Según indican en La Información la puesta en marcha de la célebre 'tasa Google' empieza a plantear problemas serios en España, donde tanto Ametic como Adigital presentarán alegaciones a este impuesto que se activará el 1 de enero de 2021.
Las grandes tecnológicas se resisten a pagar ese impuesto de momento porque para muchas de ellas adaptarse al nuevo gravamen es demasiado complejo: esperan no tener que pagarlo durante al menos el primer trimestre de 2021, aunque algunas apuntan a que solicitarán el retraso de la liquidación del impuesto hasta finales de 2021.
Ganar tiempo y comenzar a pagar más tarde
Ametic, la patronal de la industria digital, y Adigital, que aglutina a las grandes tecnológicas, son los dos organismos que quieren retrasar la liquidación de este impuesto durante unos meses.
El nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD), conocido popularmente como 'tasa Google', ya se hizo oficial a través del Boletín Oficial del Estado (BOE), y entrará en vigor a mediados de enero.
Este impuesto gravará el 3% de los ingresos generados por las grandes tecnológicas cuando estas ingresen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de tres millones en España.
Para las tecnológicas —que ya han tomado algunas medidas para compensar ese impuesto— precisamente el (sorprendente) problema es que no cuentan con herramientas para calcular si les toca o no pagar este impuesto. En este medio citan las palabras de Álvaro Sánchez-Herrero, socio de PwC, que explicaba que en este impuesto falta la definición de mecanismos para determinar la localización territorial de los dispositivos de los usuarios que usan los servicios digitales a gravar.
Ametic y Adigital plantean opciones como retrasar la liquidación hasta finales de año, pero también barajan que se active a partir del segundo trimestre de 2021.
Mientras que la primera alternativa parece inasumbile por parte del Ministerio de Hacienda, desde La Información indican que la segunda opción podría ser aceptada. El Ministerio de Hacienda esperaba recaudar 950 millones de euros a través del nuevo impuesto, pero el retraso de su activación haría que lógicamente dichas previsiones no pudieran cumplirse.
Vía | La Información