Hace más de 50 años que los mensáfonos comenzaron a conquistar el mundo. Aquellos dispositivos también se convirtieron en una constante en el segmento profesional y especialmente el segmento sanitario, con unos "busca" que evitaban las interfencias de los dispositivos médicos.
La llegada de la telefonía móvil los relegó a un discreto segundo plano, y en los últimos años solo algunos países como Japón defendían su uso, pero ahora el servicio dice adiós también en ese país.
Japón dice adiós, pero el servicio aún sigue vivo en Reino Unido
Tokyo Telemessage Inc. ya anunció hace unos meses que dejaría de dar servicio en 2019, y esa promesa se ha cumplido hoy con la desactivación de las bandas de señales de radio que se utilizaban para los mensáfonos, también conocidos como pagers, beepers, buscapersonas ("buscas") o bípers.
En los últimos años su uso se veía favorecido en hospitales porque los teléfonos móviles podían afectar el funcionamiento de dispositivos médicos debido a las ondas electromagnéticas que emitían y porque a menudo la cobertura en esos hospitales era deficiente.
En Japón los servicios de mensáfonos comenzarían en 1968 gracias a la empresa predecesora de Nippon Telegraph and Telephone Corp (NTT). Cualquier usuario podía llamar a un número de busca a través de una línea fija, lo que provocaba que el busca emitiera un pitido o vibrase.
Aquel producto se convirtió en una potente herramienta de comunicación para trabajadores móviles antes de que los teléfonos móviles conquistaran el mercado. En los 80 se convirtieron en un producto popular debido a que también era posible enviar mensajes de texto a través de ellos, y en 1996 había 10 millones de estos dispositivos solo en Japón, donde fue especialmente utilizado entre estudiantes de instituto.
Sin embargo el auge de la telefonía móvil y la mensajería causaron una rápida caída de estos dispositivos que, eso sí, siguen funcionando en países como el Reino Unido, donde el servicio de sanidad aún los aprovecha: 130.000 de ellos siguen activos en hospitales, aunque hay ya un plan para deshacerse de ellos en 2021.
En España desaparecieron en 2012
NTT Docomo Inc ya dejó de ofrecer este servicio en 2007, pero Tokyo Telemessage seguía ofreciéndolo en Tokyo y algunas prefecturas más y mantenía aún 1.500 usuarios de un servicio que hoy dice adiós en este país.
En España hubo protagonismo de estos dispositivos gracias a Coca-Cola, que llegó a un acuerdo con Mensatel y Motorola. Bastaba reunir varios puntos "beeps" para hacerse con uno, a partir de lo cual se podía usar para dejar un mensaje que costaba 100 pesetas, 0,60 euros, nada barato.
Los buscapersonas siguieron funcionando en nuestro país varios años, pero los móviles también los convirtieron en alternativas cada vez menos aprovechadas, y las operadoras cerraron sus servicios en estos dispositivos en 2012. En muchos sentidos fueron los padres de la mensajería SMS, y se convirtieron en una constante en series televisivas en los que hospitales y médicos eran protagonistas.