Pese a ser una votación nacional, ya se sabía que el reciente referendum británico iba a tener consecuencias internacionales, sobre todo tras haber sido mayoritaria la opción de dejar la Unión Europea. Algo que por la magnitud no pasará ni hoy ni mañana, pero que afectará a muchos niveles entre ellos el hecho de ser la sede (o una de ellas) de las grandes empresas. Y en relación a ello estas mismas ya empiezan a manifestarse abiertamente, como lo ha hecho recientemente Google.
Informaba ayer el WSJ de las declaraciones de Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google y presidente de Alphabet, que se une a las de otras compañías con referencia a la petición de estabilidad tras el Brexit. Hasta el momento Google (y Alphabet) mantenía el rol de discreto observador de los acontecimientos, pero ahora se ha unido a las manifestaciones. ¿De qué tienen miedo las empresas tecnológicas ante la victoria del Brexit?
Más vale lo conocido, que no es malo
El responsable de Google aprovechó ayer una conferencia en París para comentar su parecer (y el de su compañía) con relación a lo que puede pasar tras el referendum de Reino Unido. Schmidt resalta que no se espera ningún cambio en cuanto a la localización de las sedes de Google en Europa tras la votación, recordando las que tienen en Irlanda, Reino Unido, Francia y Alemania (las de España, intervenidas ayer por la Agencia Tributaria, casualmente no las menciona).
Su petición: Schmidt urge a Reino Unido y a la Unión Europea que "se mantenga la unificación tanto como sea posible" en lo referente a las políticas digitales. Su principal preocupación es que la salida de esta nación de la UE pueda desembocar en un cambio en estas políticas, haciéndolas más rígidas y dificultando su actividad de algún modo.
Europa sufrió con la separación de los mercados y no quiero que nada más se separe. Queremos que se mantenga igual o con los mínimos cambios posibles. Lo que esperamos es que haya una gran harmonía, así como la mayor unión posible.
Como decíamos, la manifestación de Google es la última tras algunas por parte de otras compañías que desde un primer momento decidieron salir para dejar su opinión. Hablamos por ejemplo de Microsoft, que como recogían en Bloomberg manifestaba que Reino Unido debía permanecer en la UE, y recordando que este hecho fue de gran importancia a la hora de abrir su primera oficina internacional en el país (en 1982). Así lo explicaba Mitchel Van der Beld, CEO de Microsoft en Reino Unido:
Historicamente, que Reino Unido haya formado parte de la UE ha sido una de las razones importantes para considerar al país como uno de los más atractivos en Europa para realizar las inversiones que hemos hecho.
HP, por su parte, tampoco permaneció en silencio, y expresó que el hecho de que Reino Unido abandonase la UE desembocaría en un impacto negativo en lo referente al empleo a largo plazo, la investigación, la inversión y la innovación en este país. Unas declaraciones que se atribuyen a Andy Isherwood, director de gestión de la compañía en el país.
La combinación de sus particularidades como centro global financiero y legal con la fuerza de las instituciones británicas ha hecho que Reino Unido sea un punto muy atractivo para las inversiones de las multinacionales.
A las declaraciones a favor de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (o a que su escisión no suponga cambios entorno a las políticas concernientes a sus inversiones) de Google, HP y Microsoft se unen las de Cisco y otras multinacionales tecnológicas. Pero, ¿de qué manera podría perjudicarles los futuros cambios derivados de la separación del país? Veamos por qué la unión hace la fuerza y, sobre todo, el interés.
Problemas en casa y más allá
A raíz de las consecuencias para el sector tecnológico de la votación por el Brexit (tanto para empresas grandes como pequeñas, así como otros sectores como el bancario), en Fortune hicieron un análisis de en qué grado esto podría afectar negativamente a estas empresas. Quizás lo primero que nos venga a la cabeza sea algo relacionado con impuestos o la eterna batalla de las políticas de privacidad entre Europa y Estados Unidos, pero la cuestión va más allá de esos aspectos.
Las nuevas fronteras
Uno de ellos es la recepción y envío de la mercancía, y de eso puede hablar muy bien una empresa tan fundamentada en la distribución como Amazon. Reino Unido ha sido durante muchos años un punto clave para la recepción y distribución desde aquí al resto de Europa (la compañía de hecho ha invertido más de 5.690 millones de euros en el país). Tras el resultado de la votación pues vienen las incertidumbres entorno a si el atravesar las fronteras se complica.
Si bien se ha dicho que aunque ganase el Brexit Reino Unido podría permanecer en el mercado abierto europeo, la Unión podría aplicar el castigo como ejemplo. Es decir, hacer la separación efectiva también a nivel de mercado aislándolos, de modo que a otros países se les quiten las ganas de hacer su propio Brexit, y si esto repercute efectivamente en complicaciones a nivel de aduanas y demás tanto Amazon como el resto probablemente tendrían que replantearse su estrategia.
Una plantilla poco británica
La inmigración es un asunto que también va más allá de lo social. ¿Cómo repercute a las empresas tecnológicas? Explica Sarah Wood, cofundadora y co-consejera ejecutiva de Unruly que tuvieron mucha dificultad para encontrar personal adecuado por el hecho de que hay pocos licenciados en matemáticas y ciencia en Reino Unido, lo que se traduce en que si la inmigración se ve tocada de algún modo podría repercutir en una plantilla con empleados internacionales.
Otra observación que hace aquí es el hecho de que cualquier traba a la hora de viajar podría traducirse en un parón del crecimiento y de la marcha de la compañía. En su caso por ejemplo suelen hacer rodajes de los empleados por otras oficinas europeas, y teme que el hecho de no pertenecer a la Unión Europea se traduzca en visados y otras complicaciones burocráticas, tanto para los viajes como para las contrataciones.
Adiós al Mercado Único Digital
Con la digitalización que todo ha sufrido desde la expansión de internet y los dispositivos móviles se hace muy necesario un respaldo legal que contemple todo lo que su uso y comercialización implica, y por ello la UE puso en marcha el proyecto de crear un Mercado Único Digital europeo. De esto hace ya más de un año y en su momento lo explicamos detalladamente aquí, hablando de las medidas que se incluirían con el fin de:
- Facilitar el comercio electrónico transfronterizo.
- Acabar con el bloqueo geográfico injustificado.
- Un umbral de IVA común, una mejor protección de los consumidores.
- La revisión de la Directiva sobre la transmisión por cable y satélite.
- Una paquetería más eficiente.
- Mayor protección para el consumidor.
Con Reino Unido fuera de la Unión quedaría también fuera de este Mercado, y esto tiene aspectos positivos y negativos a nivel de las empresas tecnológicas. Como introducíamos antes, es sabido de las batallas a nivel legal entorno a la privacidad debido a que la legislación actual europea impide que algunas funciones como el reconocimiento facial (que incorporan entre otras Google y Facebook a sus servicios) no puedan ponerse en marcha en los países de la Unión. Con Reino Unido fuera, esto podría cambiar en beneficio de las empresas dado que el país podría mostrarse menos restrictivo en este sentido.
La cara B es que quedarse fuera de este Mercado Único podría desembocar en que no se pudiesen mantener los costes marginales y se obtuviese menos beneficio. Esto probablemente afectaría a las ventas así como en los beneficios, y por tanto a la escalabilidad de las compañías tecnológicas.
Mucho cambio y mucho tiempo para pensar
Pese a la victoria del Brexit, como ya analizaron nuestros compañeros de Magnet la salida de Reino Unido de la Unión Europea no es un proceso sencillo y de hecho podría no producirse. No obstante, lo lógico es que se planifiquen las acciones en caso de que esta salida se produzca, sobre todo teniendo en cuenta las consecuencias económicas.
El miedo pues de estos gigantes está bastante fundamentado y no es de extrañar que Google haya salido a exponer su parecer aunque la votación ya haya sido efectiva con el resultado menos favorable tanto para ellos como para su competencia. Tampoco sabemos si tras el referendum se verán afectadas las relaciones internacionales entre el país y el resto de Europa de manera negativa y si las tensiones repercutirían en los acuerdos empresariales (o partnerships). Veremos cómo se desarrolla todo en los próximos años si finalmente hay salida de la Unión.
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En Magnet | Brexit: estas serán las consecuencias económicas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea