Microsoft no para de dar noticias significativas en el ámbito de los proyectos Open Source. Hace unos meses contábamos como con Nadella cambiaron las tornas. El nuevo CEO de Microsoft ya dejaba claro entonces que no quería librar viejas batallas, sino nuevas.
El cambio de mentalidad ha sido importante, y Microsoft lleva ya tiempo liberando todo tipo de proyectos para que cualquiera pueda revisar y contribuir al código. GitHub acaba de anunciar que Microsoft es el gigante que más contribuye -superando por primera vez a Facebook- y muchos se preguntan si todo esto no podría ser indicio de un futuro Windows Open Source. Nosotros lo dudamos.
En Microsoft huele a Open Source por todos lados
Muchos han sido los proyectos de envergadura que Microsoft ha abierto con esa filosofía Open Source. Uno de los más relevantes fue .NET, pero han hecho lo propio con PowerShell, con Visual Studio Code, o con Chakra Core, el motor JavaScript de Microsoft Edge.
GitHub publicaba recientemente un informe sobre el estado del servicio, y en él destacaba cómo Microsoft había superado por primera vez a Facebook como organización con el mayor número de contribuciones Open Source. Proyectos como vscode (Visual Studio Code) aglutinan a cerca de 6.000 desarrolladores Open Source, y es evidente que en Microsoft han sabido aprovechar el tirón de esta filosofía.
Ya contábamos en marzo como la influencia de Linux es también patente desde hace tiempo en diversos proyectos y servicios del gigante del software mundial. Microsoft Azure tiene ya una presencia muy relevante de Linux (tanto interna como externamente), y empresas como Red Hat han llegado a acuerdos para fomentar soluciones híbridas.
Esa apuesta Open Source también se ha visto en ese llamativo soporte de la consola Bash en Windows, algo realmente sorprendente que ponía a nuestra disposición un Linux dentro de Windows. El funcionamiento de esta versión de Linux -una Ubuntu en toda regla, aunque sin interfaz gráfica- es sorprendente, y los desarrolladores pueden así acceder a entornos híbridos integrados en los que probar sus soluciones de forma mucho más fácil y potente.
De la venta de cajas a las suscripciones
Todas estas noticias vuelven a impulsar el debate sobre la potencial aparición de una versión Open Source de Windows, algo sobre lo que ya debatíamos hace año y medio. La idea no era del todo descabellada, y de hecho era defendida con argumentos razonables por parte de Mark Russinovich, uno de los máximos responsables del desarrollo de Windows.
El modelo de negocio de Microsoft en el terreno de los sistemas operativos sigue estando fuertemente ligado a la venta de licencias, algo que ya supone un cambio demasiado radical para este desarrollo. No es imposible que eso suceda, no obstante: la suite ofimática Office sigue vendiéndose "en caja", pero la aparición del servicio Office 365 en formato de modelo de suscripción ha planteado una alternativa atractiva tanto para usuarios como para la propia Microsoft.
Hasta no hace mucho Windows era la principal fuente de ingresos para Microsoft, pero la cosa ha cambiado y en un http://www.geekwire.com/2016/this-is-the-new-microsoft-windows-slips-to-no-3-as-company-shifts-to-the-cloud/ se destacaba cómo Windows ya es el tercer producto en importancia por detrás de Office -sorprendente- y también por detrás de su división para servidores y servicios en la nube, con Azure a la cabeza.
Donnie Berkholz, director de investigación en la consultora 451 Research indicaba cómo "parece que el modelo de monetización ha cambiado". Los servicios en la nube que siguen ese citado modelo de suscripción se han impuesto al tradicional modelo de licencias, algo que podría llevar a justificar cambiar a un "Windows 365" siempre actualizado y siempre disponible para los clientes suscritos a esa particular edición "rolling release" de pago.
¿Windows en formato Open Source?
Aun con ese cambio de modelo, sería difícil ver un Windows Open Source. El problema es que Microsoft no depende de sí misma: hay tantos tipos de hardware compatible con Windows que para asegurar un buen funcionamiento todos los controladores también tendrían que ser teóricamente liberados también, algo que no sería del gusto de empresas que como AMD o NVIDIA logran una ventaja competitiva con esos drivers.
Lo mismo ocurre con un gran número de interdependencias a nivel software de empresas que como Microsoft mantienen una fuerte base de código propietario y que querrían mantenerlo a pesar de la decisión de Microsoft. Se podría combinar esa base Open Source de Windows con componentes propietarios -los usuarios de Linux usan a menudo controladores binarios propietarios de AMD y NVIDIA, por ejemplo- pero eso podría limitar el valor de un paso como este por parte de Microsoft.
En realidad este concepto existe: ReactOS es un sistema operativo Open Source que ofrece compatibilidad binaria con programas y controladores disponiles para Windows Server 2003. El proyecto lanzó hace apenas un mes ReactOS 0.4.2 con diversas mejoras en apartados como esa interfaz visual que efectivamente nos devuelve al aspecto de los sistemas operativos servidores de Microsoft. Este proyecto es lo más parecido que existe en la actualidad a un Windows Open Source, pero es un desarrollo independiente de Microsoft que no cuenta con ningún tipo de soporte oficial por parte de los de Redmond.
La empresa también tendría que asumir la potencial pérdida de parte del control del sistema operativo: la liberación del código podría plantear por ejemplo la aparición de forks que dieran como resultado sistemas operativos paralelos a Windows pero distintos en ciertas áreas. El escenario sería análogo al que tiene lugar en el mundo Android, donde los "cocineros" de ROMs ofrecen versiones distintas de la plataforma de Google adaptadas a distintos escenarios y necesidades.
Los beneficios teóricos son importantes, desde luego: muchos desarrolladores podrían contribuir de forma directa al desarrollo de todo tipo de características de Windows como sucede en Linux, pero hay otro beneficio claro. La disponibilidad del código permitiría a expertos independientes verificar que éste no contiene elementos maliciosos que puedan poner en peligro por ejemplo nuestra privacidad o la seguridad de nuestros datos.
La complejidad del sistema operativo sería probablemente otro de los elementos que podrían alejar al potencial desarrollador Open Source de un producto como este, y es probable que la justificación económica fuera difícil de consolidar salvo quizás en el caso de las empresas que contratarían servicios de soporte como ya lo hacen por ejemplo con empresas como Red Hat que precisamente sigue esa línea de negocio. Que Windows sea Open Source parece improbable, pero desde luego no imposible.
Más información | Microsoft en GitHub
En Xataka | ¿Y si el software Open Source desapareciera?