los ajustes. De abajo a arriba no aparece nada, y los botones físicos son para acceder al cajón de apps/ir a la esfera principal o ir atrás/parar entrenamiento (inferior y superior respectivamente).
Es una navegación sencilla y bastante intuitiva. El sistema se basa en estos espacios que hemos descrito, pudiendo establecer algunos widgets para disponer de accesos rápidos para determinadas apps (widget de accesos rápidos) o actividades (widget para cuatro tipos de entrenamiento) o bien los que también permitía el Watch clásico para añadir vasos de agua o dosis de cafeína. Aunque eso sí, el de adición de kilocalorías ingeridas requiere hacer un cálculo previamente, no acceder a la (limitada) base de datos de alimentos que permite la app Samsung Health (la cual conforma el mejor binomio junto a la de Galaxy Watch para gestionar el reloj desde nuestro móvil).
El software del reloj funciona bien y no nos hemos encontrado ningún problema como bloqueos o reinicios repentinos, tampoco calentamiento. Lo único reseñable es que no tiene la fluidez esperada, sin resultar tampoco un lag molesto, pero sin ser tampoco la ocasión esperada para hablar de que por fin no vemos lag en un smartwatch o fit-tracker.
Hablando de la pantalla, la visualización en todo momento es correcta, con una nitidez y un brillo máximo más que suficientes incluso cuando los rayos de sol inciden con más intensidad y más directamente. Muy bien también a nivel de sensibilidad táctil del panel, aunque no hay diferenciación de nuestros dedos a las gotas de agua si por ejemplo recibe salpicaduras directamente en la superficie (interpretándolas como tap sobre todo si la pantalla se encuentra activa).
Aguanta además bastante bien las huellas dactilares y la suciedad. No suelen quedarse las huellas marcadas salvo que haya algo de suciedad o sustancia y en todo caso es fácil de limpiar. Y el hecho de que la caja tenga esa estética tan sencilla y sin apenas hendiduras dificulta que la suciedad se acumule en los pocos rincones que hay.
Las sesiones de ejercicio con el Watch Active
Como hemos dicho, se trata de un dispositivo pensado justamente para este tipo de uso y desde un principio se nos presentan una serie de facilidades para que el seguimiento de las actividades sea sencillo y también intuitivo. Una de ellas es la análoga a los “conocidos” anillos del Apple Watch, en esta ocasión presentado como un corazón con tres colores sumando el cálculo de kilocalorías consumidas (rosa), horas de movimiento (azul) y minutos de actividad realizada (verde) al día.
Esto se nos muestra de varias maneras: si cumplimos con los objetivos diarios que nos ponemos en cuanto a estos aspectos automáticamente nos lo notificará con ese corazón de recuento completo. Si no, podremos consultarlo y ver una estadística de la semana en forma de gráfico, así como lo que llevamos cumplido ese día de una manera más detallada.
Además de esto tenemos una opción realmente interesante: la de establecer una esfera que nos muestra a tiempo real el recuento de pasos, los pisos subidos, la batería del smartwatch y los minutos de actividad contabilizada además de la hora, la fecha, las pulsaciones, el tiempo y un botón de acceso rápido a la monitorización de un entrenamiento. Se ve todo de manera muy clara y ofrece una interfaz limpia y clara para quienes prefieren tener a tiro de tap o gesto de muñeca alguno o todos estos datos en un sólo vistazo.
También tenemos los widgets que hemos comentado antes, si bien los de entrenamientos determinados serán de más uso si no usamos esta esfera, ya que lo más rápido siempre va a ser en ese caso pulsar “Entrenar”. Eso sí, conviene hacerlo un poco antes de querer iniciar la actividad y teniendo claro cuál será ésta, dado que en el momento que pulsemos el tipo de entrenamiento éste se iniciará (salvo que demos en los ajustes). Además, una vez estemos corriendo, nadando o lo que sea será más incómodo darle a este botón si estamos en movimiento, al desactivarse la pantalla si bajamos el brazo.
En cuanto al tipo de actividades que permite monitorizar encontramos:
- Carrera
- Circuito de entrenamiento
- Máquina de musculación
- Bici estática
- Ciclismo
- Paseo
- Senderismo
- Natación en piscina
- Natación exterior
- Cinta
- Abdominales
- Bicicleta elíptica
- Curl de bíceps
- Curl de piernas
- Dominadas
- Elevaciones de tronco
- Elevación de piernas
- Escaladores
- Estiramiento
- Extensiones de brazos
- Extensiones de piernas
- Extensiones de tronco
- Flexiones
- Frontales (elevaciones)
- Jalones tras nuca
- Laterales (elevaciones)
- Máquina de remo
- Máquina de step
- Peso muerto
- Pilates
- Plancha
- Press de banca
- Press de hombros
- Press de pierna
- Salto estrella
- Sentadillas
- Test burpee
- Yoga
- Zancadas
- Otro ejercicio
- Otros
Es una selección bastante variada y puntual de ejercicios, por lo que merece la pena darse una vuelta antes por todos y si solemos hacer sesiones de fitness o actividades que combinen varias de éstas puede monitorizarse cada una de manera específica (teniendo en cuenta que en muchos casos no nos contará las repeticiones, cuando son abdominales, flexiones y demás). De hecho, el recuento de kilocalorías depende de qué elijamos como es habitual, y siempre tendremos una mejor referencia si tratamos de seleccionar la actividad más parecida a lo que estamos haciendo.
La única salvedad es que esto requiere que, en actividades como Body Pump muchas veces no nos dé tiempo a seleccionar el tipo de ejercicio al ser cambios tan rápidos, y de ahí que compense elegir algún tipo de entrenamiento más variado para el recuento (como Circuito de entrenamiento, más adecuado que Máquina de musculación). En este caso, por cierto, parece más adecuada la opción de Circuito de entrenamiento para el recuento de kilocalorías quemadas.
Cuando se trata de contar elevaciones o movimientos suele ir bien, aunque en ocasiones sí hemos visto algún fallo a la hora de mostrar las pulsaciones (muy puntual y sólo durante unos segundos) o bien cuando nos recuerda que nos movamos cada hora, solucionándose cancelando y volviendo a iniciar el recuento de elevaciones o movimientos de nuevo. A este respecto comentar que al configurarlo, el software nos recomienda que siempre lo ajustemos un poco holgado para poder moverlo un poco en nuestra muñeca, y así que funcione mejor la detección de pulsaciones.
Ésa, de hecho, es otra de las posibilidades, la de establecer recordatorios de movimiento para cada hora. Nos avisará de que hemos estado demasiado quietos y nos propondrá contabilizar alguna actividad, y habiendo probado varias la que mejor suele contar son las elevaciones de brazos extendidos, bastante mejor que sentadillas (y bueno, para quienes trabajamos sentados a veces es lo más práctico y rápido, aunque siempre sea mejor subir unos cuantos pisos).
En cuanto a la monitorización de las actividades, normalmente se produce de manera bastante correcta y sin parones ni fallos (hablando de la manual, ahora puntualizaremos la automática). Únicamente hemos visto que el recuento de kilómetros no llega a coincidir con el de los GPS de algunos smartphones (iPhone 7, Huawei P30 Pro, OnePlus 7 Pro) registrando cada kilómetro ligeramente antes, pero sin dar resultados demasiado distintos al final, y también que el recuento de pisos subidos a veces se queda algo corto de manera aleatoria (dejándose uno o dos pisos como mucho).
En lo referente a la monitorización automática, se activa cuando detecta que nos desplazamos y el recuento de pasos funciona muy bien. Eso sí, si andamos deprisa detectará que estamos yendo en bicicleta y no podremos parar esa monitorización de manera manual, lo cual podría añadirse como posibilidad dado que si no podremos tener registros falsos.
Las pulsaciones y horas de sueño también son registradas correctamente, si bien en el segundo caso quizás nos registre como horas de sueño algún rato de descanso cercano a nuestra ida definitiva a la cama (si por ejemplo estamos leyendo en el sofá justo antes de irnos a la cama). Tendremos siempre la detección automática, pero también podremos medir las pulsaciones cuando queramos, más cómodamente desde el widget, así como realizar unas respiraciones profundas para tratar de relajarnos.
La visualización de los registros y de las medias puede realizarse de manera parcial en el mismo reloj, yendo a lo que nos interese, o bien con la app Samsung Health. Lo que vemos en el reloj es bastante útil y completo, ya que según de qué se trate nos incluirá incluso alguna gráfica (como comentábamos antes con la frecuencia cardiaca), pero siempre será más completo lo que ofrece esta app, por lo que si queremos ver la totalidad de registros o recuentos de más días merece la pena tener una cuenta en Samsung (se nos advierte de los datos que cogen, así que siempre podemos echarnos atrás o borrarla).
Hablando de los entrenamientos, la interfaz se adaptará a cada actividad, mostrando las pulsaciones, el tiempo que llevamos y algún otro dato como la distancia o un contador, y avisándonos con una vibración y una pantalla de resumen cada media hora de ejercicio o bien cada kilómetro. Las notificaciones recibidas al smartphone aparecen tal y como ocurre con el reloj en modo estándar, y si no las vemos en ese momento podremos salir a la esfera principal sin tener que detener el entrenamiento para consultarlas.
En el caso de querer realizar una pausa, puede hacerse pulsando el botón lateral superior, teniendo que volverlo a pulsar para seguir con él. Si queremos finalizarlo tendremos que hacer lo mismo, pero pulsando el botón que aparece para dicho cometido.
No es un smartwatch independiente: necesitamos el smartphone
Para emparejar el reloj con un smartphone tendremos que descargar la app Galaxy Wear, la cual está disponible tanto para iOS como para Android (aunque si no es un smartphone Samsung quizás nos pida instalar algún otro complemento). Una vez esté vinculado al móvil podremos configurar las notificaciones que queremos recibir y hacer algunas acciones más cómodamente que desde el reloj, como la búsqueda y descarga de apps y esferas.
La app también nos valdrá para descargar las imágenes en el reloj, así como poder visualizar el estado de las memorias o configurar algunos permisos de aplicaciones propias como la del tiempo. Es la manera de ver qué apps permiten las notificaciones como hemos comentado antes y otra vía para configurar la pantalla, la vibración o la herramienta de buscar el reloj, así como de encontrar las opciones para la copia de seguridad y la restauración.
Realmente resulta bastante más cómodo realizar esas acciones que hemos dicho, sobre todo si lo que buscamos es una app o ver qué esferas hay disponibles. Aunque eso sí, las opciones de personalización de la interfaz son bastante pocas, por ejemplo a la hora de ordenar las apps o los fondos disponibles.
Cabe comentar también que, aunque ha pasado un tiempo desde que probamos el Galaxy Watch estándar, no hemos percibido que exista mucho más contenido disponible para el sistema operativo del reloj. La única app de uso habitual que hemos encontrado en la tienda de apps es Spotify, y si hablamos de la interacción con las apps del teléfono nos encontramos que la respuesta posible en las notificaciones tratándose de la sincronización con un dispositivo iOS es nula, no pudiendo hacer ninguna acción.
Al menos la de Spotify funciona bastante bien y permite que el reloj sea nuestro controlador de la reproducción, requiriendo una salida de audio por Bluetooth. Ningún problema tampoco al emparejarse con dispositivos como altavoces externos, por cierto.
Autonomía: dos días de media por mucho que nos movamos
Una de las claves para tener una mejor experiencia de uso global es la autonomía. Normalmente los smartwatches tienen pantallas y recursos que consumen energía en mayor grado que lo que encontramos en pulseras como las Fitbit o Xiaomi, pero alguna excepción nos encontramos como el Huawei Watch GT y sus siete días de autonomía.
La del Samsung Galaxy Watch Active no forma parte de estas excepciones ni mucho menos, dando una experiencia similar a la que encontramos en el Watch clásico. La media es de unas 48 horas, en función de si hemos monitorizado algún ejercicio y del uso en general que le hayamos dado.
Normalmente esa autonomía se consigue con el registro de una actividad al día y sin tirar de modo avión, modo cine o el modo de ahorro batería que nos propone activar de manera automática cuando pasamos a tener un nivel del 15% de la batería, y con el cual se restringen funciones del smartwatch y se pasa al modo en escala de grises. Con este nivel de batería da para registrar bien una actividad de una hora o poco más sin que se nos apague, si bien siempre estaremos más tranquilos cargándolo en la medida de lo posible.
Eso sí, como comentábamos al principio para la carga Samsung sigue obligando a tener cables y base propia. En este caso al menos la base emite un cable con conexión USB 2.0 estándar, de modo que podemos encajarla en un cargador de 5 voltios sin problemas o en algún ordenador, dado que no se incluye el cargador en el pack.
La base también está mejor pensada que la del Galaxy Watch, siendo más sencilla y cómoda y estando pensada para que se pose el reloj sobre ella (por su cara inferior, la que nos toca la muñeca). Está imantada y se encaja el reloj con facilidad, dando un tiempo de carga de unas dos horas y 14 minutos (de 0 a 100%).
Samsung Galaxy Watch Active, la opinión de Xataka
El apellido “Active” está muy bien puesto en este caso, dado que el dispositivo facilita bastante más el registro de cualquier actividad física en comparación a lo que vimos en la versión estándar. Ya el diseño induce a pensarlo, y se comprueba en la primera hora de activación si durante todo ese rato no nos hemos movido o por "la fiesta" que nos hace si sí lo hemos hecho.
Se trata de una propuesta atractiva para quien busca un smartwatch sencillo y versátil, pero no independiente del teléfono sino como compañero de éste. Sin LTE ni posibilidad de eSIM sigue estando en este terreno y sin smartphone pierde las funciones relacionadas con la navegación, descarga y la conectividad, aunque no las de la monitorización de ningún tipo (al incorporar GPS).
Funciona muy bien y los sensores están muy bien afinados, y dado que suele contar muy bien los movimientos en las ocasiones en las que esto no ocurre parece algo más relacionado con el software (al ponérsele remedio reactivando el recuento). La oferta de actividades a registrar es muy variada y completa, teniendo en este sentido más posibilidades incluso que algunas de las pulseras cuantificadoras existentes en la actualidad.
La batería es quizás uno de los aspectos más ajustados. Es complicado obtener autonomías satisfactorias en smartwatches al tratarse de un espacio tan reducido y una pantalla con ese rendimiento y colores, pero viendo que la competencia ha logrado resultados mucho más superiores da que pensar que aquí podría hacerse algo más.
Está también las limitaciones a nivel de apps disponibles y de compatibilidad hablando de iOS, así como el hecho de que no podamos responder llamadas (podemos únicamente descolgar). Responder notificaciones desde una pantalla tan pequeña no suele ser cómodo si tenemos que teclearlo, pero al menos deberían disponer esta posibilidad en ambos sistemas.
Es un smartwatch bastante completo, versátil y cómodo. De estética discreta y cumpliendo con la resistencia al agua mínima para realizar actividades acuáticas y no requerir un especial cuidado cuando nos duchamos, por el sudor o la lluvia.
8.3
A favor
- El diseño favorece su uso y que pueda gustar a más tipos de usuario: muy cómodo y discreto.
- La variedad de actividades a registrar es muy alta, pudiendo probar varias posibilidades según de qué se trate y lo que nos venga mejor.
- La información que muestra es muy completa, pudiendo prescindir de la app para algunas consultas.
En contra
- Hay diferencias al usarlo con smartphone iOS y Android: mejor en el segundo caso y especialmente si es un móvil de Samsung.
- No acaba de ser lo fluido que querríamos, aunque funcione bien y el "lag" no sea exagerado.
- Seguimos viendo poco software de terceros disponible y se echan en falta apps bastante habituales.
El producto ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.