¿Has notado que las canciones de hoy en día son más cortas que las de antes? ¿Y que los coros llegan más rápido?
No eres el único. Un análisis de nuestros amigos de Xataka en España revela que la duración media de las canciones en el Billboard Hot 100 ha caído de los cuatro minutos y medio de los años 90 a bastante, bastante menos.
¿A qué se debe este cambio? Te damos una pista: Empieza en Tik y termina en Tok.
Bueno, tal vez no sea solamente por Tik Tok, pero sin duda que entre los diversos factores que influyen en este fenómeno, el auge del streaming es el principal y entre las distintas plataformas, bueno, no hay cómo negar la popularidad de Tik Tok.
La cosa es así: En la era del streaming, los artistas son recompensados por cada reproducción, independientemente de su duración. Esto les incentiva a crear canciones más cortas, ya que pueden publicar más canciones en menos tiempo. La fórmula es, entonces: más canciones, más views, menos duración.
Tik Tok, de hecho, ha enfatizado esta clase de consumo. La brevedad es la clave detrás de la creciente popularidad de TikTok, y pocos pondrían en duda que los videos cortos de esa plataforma terminaron llevando hacia esa tendencia a Facebook, Instagram y hasta YouTube.
Los videos de TikTok son una forma rápida y fácil de descubrir nueva música. Para tener éxito en TikTok, las canciones deben tener un estribillo pegadizo que pueda captar la atención de los espectadores en pocos segundos.
Un ejemplo muy reciente de esto (el ejemplo es reciente, la canción es de 2015) es la canción Makeba, de la cantante francesa Jain, que ocho años después de su lanzamiento se volvió un hit viral gracias a un meme de Bill Hader bailando y se convirtió, como podrás suponer, en un éxito que acumula más 244 millones de views en su video oficial de YouTube. Makeba dura 3 minutos y 43 segundos.
Otro ejemplo es Grace Kelly, de Mika. La canción de 2007 (y 3:15 de duración, gracias), resurgió con enorme fuerza por un desafío viral en el que los usuarios trataban de armonizar sus tonos ascendentes hasta alcanzar la nota alta del final de la canción. Estrellas como Ryan Reynolds y Will Ferrel le dieron, si se puede, todavía más impulso.
El análisis de Xataka
Todo esto lleva a que las canciones muy cortas, que antes eran residuales, hoy son una costumbre cada vez más extendida. Piensa en cualquier éxito de los últimos años y lo verás: Shape of you de Ed Sheeran dura 3 minutos y 54 segundos; Physical, de Dua Lipa, dura 3 minutos y 13 segundos; As it was, de Harry Styles, dura 2:43.
Y si bien de cuando en cuando surge una excepción, suele provenir de artistas con el músculo para poner las reglas a un lado y es así que Taylor Swift metió una canción de más de diez minutos, All Too Well, en el Hot 100 del año pasado.
Las canciones no ya de diez, sino simplemente superiores a los cuatro minutos, han pasado de ser casi tres cuartas partes del ranking a apenas superar el 10%. Por lo demás, en el Hot 100 de Billboard del año pasado hay 37 canciones de menos de tres minutos, la barrera psicológica mínima. En los de 2012, 2002 y 1992 había el mismo número de temas con esta duración: tan solo dos.
Y, al contrario, si subimos el listón hasta los cinco minutos, de las 24 canciones que estaban en el ranking en 1992 hemos pasado a solo dos.
Uno diría que en ocasiones incluso se lleva la canción más allá del minuto y medio por mantener unos mínimos, y hay incluso quien se lo salta. Fue lo que hizo el rapero Lil Yachty con la canción Poland, estrenada a finales de 2022. Dura menos de un minuto y medio.
En este punto, es válido preguntar si este es un cambio negativo. La respuesta es: no necesariamente. Hay quienes argumentan que las canciones más cortas son más fáciles de escuchar y más memorables. Otros creen que la tendencia a la brevedad es una señal de la falta de creatividad de los artistas.
Sea cual sea la razón, lo cierto es que la música está cambiando. Las canciones se están haciendo más cortas y los estribillos llegan más rápido. No tiene que gustarte, pero es así.