Para celebrar medio siglo de existencia y enormes aportes al desarrollo de la computación y la tecnología, Microsoft planeó un evento especial que estaba previsto como una conmemoración de los momentos más emblemáticos de la empresa, así como una mirada hacia su futuro impulsado por la inteligencia artificial.
Sin embargo, la conferencia en la sede de la tecnológica en Redmond, Washington, terminó convirtiéndose en un escenario de protesta interna que rápidamente captó la atención global y gran virilidad en las redes sociales, debido al sensible tema que la provocó.
Al final, en lugar de que los titulares se enfocaran en las palabras de Satya Nadella, las memorias compartidas por Bill Gates o los avances en Copilot, en la web se viralizaron los videos de dos empleadas que interrumpieron el evento para denunciar el uso de tecnologías de Microsoft en operaciones militares israelíes.
El gurú de IA de Microsoft fue increpado

Durante la presentación del CEO de Microsoft AI, Mustafa Suleyman, la ingeniera de software Ibtihal Aboussad se levantó de su asiento y alzó la voz ante cientos de asistentes y miles de espectadores en línea para asegurar “Usted es un beneficiario de la guerra. Dejen de usar IA para el genocidio”.
“Tienen sangre en las manos. Todo Microsoft tiene sangre en las manos”, exclamó poco antes de ser retirada del lugar, mientras que Suleyman afirmaba agradecer su manifestación. Sin embargo, Aboussad envió un correo masivo a diversas listas de distribución interna con el objetivo de explicar su accionar.
En ese mensaje, la ingeniera quien llevaba tres años y medio en la organización de plataformas de inteligencia artificial de Microsoft, afirmó que no tuvo más alternativa que manifestarse públicamente tras, según ella, haber visto silenciadas reiteradamente las voces de empleados palestinos, árabes y musulmanes dentro de la compañía.
“Fuimos intimidados, acosados y doxeados con impunidad”, expresó, mientras que también detalló que dos colegas fueron despedidos por realizar una vigilia en memoria de las víctimas en Gaza.
Según su correo, Microsoft estaría proporcionando tecnologías de IA y servicios en la nube a las Fuerzas de Defensa de Israel. Aboussad citó reportes que aluden a un contrato por 133 millones de dólares entre Microsoft y el Ministerio de Defensa israelí.
También hizo referencia al uso de Microsoft Azure y herramientas de IA para analizar información de vigilancia masiva, incluyendo transcripciones de llamadas y mensajes, información que podría ser utilizada para seleccionar objetivos militares.
La segunda protesta fue frente a Bill Gates

La primera protesta no fue un hecho aislado. Justo cuando Satya Nadella conversaba con el ex CEO Steve Ballmer y Bill Gates, sobre las cinco décadas de historia de la compañía, otra empleada, Vaniya Agrawal, interrumpió la charla.
Esta vez el grito sostuvo que “50.000 palestinos en Gaza han sido asesinados con tecnología de Microsoft. ¿Cómo se atreven a celebrar sobre su sangre? Rompan lazos con Israel”, ante la reacción dividida del público.
Al igual que Aboussad, esta segunda empleada fue retirada del recinto en medio de la cara de perplejidad de Ballmer y la aparente apatía de Gates, quien no se dio la vuelta en ningún momento para ver a la mujer que lo increpaba.
Agrawal también distribuyó un correo interno, en el que anunció su renuncia a la empresa, efectiva el próximo 11 de abril. “No puedo, en conciencia, formar parte de una empresa que participa en esta injusticia violenta”, escribió. En su mensaje, acusó a Microsoft de ser “un fabricante digital de armas” que facilita “la vigilancia, el apartheid y el genocidio”.
¿Se está gestando una campaña al interior de Microsoft?

Ambas empleadas hicieron referencia a la campaña “No Azure for Apartheid”, un movimiento interno que exige a la compañía cortar sus vínculos tecnológicos con el ejército israelí. La campaña ha ganado notoriedad en los últimos meses dentro del ecosistema tecnológico y ya cuenta con una petición firmada por múltiples trabajadores.
Mientras tanto, la compañía no ha emitido comentarios públicos durante el evento respecto a estas interrupciones. De hecho, los ejecutivos increpados retomaron sus intervenciones tras las protestas sin abordar las denuncias.
Al momento, Microsoft mantiene activa su línea de comunicación oficial sobre derechos humanos y ética corporativa, donde establece su compromiso con la protección de derechos y la no represalia a empleados que expresen preocupaciones relacionadas.
Y en paralelo a las protestas internas, también se desarrollaron manifestaciones organizadas por el mismo colectivo en los exteriores del campus de Redmond. Con pancartas y consignas, exigieron que Microsoft detenga la provisión de servicios tecnológicos al gobierno israelí.
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