A partir de abril, Bogotá implementará un nuevo modelo de aprovechamiento de residuos sólidos mediante un plan piloto que reorganizará la labor de los recicladores, con iniciativas que incluyen la eliminación de la clasificación en la calle y la formalización del sector.
Este proyecto, que se desarrollará durante seis meses, busca mejorar la recolección, clasificación y comercialización de materiales aprovechables bajo un esquema estructurado y tecnificado, según reveló el diario El Tiempo.
De hecho, el piloto impactará a 250.000 usuarios, equivalentes al 8 por ciento de la población atendida por el servicio de aseo en la ciudad, y será operado por 58 organizaciones de recicladores en rutas, horarios y frecuencias independientes a las de la recolección ordinaria de residuos.
Estas organizaciones fueron seleccionadas mediante convenios firmados con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) a finales de 2024.
Objetivos del nuevo modelo de reciclaje
(Uaesp)
El modelo busca consolidar a los recicladores como prestadores formales del servicio público de aseo, asegurando que su actividad sea organizada y empresarial.
Además, se espera optimizar el proceso de recolección para que los materiales aprovechables, como papel, cartón, vidrio, plástico, metal, textiles y madera, sean trasladados directamente a estaciones de clasificación y aprovechamiento (ECA).
En estas estaciones, los materiales serán seleccionados, separados, embalados y comercializados, eliminando la necesidad de realizar estas tareas en el espacio público.
De hecho, uno de los principales objetivos del piloto es recopilar datos sobre la generación de residuos aprovechables en distintas zonas, la efectividad de los esquemas de sensibilización y capacitación ciudadana, así como determinar los días y horarios más adecuados para la recolección.
Infraestructura y tecnología en el reciclaje
(Uaesp)
El nuevo modelo también contempla el fortalecimiento de las estaciones de clasificación y aprovechamiento. La Uaesp está trabajando en el diseño de una ECA modelo con capacidad para procesar entre 20 y 30 toneladas diarias de residuos, lo que permitirá optimizar el proceso y mejorar las condiciones laborales de los recicladores.
Además, las organizaciones participantes recibirán apoyo financiero, incluyendo un desembolso de 196 millones de pesos para capacitación, sensibilización y adquisición de vehículos como motocarros y camiones.
Y para la implementación del plan piloto, deben georreferenciar a los usuarios y garantizar la prestación del servicio de aprovechamiento de manera estructurada.
Al finalizar los seis meses de prueba, la meta mínima de cada organización es contar con al menos 5.000 usuarios registrados, lo que permitirá evaluar la viabilidad del modelo y su escalabilidad a toda la ciudad.
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