En un plazo máximo de 60 días, Intel comenzará a dar de baja, voluntaria e involuntariamente, a 12.000 empleados alrededor del mundo. Mediante un correo electrónico, Brian Krzanich, CEO de la compañía, ha informado a todos los empleados de la compañía la decisión de recortar en un 11% la plantilla actual.
Hoy día, cientos de compañías tecnológicas están pasando por crisis financieras graves e Intel no es la excepción. Aunque presentó sus resultados financieros del primer trimestre de 2016 situándose muy por encima de los pronósticos, logrando un beneficio neto por 2.600 millones de dólares, es decir, un 30% más que el mismo periodo del año anterior no todo son buenas noticias.
Aparte del recorte de personal, la compañía también anunció sus planes de reestructura con miras al futuro: es momento de dejar el PC y centrarse en la nube, dispositivos móviles y las centrales de datos. Sin embargo, todos estos cambios han sido positivos para la compañía, ya que creció un 40% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
A pesar de los buenos resultados, el mercado bursátil no ha recibido con buenos ojos la decisión del recorte de puestos de trabajo, por lo que las acciones de la compañía están presentando una caída del 3% en las operaciones después del cierre.