Ha llovido mucho desde aquel smog de 1952 en Londres pero el país aún está sumido en una batalla por rebajar las emisiones. Una guerra cuyo final pretende ser las cero emisiones en 2050 y una de las medidas para lograrlo puede ser que se requiera instalar un punto de carga para coches eléctricos por ley en cada hogar de nueva construcción.
En los últimos años la oferta de coches híbridos y eléctricos ha ido en aumento, pero es fundamental que para que se vayan adquiriendo haya una red de carga suficiente y parte de ello (o al menos en lo que se refiere a la comodidad de uso) puede radicar en la colocación de puntos de carga en casa. De este modo, la propuesta busca alentar al uso de estos vehículos con, en cierto modo, algo más de respaldo por parte de la ley.
Casa nueva, puesto de carga nuevo
Explicaba Chris Grayling, secretario de Transporte del gobierno de Reino Unido, que "hay ganas de un transporte más limpio y más verde" a tenor de los "niveles ultra-bajos de emisiones" que se han obtenido, según trasladan en Financial Times. Y con intención de que esta aparente motivación siga, lo que se ha propuesto es que todas las casas de nuevas construcción integrarán un punto de carga para vehículos eléctricos.
Un tipo de vehículos que según la publicación alcanza un 2,7% de los que se adquirieron en Reino Unido el año pasado. Cifra que queda muy atrás de las que vemos en países como Noruega, donde más de la mitad de los coches vendidos son eléctricos o híbridos (el primero en lograrlo de todo el mundo. Viendo además ejemplos como el de China, que cuenta con una industria muy potente de coche eléctrico, parece claro que en países como Reino Unido hay aún bastante que hacer por promover este tipo de vehículos.
Una carga cómoda y económica con el tiempo
Por ahora se trata de una propuesta, pero de aprobarse sería el primer país en establecer una medida así. Explica el Departamento de Transporte que instalando los puntos de carga en edificios residenciales supondrá un coste añadido de unas 976 libras esterlinas por plaza de aparcamiento en un hogar medio (unos 1.082 euros/1.218 dólares), si bien la idea es que al final conlleve una carga más económica para los usuarios.
Si no hay cambios, la medida tardaría unas 12 semanas en aprobarse tras haberse desvelado ayer lunes en una comunicación del gobierno británico. La norma afectaría a las casas y edificios residenciales de nueva construcción, pero estarían exentos aquellos hogares sin garaje ni plaza.
Además, se contempla que en 2020 todos los puntos de carga públicos de instalación nueva soporten pagos por tarjeta (de crédito o débito). Según CNBC, en la actualidad los usuarios de un coche eléctrico en Reino Unido pueden solicitar una subvención de hasta 500 libras esterlinas para la instalación de un punto de carga, así que veremos si esto sufre algún cambio.
De este modo, el país busca fortalecer su apuesta por este tipo de transporte y sobre todo por aliviar de emisiones sus calles. Hemos visto otros ejemplos de medidas como la de Francia de hace unas semanas, no promoviendo los puntos de carga sino prohibiendo la venta de coches de combustión a partir de 2040.