Si hay algo en que tenían en común Charles Darwin, Isaac Newton y Stephen Hawking, además de sus grandes mentes y capacidad para entregarle al mundo aportes que dejaron una huella indeleble en la historia, es que eran británicos y que sus restos encontraron el mismo lugar de descanso final, la Abadía de Westminster.
Se trata de uno de los monumentos históricos más emblemáticos del Reino Unido que entre sus muros alberga las tumbas de estos destacados científicos, junto a reyes, poetas, escritores y otras figuras clave para la historia de este país, que en su momento llegó a ser el imperio más poderoso del planeta.
De hecho, existe una zona conocida como el "Rincón de los Poetas", la cual alberga a literatos como Geoffrey Chaucer, Charles Dickens y Alfred Tennyson.
Un recinto con historia

Desde su fundación, la Abadía de Westminster ha sido el epicentro de importantes acontecimientos históricos.
En 1987, fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO y es el lugar donde se han coronado los monarcas ingleses desde el año 1066, incluido el Rey Carlos III, y ha acogido numerosas bodas y funerales reales, como fue el caso de la Reina Isabel II.
Asimismo, Westminster alberga a algunas de las mentes más brillantes de la historia, más allá del autor de El origen de las especies, así como el de ley de la gravitación universal o el de la ecuación de la Radiación de Hawking.

La lista de personalidades ilustres enterradas en la abadía incluye a William Thomson, conocido por su trabajo en termodinámica y la escala de temperatura Kelvin, así como a John Harrison y George Graham, pioneros en la relojería de alta precisión. Astrónomos como William Herschel, responsable del descubrimiento de Urano, también forman parte de este grupo selecto.
Además, acoge los restos de matemáticos como Paul Dirac, uno de los principales teóricos de la mecánica cuántica, y George Green, cuyo trabajo sentó las bases de importantes desarrollos en la física moderna.
Actos de vandalismo recientes

El 13 de enero de 2025, la tumba de Charles Darwin fue objeto de vandalismo por parte del grupo activista Just Stop Oil (JSO).
Dos manifestantes pintaron con tiza la frase “1.5 está muerto” en la lápida del científico, en protesta por las políticas medioambientales del gobierno británico. La acción se llevó a cabo tras el anuncio de que las temperaturas globales promedio han superado el límite crítico de 1,5 °C en los últimos dos años.
La Policía Metropolitana de Londres informó sobre la detención de dos personas por daños criminales. El incidente reabrió el debate sobre las estrategias de protesta y la protección del patrimonio histórico y cultural del Reino Unido.
Entrar y enviar un comentario