Los incendios en los cerros orientales de Bogotá son un fenómeno recurrente que cada vez que ocurre causa graves daños ambientales y sociales. Ahora que, una vez más, las llamas amenazan los frágiles ecosistemas de esa zona, es apropiado examinar por qué se producen.
Las causas de los incendios en los cerros de Bogotá son variadas, pero las más comunes son las actividades humanas. Según el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), “las principales causas por las que se generan los incendios forestales son provocadas, ya sea accidentalmente o por manos criminales”.
Esto quiere decir que, además de los casos intencionalmente causados, a veces se producen conflagraciones el mal manejo de las fogatas, de las quemas controladas o del ecoturismo.
Pero, por supuesto, los incendios también pueden ser causados por fenómenos naturales, como los rayos o las altas temperaturas. Sin embargo, estos son menos frecuentes que las causas humanas.
Una zona vulnerable
Sea cual sea la causa, el problema es que los cerros orientales representan una combinación de problemas estructurales que los hacen más propensos a los incendios, como la presencia de vegetación seca, la escasez de agua, y la falta de un sistema de prevención y control adecuado.
Esa es la razón de que la conflagración que inició en la mañana del lunes 22 de enero a la altura de la calle 69b, en la localidad de Chapinero, no haya podido ser controlada pese al trabajo conjunto de los equipos de Bomberos, Policía, Ejército, Defensa Civil, Idiger, Acueducto, Car y hasta la Fuerza Aérea. En la mañana del martes, ya eran más de diez hectáreas las afectadas y el humo de los incendios había llegado a tal punto que degradó la calidad del aire en la capital.
Los incendios en los cerros de Bogotá causan la pérdida de biodiversidad, contaminan el aire y aumentan el riesgo de deslizamientos de tierra. El miércoles 23, la Aerocivil publicó un trino para advertir que el humo de los cerros podría afectar las operaciones aéreas en el aeropuerto El Dorado.
Para prevenir los incendios en los cerros de Bogotá es necesario tomar medidas para reducir las actividades humanas que los provocan, mejorar la gestión de los recursos naturales, y fortalecer el sistema de prevención y control.