Musk siempre ha aparecido alguien bastante preocupado por su legado, alguien del que, para bien o para mal, se podían esperar grandes cosas. En eso estamos. El lanzamiento de los primeros satélites del Starlink de SpaceX han supuesto un paso tecnológico muy importante, pero también ha desatado una polémica que lleva mucho tiempo encima de la mesa.
Gracias a Starlink ya podemos decirlo sin temor a equivocarnos: En los próximos años, las megacostelaciones de satélites cambiarán el cielo nocturno. Lo ensuciarán, si queremos ser más precisos. Pero la polémica va más allá de llenar el firmamento de "nuevas estrellas" y nos plantea una pregunta clave para el futuro: ¿de quién es el espacio?
Ensuciar el cielo
¿Qué ha pasado? Que Marco Langbroek, un astrónomo holandés aficionado, compartió el vídeo que hay sobre estas líneas. En él, se muestra lo espectacular de la red de Starlink vistos una noche tranquilita en Países Bajos. Pero a la emoción inicial siguieron las preocupaciones. "Vi ese tren y ciertamente fue muy espectacular", explicaba a The Guardian Cees Bassa, astrónomo del Instituto Holandés de Radioastronomía . "Con estos vídeos se llega a la conclusión de que si se lanzan varios miles de estos [satélites], cambiará el aspecto del cielo nocturno”.
Un cielo lleno de nuevas estrellas Precisamente, Bassa es una de las pocas personas que han estudiado el impacto de estas megaconstelaciones de satélites. Y, aunque Musk ha insistido que los satélites estarán en la oscuridad durante la noche, los datos no nos permiten ser optimistas. Según los cálculos de Bassa, una vez los primeros 1584 satélites estén en el espacio habrá como mínimo 15 satélites siempre visibles durante las tres o cuatro horas después del anochecer y antes del amanecer
La explicación es sencilla: al estar más altos que la superficie de la tierra, el sol se seguirá reflejándose en ellos durante ese tiempo. Eso significa que en verano habrá noches en las que se verán satélites en todo momento. Cuando tengamos esos 12.000 satélites, la cifra ascenderá a entre 70 y 100 satélites por noche.
¿Por qué el problema ocurre ahora? ¿Acaso no tenemos el cielo ya lleno de satélites y basura espacial? Es cierto, pero hay diferencias clave. Ahora mismo solo hay unos cinco mil satélites en órbita y menos de dos mil están en activo. Pero es que, como señala Daniel Martin, estas nuevasflotas han sido diseñadas “para garantizar la cobertura de la mayor parte de la superficie del planeta. Esto significa que siempre debe haber un mínimo de varios satélites de cada constelación visibles en el cielo en todo momento para garantizar un enlace de comunicaciones fluido”.
SpaceX no está sola. No debemos olvidar eso, claro. SpaceX es solo una de las nueve compañías que planean ofrecer internet a través de satélite: empresas como Amazon, OneWeb, Samsung, Boeing, Astrome Technologies o Commsat Technology Development ya tienen proyectos en marcha y otras tantas están en desarrollo. Si seguimos así, decenas de miles de satélites recorrerán el cielo en pocos años.
Patrimonio de todos Es verdad que los satélites de Starlink no están en su localización final. Cuando Langbroek los captó se encontraban a unos 450 km de altura, con kilómetros más cerca de la superficie de la tierra de lo que estarán en las próximas semanas. Es decir, hay dudas sobre su brillo final, pero el brillo actual la verdad es que ha sorprendido a muchos que lo interpretan como una malísima señal.
Fundamentalmente porque nadie parece tomarse en serio que el cielo es un patrimonio de todos.