¡Tus gadgets se salvan! Trump deja fuera celulares y computadores de los nuevos aranceles, por ahora

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El gobierno de Estados Unidos anunció que los teléfonos celulares, computadores y otros dispositivos electrónicos quedarán exentos de los aranceles recíprocos aplicados en el marco de la guerra comercial con China.

La medida incluye incluso los gravámenes del 125% impuestos a ciertas importaciones chinas, así como el arancel global del 10% que el presidente Donald Trump había establecido previamente para productos provenientes de múltiples países.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. publicó un boletín oficial el viernes en el que detalló las exclusiones, que también abarcan componentes clave como semiconductores, tarjetas de memoria y otros aparatos electrónicos.

Las exenciones tienen efecto retroactivo desde el 5 de abril, lo que implica un impacto inmediato en la cadena de suministros y en los costos para las empresas importadoras.

Evitar un golpe a los consumidores

Según estimaciones de analistas del sector, el precio de un iPhone y otros dispositivos electrónicos podría haberse triplicado si los aranceles se trasladaban al consumidor. Estados Unidos es un mercado clave para Apple, responsable de más del 50% de sus ventas globales de smartphones, según Counterpoint Research.

La compañía estadounidense fabrica hasta el 80% de sus iPhones en China y el resto en India, lo que la hacía particularmente vulnerable al aumento arancelario. De hecho, reportes indican que Apple había comenzado a acelerar la producción en India en previsión del impacto de las tarifas.

Aunque los nuevos aranceles estaban programados para entrar en vigor esta semana, Trump cambió de postura y anunció una prórroga de 90 días para la mayoría de los países, con excepción de China, cuyos productos enfrentarán un arancel elevado al 145%.

Según la Casa Blanca, la medida forma parte de una táctica de negociación para obtener condiciones comerciales más favorables. “Podría haber un par de excepciones por razones obvias, pero yo diría que el 10% es un piso”, dijo el presidente desde el Air Force One.

Trump ha defendido los aranceles como una herramienta para corregir desequilibrios en el comercio internacional y recuperar empleos manufactureros en Estados Unidos. Sin embargo, economistas y analistas advierten que muchos productos —especialmente tecnológicos— no pueden producirse fácilmente en territorio estadounidense, lo que hace que los costos se disparen si se aplican tarifas.

El impacto más allá de Apple

La decisión también beneficia a otras grandes tecnológicas como Nvidia y Microsoft, que dependen de componentes producidos en Asia.

Mientras tanto, otras empresas como Nintendo han tomado precauciones: la compañía japonesa pospuso la preventa de su consola Switch 2 en EE.UU. para evaluar el posible impacto arancelario. De haber seguido adelante con los gravámenes, el precio de la consola podría haber aumentado de 450 a 600 dólares, según expertos.

Por ahora, la exclusión de los productos electrónicos de consumo más populares marca un respiro estratégico para el mercado y para millones de consumidores estadounidenses, aunque no representa el fin de la incertidumbre comercial entre las dos potencias.

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