El juego de las minas es un popular cazaminas en línea que se promociona con frecuencia en redes como Instagram y Tik Tok. A medida que gana popularidad, más y más personas se familiarizan con su mecánica simple, y más y más personas se exponen también, sin saberlo, a sus riesgos.
Más allá de las dudas de que versiones distintas a la original proliferen en internet sin que los usuarios sepan cómo distinguirlas, hay reclamos válidos acerca de cómo maneja la información este popular pasatiempo.
Vamos a enumerarlas:
1. ¿Datos excesivos?
La primera preocupación ocurre al momento de abrir una cuenta para poder jugar. Si bien comenzar a jugar es notablemente fácil, los jugadores deben proporcionar información personal sensible, como una copia de su documento de identidad -además, con una selfie sosteniendo la identificación- y “un extracto bancario o factura de servicio público”.
Esta no es una práctica habitual en juegos en línea y plantea de inmediato serios interrogantes sobre el fin de esa clase de información, en especial en épocas en las que el robo de identidad es tan común.
2. ¿Problemas para cobrar?
Si bien en línea abundan videos de usuarios cobrando sus premios, no hay manera de saber cuáles son reales y cuáles hacen parte de la agresiva publicidad del juego de las minas.
Justamente, el juego ha ganado popularidad gracias al apoyo de influencers reconocidos como Yefferson Cossio, La Liendra y Luisa Castro, que no revelan en términos. Claros si lo que hacen es parte de una campaña pagada (con toda probabilidad lo es). Por lo mismo, los clips que supuestamente muestran a los felices ganadores retirando sus ganancias no pueden ser tomados automáticamente como genuinos.
Supongamos que juegas y supongamos que ganas. Aquí está el detalle: hasta que la entrega de tus documentos, esa que hiciste para empezar a jugar, sea autorizada, no podrás retirar ni un centavo. Y si planeas usar los canales de ayuda, suerte. El único que logramos identificar es una cuenta de Instagram.
Por eso, junto a los clips de los ‘ganadores’ aparecen también los reclamos de quienes se sienten estafados, o de quienes, incluso habiendo ganado, no han visto un centavo en sus cuentas.
3. ¿Venta de datos?
Y, encima de todo, no dejes de notar que, al momento de empezar a jugar, entregas a BBRBET una autorización para almacenar tus datos y para 'compartirlos' (es decir, venderlos) a sus socios, o a los socios de sus socios.
Eso quiere decir que tu nombre, datos de contacto y hasta la foto de tu ID pueden terminar en bases de datos de terceros. Con suerte, todo lo que harán será inundarte de publicidad.
En resumen, es mejor abstenerse de ingresar a sitios que no son reconocidos y que no tienen sistemas de respaldo o atención. Es más, en este punto no está claro quién vigila las actividades de lo que, en esencia, es un sitio de apuestas en línea.
Si has jugado a BBRBET y has proporcionado información personal, es importante que tomes medidas para protegerte. Pero, como siempre, lo más recomendable es no usar páginas que no pertenezcan a entidades reconocidas, rastreables, con presencia comprobable en el mundo real, no importa cuán atractivas sean las promesas de ganancias rápidas.