No se necesita demasiada perspicacia para entender, desde su título y su planteamiento, que Robocop: Rogue City tiene como objetivo alcanzar y explotar la familiaridad nostálgica de esa propiedad con quienes por varias décadas han atesorado la franquicia original.
Por ese motivo, el shooter en primera persona no disimula decisiones como reproducir la estética de las dos primeras películas de Robocop con notable precisión, y de hecho ubica su narrativa en algún punto entre la segunda y la tercera cinta. El resultado es un mundo que resuena fuertemente con la atmósfera fílmica que introdujo por primera vez al público al cyborg que hace cumplir la ley, incluso si eso no siempre es lo más apropiado para la jugabilidad.
Ahora que IGN reveló 10 minutos de gameplay, podemos ver confirmadas nuestras sospechas… y nuestros temores. La historia nos presenta al mismo protagonista, el policía de Detroit Alex Murphy, quien, después de ser acribillado y mutilado, es traído del borde de la muerte transformado en un policía cibernético de formidables capacidades ofensivas.
Dichas capacidades son el primer problema de lo que el juego plantea, porque entre la estética y la historia, el juego reproduce fielmente la dimensión aparentemente indestructible de Robocop, que por momentos hacen que las secuencias de combate se sientan muy poco amenazante y en exceso fáciles para un héroe blindado, con una ametralladora de mano y un sistema de tiro de precisión.
En otras palabras, más vale que este juego tenga un modo Difícil. Como sea, con casi treinta horas de juego para terminar el modo Campaña, es mucho lo que nos queda por ver. Entre eso, el ataque de un ED-209.
Robocop, el detective
Por supuesto, Robocop: Rogue City va más allá de repetir la conocida historia e introduce elementos únicos inspirados en RPG, que pueden influir en la jugabilidad y la narrativa de maneras novedosas. A medida que los jugadores navegan por la escena del crimen en expansión del Viejo Detroit, es apreciable una sorprendente fidelidad a la atmósfera decadente y violenta de las películas originales.
Pero donde Rogue City se eleva por encima del simple juego de disparos es en la inclusión de escenarios donde existe la posibilidad de fallas o procesos en donde más que la fuerza bruta se necesita fineza y habilidades detectivescas. Esto proporciona una capa interesante de complejidad al juego.
Una vez más, vemos al héroe luchando por defender su humanidad y su pasado, mientras cumple su directiva fundamental: devolver el orden a una ciudad afectada por el crimen.
En últimas, el gameplay dado a conocer revela varios problemas de la narrativa, pero eso no logra desanimar a quienes aman la franquicia. A pesar de algunas preocupaciones sobre la dinámica de combate, los elementos revelados sugieren un apego que se agradece al universo de Robocop. Si el juego aumenta la exigencia y logra balancear nostalgia y novedad, es probable que resuene en una audiencia que ha pedido exactamente esto por años.
Robocop: Rogue City se lanza en septiembre para Xbox Series X | S, PS5 y PC.