Entre el verano de 2017 y el de 2018, cinco infecciones por Vibrio vulnificus llegaron a los hospitales de la Bahía de Delaware. Una de ellas acabó con la muerte del paciente y otra, desembocó en la amputación de varios miembros. Durante los ocho años anteriores, entre todos los médicos de los estados de Delaware y Nueva Jersey solo se podía contar un caso parecido.
La V. vulnificus, responsable de casi 80.000 infecciones y 100 muertes anuales en Estados Unidos, también es conocida como la 'bacteria carnívora'. Era, por tanto, una vieja conocida del Centro de Control de Enfermedades norteamericano. Lo que tenía a todo el mundo fuera de juego era una sola pregunta: ¿Qué estaba haciendo ese maldito bicho tan al norte?
Un mundo de bacteria come-carne que ya estaba aquí (desde hace mucho)
¿Una bacteria tropical... "Creemos que los médicos deben ser conscientes de la posibilidad de que las infecciones por V. vulnificus se produzcan con más frecuencia fuera de las áreas geográficas tradicionales", escribieron los autores del Hospital Cooper University en Camden que investigaron el caso de la bahía de Delaware. La V. vulnificus vive en aguas oceánicas que están por encima de los 13 grados centígrados y, por eso mismo, era endémica de las aguas cálidas del Golfo de México.
...que come carne? Aunque los seres humanos suelen infectarse consumiendo marisco o pescado crudo contaminados, su nombre de 'bacteria come carne' se debe a las infecciones cutáneas. Es decir, las personas también pueden infectarse cuando una herida abierta entra en contacto directo con la bacteria en el agua de mar. Es ahí cuando puede llegar a causar 'fascitis necrotizante', una rara infección que destruye muy rápidamente la piel y el tejido muscular.
Eso sí: no hay que alarmarse Por suerte, la V. vulnificus es una bacteria oportunista. Es decir, la mayoría de personas infectadas solo desarrollan síntomas leves. Pero cuando encuentran una persona con un sistema inmune débil puede causar amputaciones graves y, como hemos visto, la muerte.
Pero tampoco bajar la guardia Sobre todo, si, como parece, no estamos preparados para hacer frente a este tipo de enfermedades. Estamos encontrando casos de V. vulnificus cada vez más al norte. Sin ir más lejos, se ha encontrado contaminación bacteriana en Noruega. Esto nos devuelve a una antigua certeza: que las epidemias del futuro no surgirán de un agente infeccioso nuevo y desconocido, sino que, como ha pasado en todas las "emergencia de salud pública de importancia internacional" por una enfermedad bien conocida que consigue un alcance (potencialmente) global.
Más allá del sensacionalismo de la bacteria "come-carne", nuestro mayor problema no es ella, sino el mensaje de que, impulsadas por el cambio climático, las enfermedades siguen expandiéndose a un ritmo muy superior del que se adaptan nuestros sistemas sanitarios. Si los expertos están en lo cierto, vendrán los monstruos, así que debemos estar preparados.
Imágenes | Camilo Jimenez