El ZTE Axon M presentado en octubre de 2017 fue una de las sorpresas del último tercio de año, y por fin llevaba a la realidad un concepto con el que muchos fabricantes venían "amenazándonos" desde hace tiempo: los móviles plegables.
Ahora ese concepto podría convertirse en tendencia, porque Microsoft parece estar explorando esa idea y también lo está haciendo Samsung, que ha confirmado su antiguo interés con una nueva patente que vuelve a mostrar ese teléfono convertible y plegable que podría ser tendencia este año.
Un concepto que Microsoft parece explorar seriamente
La aparición de una patente no significa mucho en el mundo de la tecnología: muchas pequeñas y grandes empresas solicitan esas patentes casi como ejercicio de I+D que como confirmación de que esas ideas llegarán al mundo real, y en el terreno de los móviles esto es una realidad palpable.
Lo hemos visto desde hace tiempo: Microsoft ya planteaba el desarrollo de un smartphone plegable en una patente de hace un año que recuperaba aquel viejo concepto de sus Microsoft Courier.
Esa patente se ha vuelto a confirmar estos últimos días y parece que el secreto estará en una bisagra "invisible" que hará que uno de los posibles problemas de estos dispositivos (que la división de pantalla "moleste" en la experiencia de usuario, como ocurre con el ZTE Axon M) se minimice.
Ese interés por Microsoft parece especialmente serio tras declaraciones como las que hizo Satya Nadella al hablar de que los próximos smartphones de Microsoft "no parecerían smartphones". El hipotético Surface Phone del que se lleva años hablando podría llegar —si es que llega— con este formato, sobre todo tras conocerse que Microsoft ha añadido compatibilidad para un nuevo dispositivo en su tienda de aplicaciones Microsoft Store.
¿Bienvenido, teléfono convertible?
La patente de Samsung no se diferencia demasiado de lo que ya habíamos visto en el ZTE Axon M o en las patentes de Microsoft. En este caso, eso sí, no hablaríamos de una pantalla flexible como la que se rumoreaba que se podría usar en septiembre de 2015.
Todos esos experimentos con pantallas flexibles parecían tener como objetivo la producción del llamado Samsung Galaxy X, que teóricamente tendría que haber aparecido en 2017. No lo hizo a pesar de más y más rumores, pero puede que este año sí veamos ese concepto hecho realidad... aunque sin la famosa pantalla flexible.
En la patente de Samsung vemos un concepto que básicamente une dos móviles convencionales con una bisagra más o menos oculta. Eso hace que ese dispositivo dual se pueda comportar de distintas formas, como también lo hacen esos portátiles o tablets convertibles que ya inundan el mercado.
Así podríamos usar el móvil con las dos pantallas desplegadas, usar el móvil con una de las pantallas funcional y la otra (la "posterior") desactivada, o bien cerrarlo para protegerlo cuando lo guardemos, quedando las dos pantallas enfrentadas.
Queda por ver si este concepto se hace realidad, pero parece que el interés por este tipo de dispositivos es claro por parte de Samsung o Microsoft, que quieren darle otra vuelta de tuerca al concepto de móvil que manejamos hoy en día. Quizás tengamos noticias al respecto en el CES que tendrá lugar la semana que viene.
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