El mercado de los laptops recientemente se ha visto inundado por una enorme cantidad de dispositivos de especificaciones muy limitadas que parecieran tener en común los mismos componentes de hardware sin importar la marca. Una memoria RAM que no supera los 4GB, un procesador de poco poder y una escasa capacidad de almacenamiento interno que no supera los 32GB en discos duros de estado solido SSD/eMMc.
Aunque es cierto que los fabricantes normalmente hacen estas configuraciones de hardware de baja potencia para sacar al mercado dispositivos económicos de entrada que capturen la atención de los consumidores por su precio, este año resulta notoriamente intrigante como pareciera que todos los fabricantes se hubiesen puesto de acuerdo para usar las mismas configuraciones de hardware en los portátiles de bajo consto.
Bueno todo parece indicar que el principal culpable de esta tendencia entre los fabricantes, es el propio Microsoft y su política de Licenciamiento de Windows 10, en la cual la compañía ofrece una serie de descuentos muy interesantes para los distribuidores dependiendo del dispositivo en el que se instala Windows 10.
Por ejemplo en el caso de los portátiles, una licencia podría mantenerse entre el rango de los $15 a 30 dólares por equipo si el dispositivo no supera un rango de especificaciones mínimas, que casualmente concuerdan con la gran cantidad de equipos de gama baja que vemos hoy en el mercado hoy.
Pantallas de no mas de 14.1 pulgadas, CPU de rango bajo (como los Bay Trail, Cherry Trail, Braswell, o Apollo Lake), memoria RAM de máximo 4GB, ausencia de disco duro tradicional y lectores ópticos y uso obligado de un disco SSD de máximo 32GB son algunas de la limitaciones impuestas por Microsoft para brindar un descuento en la licencia de Windows 10.
Sobrepasar este umbral de hardware mínimo ocasionaría que el fabricante tuviera que pagar el precio completo de la licencia de Windows 10 y por o tanto incrementar el precio final del dispositivo. Algo que de seguro no le molestará a los usuarios avanzados que buscan equipos de calidad, pero que si hace una enorme diferencia entre aquellos compradores que solo basan su decisión de compra en el precio final.
En otras palabras, si Microsoft no rebaja un poco más los costos para las licencias de equipos mas poderosos, es muy probable que los fabricantes no se vean fácilmente motivados a mejorar las especificaciones de los equipos, y sigamos viendo el mercado inundado de alternativas económicas debajo desempeño.