Es normal encontrar en internet artículos de dudosa procedencia y de contenido aún más dudoso. Lo que no es tan normal es encontrar esos artículos publicados como si fueran parte de la línea editorial de algunos medios.
Es lo que ha ocurrido en Diario 16, un sitio web que no tiene nada que ver con la revista o el antiguo periódico del mismo nombre. Aún así este medio publicaba entre sus páginas un extraño artículo explicando cómo hackear una cuenta de WhatsApp o cómo conseguir acceso a Netflix de forma gratuita. ¿Cómo puede ocurrir eso?
Mezclando contenidos propios con patrocinados
La respuesta la tenemos en las plataformas de compraventa de contenidos patrocinados. Hay diversos servicios que permiten publicar o comprar reseñas de cualquier tipo por distintos precios, que son mayores cuanto más relevante es el sitio web donde se publican.
A @Diario_16 o se le ha ido la pinza o alguien les han colado este artículo promocionando dos webs un tanto sospechosas https://t.co/btBOpFVkdQ pic.twitter.com/EiSAF1uNUS
— SoydelBierzo (@soydelbierzo) 5 de marzo de 2018
Lo explicaba Julio Rodríguez Cruz (@thisjrodriguez) tras responder a @SoydelBierzo, que detectaba el problema en las páginas de Diario 16. Este periódico online aprovecha el dominio del viejo Diario 16 que existió desde 1976 a 2001 y cuenta con contenidos propios, pero también ofrece su presencia en internet para contenidos patrocinados.
Es lo que hacen otros muchos medios, que hacen uso de plataformas como Unancor, PrensaRank o Publisuites. En todas ellas es posible acceder a un catálogo de "blogs, periódicos, influencers y redactores" —así lo indican en Publisuites, por ejemplo— a los que dirigir esos contenidos promocionados.
Linkbuilding, una de las claves
¿Qué ofrecen estos servicios? Una forma de promocionar un producto o servicio a través de un contenido patrocinado. Estas empresas actúan como intermediarios entre el medio de comunicación (en este caso periódicos y revistas online, blogs, cuentas de influencers en redes sociales) y la empresa que quiere promocionarse a través de ellos. Es publicidad algo más dirigida y también algo distinta a la tradicional.
Lo que logran las empresas que se anuncian con este método es visibilidad, comodidad (estas empresas suelen redactar ellas mismas los textos con los enlaces que indique el anunciante), construcción de marca (branding) a través de esa difusión en estos medios, y algo también importante: tratar de ganar terreno en posicionamiento.
El linkbuilding permite que esos enlaces que las empresas "logran colar" en esos medios sumen puntos en buscadores para intentar situarles más arriba en los resultados de distintos términos.
Así funcionan estas empresas
El funcionamiento de estos servicios es muy simple: una vez te registras, "compras" un artículo para tu proyecto ("quiero un artículo de 700 palabras sobre mi web de venta de aspiradoras") y eliges el medio en el que quieres insertarlo. Evidentemente los precios varían según la extensión del artículo, su estructura y por supuesto el medio al que va dirigido: cuando más relevante es un medio, más costará comprar un contenido patrocinado para que lo publiquen.
Reseña + CPA! Venden los artículos patrocinados por 80€, lo que no deben permitir es esa p. mierda! pic.twitter.com/PpcJ9BiU5Q
— Julio Rodríguez Cruz (@thisjrodriguez) 5 de marzo de 2018
En esa oferta de medios disponibles es en la que los responsables de esos sitios web ponen a disposición su visibilidad para aprovecharla y monetizar el esfuerzo que realizan con contenidos propios. Como comentaba este usuario en Twitter, este medio ofrece publicar ese contenido en su web por 80 euros, algo que da una idea de las cifras que se pueden mover en este ámbito.
Es lo que ocurre en este caso concreto con Diario 16, que no obstante ha cometido un peligroso error con el contenido patrocinado: es importante que estos medios sean capaces de controlar y censurar aquello que acaba publicado entre sus páginas, porque el resultado puede ser perjudicial a pesar de haber generado ingresos. El artículo ha sido eliminado del medio, no obstante, y solo es posible acceder a él a través de copias cacheadas como la disponible en Google.
Aquí es difícil saber si el fallo ha sido de los responsables de este medio o del intermediario que ha gestionado esa operación, pero este es un buen ejemplo de cómo el filtrado y la edición de contenidos que es tan importante para contenidos propios puede llegar a serlo aún más en contenidos que te vienen de fuera.
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