Si podéis leer esto ahora mismo es gracias a aquel evento histórico que tuvo lugar en la "habitación 3420" (Room 3420) del Boelter Hall, uno de los edificios del campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Desde aquella sala salió el primer mensaje que se envió a través de ARPANET, la red que acabó siendo predecesora de la actual internet. Eso ocurrió hace hoy 50 años, y aquel despacho, como otros lugares en los que se produjeron avances extraordinarios en el mundo de la tecnología, se ha convertido hoy en un pequeño museo que de hecho se ha acondicionado para acabar teniendo el mismo aspecto que aquel 29 de octubre de 1969.
Internet empezó con un mensaje incompleto
Charley Kline era un estudiante de UCLA que además se había convertido en asistente del profesor Leonard Kleinrock. Este académico llevaba tiempo trabajando en el ámbito de la conmutación de paquetes, y ese trabajo se convirtió en la base de lo que sería ARPANET, la red de comunicación que proyectaron la Advanced Research Projects Agency (DARPA) y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
El equipo de Kleinrock, que constaba de unas 40 personas, apenas podía imaginar el impacto de su trabajo, y desde luego Kline probablemente no tenía ni idea de cómo aquel mensaje acabaría cambiándolo todo.
A las 22:30 del 29 de octubre de 1969 (hora local de Los Ángeles) Kline se conectó al SDS Sigma 7 de Kleinrock y desde allí envió aquel primer mensaje, que pretendía ser un "LOGIN:" para pedirle autenticación al usuario remoto de Stanford. La velocidad de aquella transmisión fue de 50.000 bits por segundo gracias a una línea que alquilaron a AT&T.
Sin embargo el mensaje que llegó a aquella máquina, un SDS 940, se cortó: en lugar de eso solo se transmitieron las dos primeras letras, lo que hizo que en la pantalla apareciera un "LO" y el sistema se colgó.
Como señalaba el propio Kline, uno de los problemas que tuvieron con aquella primera conexión era el de la traducción del código: el sistema de la UCLA usaba EBCDIC, mientras que el de Stanford usaba ASCII, que acabó convirtiéndose en el estándar de facto.
Aquellos dos primeros caracteres generaron un problema de desbordamiento del búfer, pero una hora más tarde estos programadores solucionaron el error, el SDS Sigma 7 realizó una conexión estable y se envió por fin el mensaje completo de "LOGIN:".
Ni Kline ni Bill Duvall, que estaba trabajando en el Stanford Research Institute y que recibió aquel mensaje, se dieron cuenta del logro. Kline por ejemplo comentaba que "no recuerdo nada específicamente memorable de aquella noche, y ciertamente no me di cuenta de que había hecho algo especial en aquel momento". Tampoco Kleinrock recuerda nada especial de aquello: "simplemente eran unos ingenieros trabajando".
Aquel primer mensaje acabaría dando lugar al establecimiento de un enlace permanente entre ambas universidades que se inició el 21 de noviembre de 1969. Unos días más tarde, el 5 de diciembre de aquel año, se conectaron otros dos nodos, lo que dio lugar a esa primera configuración inicial de la red ARPANET que desde entonces no pararía de crecer.
Es cierto que el proyecto nació como resultado de la guerra fría que Estados Unidos mantenía con la entonces Unión Soviética, pero aquel despacho ha acabado convirtiéndose en un lugar histórico... y a mucha honra.