Era julio de 2007 y Leah Pearlman quedó con una amiga. "Oye", le dijo, "¿por qué no creáis un botón con una especie de "bomba" para marcarlos ciertos posts?". Pearlman era diseñadora en el equipo que se encargaba del News Feed de Facebook. Aquello, se dijo, podía tener sentido.
Ese fue el germen de lo que acabó siendo el botón "Me gusta" ("Like") que se ha convertido en símbolo de toda una generación y que millones de personas utilizan millones de veces a diario. Esta es la (breve) historia de su creación.
La idea convencía, la implementación no
Steven Levy cuenta parte de esa historia en su libro 'Facebook: The Inside Story', en la que sus datos contrastan ligeramente con los que publicaba en Quora en 2014 Andrew Bosworth, ingeniero en Facebook.
Bosworth menciona a Pearlman (que en Quora aparece como "User-10344780651167228015" porque borró su cuenta) y repasa esa historia con su historial de correos electrónicos. Según su versión ese proyecto nació como una idea entre Justin Rosenstein, Leah Pearlman, Ezra Callahan, Akhil Wable y el propio Bosworth, que bautizaron aquella propuesta con el nombre en clave "Props".
La bomba jamás acabó considerándose como un signo válido para implementar la idea, y en su lugar se consideraron símbolos como las estrellas, el símbolo "más" ("+"), que podría estar acompañado del "menos", y también un símbolo de pulgar hacia arriba, que les preocupaba porque en algunas regiones del planeta no tenía sentido positivo.
En esas discusiones iniciales, por cierto, el botón no se llamaba "Like" ("Me gusta") sino "Awesome" ("Genial").
Rosenstein, uno de los implicados en esas discusiones, mencionaba en el libro de Levy cómo incluso entonces se pensó que este botón podía tener un valor interesante para propósitos comerciales: sería una forma sutil de ayudar a identificar qué le interesaba a un usuario sin que ese usuario compartiera esas preferencias de forma explícita con Facebook.
En un Hackaton unos días después se creó un prototipo inicial del "awesome button", y durante las semanas siguientes se comenzó a trabajar en el diseño de ese símbolo y su interacción. Según Bosworth, el proyecto generó mucho interés, y el equipo de marketing destacó su potencial para "filtrar malas historias" y servir así como una forma más de recomendar buen contenido.
El 22 de agosto de 2007, señala Bosworth, se propuso el uso de la palabra "Like" en lugar de "Awesome". No se menciona a quién se le ocurrió el nombre, pero sí que el equipo original no estaba muy de acuerdo con esa nueva denominación que les parecía "sosa".
A pesar de la buena recepción inicial del proyecto, el interés pareció difuminarse, entre otras cosas porque como explica Bosworth se estaba intentando encontrar una interfaz de usuario para esta funcionalidad que encajara en todas las seccionesd e Facebook. En septiembre de 2007 la cosa se desinfló un poco, pero quien impulsaría ese esfuerzo de nuevo no sería la propia Facebook, sino una red social rival.
De las dudas a la revolución total del Like
Se trataba de FriendFeed —no confundir con Friendster—, que se lanzó en en octubre de 2007 y lo hizo además con la primera implementación real del botón "Like". Antes, señalaban algunos en los comentarios, plataformas como Vimeo habían usado ese botón con el corazón desde 2005.
It started as a ❤️ symbol, but then FriendFeed employee Ana said she would quit if she had to look at pages of ❤️s all day (she was grumpy like that). So we launched with 😀, and Facebook eventually adopted the feature with the now ubiquitous 👍.
— Bret Taylor (@btaylor) October 31, 2017
Bret Taylor, uno de los fundadores de aquella plataforma, recordaba 10 años después cómo al principio usaron el símbolo del corazón, pero una empleada llamada Ana amenazó con dejar la empresa si tenía que estar todo el día viendo páginas con corazoncitos, así que decidieron cambiar ese símbolo por un smiley sonriente.
Curiosamente, nadié pareció darse cuenta en Facebook, y el trabajo en esa característica siguió progresando. EL 12 de noviembre de 2007 todo parecía estar preparado para lanzarla definitivamente, pero "la revisión final con Zuck sorprendentemente no fue bien". Les preocupaba que no quedaba claro si esa interacción era pública o privada y si al final el "Like" canibalizaría el "Share" ("Compartir"). De repente el desarrollo como se había concebido se detuvo.
Pocos días después la característica apareció de forma errónea en Facebook, lo que permitió que algunos usuarios y medios comenzasen a hablar de ella. Facebook acabó integrándola en experimentos a pequeña escala que de hecho permitían dar tanto comentarios positivos como negativos, pero esa información era privada y no se compartía socialmente: si le dabas al "Like", nadie sabía que lo habías hecho.
Eso, comenta Bosworth, acabó condenando su integración en el feed de noticias, y tras varias pruebas durante todo 2008 el proyecto cayó en manos de Jonathan Pines, Jared Morgernstern y de Soleio Cuervo. Aquel proyecto "se consideraba maldito porque no había superado nunca las revisiones de Zuck".
¿Qué hicieron para convencerle? Demostrarle que el botón "Like" no reducía la interacción, sino que la aumentaba. Unieron al equipo a Itamar Rosen, que registró y presentó los datos, y Zuck pareció convencido porque como cuenta Bosworth "el botón Like incrementaba el número de comentarios debido a cómo el hilo de noticias usaba el Like como una señal para redistribuirlas".
Aquello aceleró la integración del botón Like, que se lanzó definitivamente el 9 de febrero de 2009. Leah Pearlman, aquella empleada que por lo visto fue la primera en comentar la idea, fue la encargada de anunciar la novedad (aquí tenéis el post original) en Facebook, que por cierto, compró FriendFeed en agosto de aquel año.
El botón Like acabaría convirtiéndose en parte integral de la interacción en cuaquier plataforma o red social. YouTube rediseñó el servicio en 2010 y sustituyó las estrellas por Likes, y aquella fallida red llamada Google+ usó con el mismo propósito su "+1". Twitter permite marcar tuits como favoritos desde sus inicios, pero comenzó usando una estrella y acabó sustituyéndola por el corazón en noviembre de 2015.
Aunque la característica explotó con Facebook, es probable que muchos usuarios la asocien a Instagram, "la red social de los likes" por antonomasia.
Su influencia e impacto es arrolladora en una red que por ejemplo tiene un memorable, fantástico y distópico retrato en el primer episodio de la tercera temporada de 'Black Mirror', titulado 'Nosedive'. Distópico o no, lo cierto es que seguimos hipnotizados con ese botoncito.