El martes, mientras personas de todo el mundo esperaban la noticia del arresto -que algunos creen inminente- del expresidente de EEUU Donald Trump, una serie de fotos del controvertido millonario comenzó a propagarse en redes sociales.
Las imágenes muestran a Trump caminando, siendo arrastrado por la Policía y hasta huyendo de las autoridades a toda carrera, en una proeza física que el político probablemente no pueda lograr en la vida real.
Pero esa es la cosa: aunque muy realistas, las imágenes no corresponden a la vida real sino a la creación de una inteligencia artificial.
Una de las primeras publicaciones corrió por cuenta de Eliot Higgins, fundador y director creativo de Bellingcat, un sitio web de periodismo investigativo. Bajo la leyenda: “creando imágenes de Trump siendo arrestado mientras espero que Trump sea arrestado”, el periodista publicó fotos creadas artificialmente de Trump siendo detenido, de sus familiares discutiendo con la Policía, e incluso del expresidente en su celda. Para generarlas, usó la herramienta Midjourney.
¿Demasiado verosímil?
El grado de detalle es asombroso. En una imagen el brazo de la chaqueta de Trump parece haber sido arrancado, lo que sugiere un forcejeo con la Policía.
La combinación de fotos en un sitio periodístico con la atención que la noticia recibió en todo el mundo llevó a muchas voces a levantarse para recordar el peligro que la generación de imágenes realistas a partir de herramientas de IA representa para el ejercicio periodístico y para la democracia.
Porque, aunque Higgins no intentó engañar a nadie haciendo pasar sus imágenes como fotos reales, y nunca fueron publicadas en su sitio, muchas audiencias no tienen aún la capacidad de distinguir entre las creaciones de una IA y las fotos de verdad. Es muy fácil, apuntan, comenzar a distribuir estas imágenes, u otras generadas con facilidad, como documentos reales y suscitar en las audiencias reacciones de indignación o ira.
De hecho, es tan fácil que docenas de personas ya lo hicieron:
El propio Trump sugirió la semana pasada que una acusación oficial en su contra sería inminente, y acusó a la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan de estar políticamente motivada en su investigación de los pagos de dinero para silenciar a Stormy Daniels, una estrella de cine para adultos.
Las fotos siguen al aire en el Twitter de Higgins, quien desde entonces asegura haber sido 'baneado' de Midjourney.
Oops, indeed.