En un país donde las motos se han convertido en uno de los medios de transporte más utilizados, la seguridad de quienes las conducen no puede depender solo del casco o la pericia del piloto.
Las llantas, muchas veces ignoradas hasta que es demasiado tarde, son el primer contacto con el asfalto y una pieza clave en la prevención de accidentes.
Expertos como los de Pirelli insisten en que una llanta mal cuidada puede ser tan peligrosa como una distracción al volante. Por eso, más que una recomendación técnica, revisar y mantener los neumáticos en buen estado debe asumirse como un acto de responsabilidad y autoprotección.
Recomendaciones para cuidar tus llantas
En el marco de la próxima temporada de vacaciones, como la Semana Santa, la compañía italiana comparte una serie de recomendaciones fundamentales orientadas a maximizar la seguridad y el rendimiento de las llantas de moto.
Estos consejos, basados en rigurosas pruebas técnicas y la experiencia en competencias internacionales, están pensados para ayudar a los usuarios a prevenir accidentes y extender la vida útil de sus neumáticos.
Uno de los aspectos más importantes es conocer en detalle las condiciones de las llantas de la moto. Mantener la presión de aire correcta, conforme a lo indicado por el fabricante tanto del neumático como del vehículo, es esencial para una conducción estable.
Además, revisar el indicador de desgaste (TWI) permite saber con precisión cuándo debe reemplazarse la llanta. La profundidad de las ranuras no debe ser inferior a 10 mm, pues un labrado en mal estado compromete la tracción y eleva el riesgo de aquaplaning. Si el desgaste es irregular, esto puede indicar un problema estructural más grave que pone en peligro la seguridad del conductor.

Antes de iniciar cualquier viaje largo, una inspección visual detallada puede hacer la diferencia entre un trayecto tranquilo y una emergencia en carretera. Es necesario revisar que los neumáticos no presenten grietas, ranuras, cortes o ampollas.
También hay que confirmar que la dirección de rotación sea la correcta y, en el caso de las llantas sin cámara (sellomatic), que los rines estén en perfecto estado y las tapas de las válvulas se encuentren bien aseguradas para evitar el ingreso de suciedad.

La conducción en condiciones de humedad o lluvia exige aún más precauciones. El uso de un equipo adecuado, que incluya casco con visera antivaho, ropa impermeable y protecciones corporales en hombros, codos y espalda, es solo el primer paso.

Se recomienda reducir la velocidad, aumentar la distancia con otros vehículos y evitar maniobras bruscas. Conducir en línea recta, evitar zonas pintadas en el asfalto o charcos y aplicar los frenos de forma suave y progresiva son prácticas clave para conservar el control de la moto en superficies resbaladizas.
Incluso cuando la moto no se va a utilizar durante un tiempo prolongado, el cuidado de las llantas sigue siendo fundamental. En estos casos, es recomendable ajustar la presión según lo indicado por el fabricante, mantener los neumáticos limpios y almacenar la moto en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa. Si es posible, elevar la moto puede prevenir deformaciones en las llantas causadas por el contacto prolongado con el suelo.
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