Todo comenzó con un reporte de la agencia Reuters que citaba una comunicación de la Agence Nationale des Fréquence (ANFR) en la que le ordenaba a Apple dejar de vender el iPhone 12 en suelo francés porque sus pruebas muestran “que emite demasiada radiación de radiofrecuencia”.
Es una afirmación seria, y más al venir de un organismo especializado, por lo que no es sorpresivo que ahora Bélgica y Alemania estén, según se reporta, contemplando aplicar medidas similares.
Apple suspendió de manera temporal las ventas del teléfono, en acatamiento de la orden, pero negó de manera tajante las afirmaciones y remitió, inicialmente a la aprobación de múltiples organismos de las cifras de emisión de radiación de sus equipos, en particular el iPhone 12.
Sin embargo, este viernes se conoció que la empresa actualizará su iPhone 12 en Francia después de los temores sobre la radiación.
El ministro de Asuntos Digitales del país, Jean-Noel Barrot, dijo que Apple se comprometió a entregar “una actualización de software para los usuarios en Francia” en los próximos días.
Estrictos controles
El tema de la radiación de los teléfonos móviles no debe ser desestimado, pero sin duda requiere de cierta perspectiva.
En rigor, todos los teléfonos móviles emiten este tipo de radiación no ionizante, al igual que todos los productos con emisores de radio, como las radios, los televisores, las antenas de telefonía móvil, los teléfonos inalámbricos, los hornos microondas y cualquier cosa con una conexión Wi-Fi o Bluetooth.
Por ese motivo, numerosos organismos internacionales han diseñado regulaciones sumamente estrictas para limitar la cantidad que pueden emitir estos productos.
La afirmación de la agencia francesa es que el iPhone 12 está por encima del límite legal, pero es importante recordar que ese límite está, por diseño, muy por debajo de lo que los científicos consideran peligroso. De hecho, está diez veces por debajo, por lo que si bien el tema debe aclararse y resolverse, no reviste de inmediato una amenaza potencial para la salud de los consumidores.
A pesar de que ha sido objeto de debate por años, y de que los celulares son usados hace décadas por millones de personas en todo el mundo, la OMS no ha hallado ningún vínculo entre el uso del teléfono móvil y los problemas de salud relacionados con la radiación.