Ahora que la impresión 3D tal y como la conocemos se ha normalizado viene la ciencia a mostrarnos una posible evolución. Una técnica que permite imprimir en 3D un objeto de una vez, y no capa a capa como las impresoras actuales.
Es una nueva técnica cuyo cincel es la luz, en parte inspirada en cómo trabajan las tomografías computarizadas (los escáneres avanzados que se realizan en medicina para el diagnóstico por imagen). Y, aunque hay que perfeccionarla, según sus autores tiene una serie de ventajas sobre la impresión 3D tradicional.
Como un torno alfarero, pero con luz
Estos últimos años hemos visto como la impresión 3D cada vez tiene más aplicaciones y va mucho más allá de crear sencillos objetos. Por ejemplo, la impresión de comida es una realidad, e incluso lo es la de motores espaciales.
En este caso lo que ha creado un equipo de científicos de las universidades de Berkeley y Carolina del Norte es una "replicadora", descrita en un trabajo publicado hace unos días en Science. Y lo decimos así porque es como han bautizado al sistema, en honor a los dispositivos que aparecen en la saga 'Star Trek'.
Se trata de un sistema que modela un cilindro de acrilato (una resina) a partir de la luz, de modo que según la cantidad de ésta que recibe pasa de líquido a sólido. Esto ocurre debido a que la resina absorbe los fotones y se polimeriza cuando recibe cierta cantidad de éstos (es decir, las moléculas de unen, quedando una especie de plástico).
Una vez se ha expuesto a la luz, los líquidos son desechados y queda el objeto impreso, solidificado. El proceso de exposición dura unos dos minutos para modelar un objeto de unos pocos centímetros.
Una nueva técnica con detalles por pulir
Según Hayden Taylor, un ingeniero de la Universidad de Berkeley (California, Estados Unidos) que forma parte del equipo, el proceso es más flexible que la impresión 3D convencional, ya que permite crear objetos que contienen a su vez otros. Además, la superficie de éstos es más lisa y suave que en el caso de los objetos impresos por capas.
Eso sí, queda trabajo por hacer a nivel de la fidelidad de lo impreso con respecto al modelo, ya que no todas las impresiones quedan perfectas ni mucho menos. Pero los investigadores ven con buenos ojos la técnica y creen que puede evolucionar para convertirse en un método para imprimir componentes médicos.