Cuando hablamos de baterías nos limitamos a hablar de su capacidad y la autonomía que ofrecen a nuestros dispositivos, pero es que las baterías pueden hacer algo más: lo demuestra este modelo desarrollado por ingenieros de IBM y del ETH Zurich, que además de alimentar chips los refrigera.
El desarrollo de estos investigadores produce la suficiente energía para alimentar a un chip, pero además sirve para disipar mucho más calor del que ese chip genera. La ventaja es clara: procesadores más eficientes y dispositivos totalmente autónomos que no se sobrecalientan y no necesitan fuentes de alimentación externas.
Unas baterías que son además eficientes disipadores
Las baterías "Redox flow" desarrolladas por el equipo de ingenieros hace uso de electrolitos líquidos que normalmente se usarían a gran escala para almacenar energía, pero que han logrado aplicarse a esa escala que se maneja en la fabricación de chips como procesadores.
Los responsables del descubrimiento en IBM y el ETH Zurich consiguieron encontrar dos líquidos que eran válidos tanto como electrolitos para la "batería de flujo" y también como agentes refrigerantes que pueden disipar el calor generado por ese mismo circuito.
El sistema se desarrolló además con la impresión 3D para el diseño del sistema de microcanales con forma de cuña que hace que el sistema de electrolitos apenas utilice energía para inyectar esos líquidos refrigerantes. El sistema genera 1,4 W por centímetro cuadrado.
El desarrollo aún necesita generar más energía para ser aplicable a diversas aplicaciones prácticas, pero sus descubridores creen que podría tener un gran potencial tanto en futuros microprocesadores como en lasers que necesitan refrigeración interna, células solares que almacenan electricidad directamente en la celda de batería e incluso grandes baterías de flujo optimizadas con canales de refrigeración líquida.
Vía | ETH Zurich
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