El primer gran éxito de Apple fue, atención, la posibilidad de trabajar con hojas de cálculo. La llegada de Visicalc en 1979 convirtió en el Apple II en el objeto de deseo de financieros y empresarios, y eso desató la fiebre por las hojas de cálculo.
De todas ellas solo una quedó como absoluta referencia. Fue Microsoft Excel, que curiosamente apareció primero para los Macintosh en 1985 (qué cosas), y que lo haría después para Windows. Precisamente se cumplen 30 años de aquel lanzamiento de Excel 2.0 que fue la primera versión disponible para Windows, y una cosa ha quedado clara en todo este tiempo: digan lo que digan, tenemos Excel para rato.
Excel sigue muy vivo
Hace mucho que la ofimática dejó de ser el tema del momento. Ahora la conversación y el debate tecnológico están en otros lados, porque la hoja de cálculo es desde hace mucho un problema resuelto. Uno que Excel, desde luego, ayudó a resolver.
Lo hizo con una evolución prodigiosa que fue adaptándose a los tiempos y que creció en prestaciones y, desde luego, en complejidad. El soporte de programación y de las célebres macros permitió a Excel contar con una versatilidad impresionante, a lo que se sumó la integración de todo tipo de diagramas y gráficas que también crecieron en opciones a lo largo del tiempo.
Esa evolución se ha consolidado en las ediciones modernas, con unos Excel 2013 y Excel 2016 que han añadido más "inteligencia" a la forma de trabajar con las hojas de cálculo. En esa adaptación a los nuevos tiempos, claro está, es crucial el papel que ha tenido Office 365, la edición SaaS que permite trabajar con Excel y el resto de aplicaciones de la suite ofimática con un interesante modelo de suscripción.
Todos los que intentaron derrotar a Excel han fracasado
Tres décadas después de su aparición la suite ofimática de Microsoft sigue siendo referencia absoluta en buena parte de los segmentos de productividad utilizados tanto por profesionales como por usuarios finales.
El mercado, eso sí, no se ha quedado quieto, y las alternativas que primero trataron de robarle la cartera a Excel en el escritorio no lograron cuajar en el mercado.
Ocurrió con Lotus 123, Harvard Graphics y con WordPerfect en los 80, pero el problema de estas aplicaciones es que estaban desarrolladas por empresas distintas. Microsoft logró atraer a más y más usuarios con su agresiva política de licencias conjuntas, que negociaba con clientes que veían cómo el ecosistema de Microsoft resolvía sus problemas aun cuando las alternativas pudieran ser relevantes e incluso mejores en ciertas áreas.
Otros aparecieron más tarde con el auge de internet y sobre todo de los servicios en la nube. Zoho Office y sobre todo Google Docs, Sheets and Slides son alternativas muy llamativas para muchos usuarios, pero su problema es luchar contra el que se ha convertido en el estándar de facto en la industria. Esa realidad también ha hecho difícil que suites ofimáticas Open Source como LibreOffice u OpenOffice.org nunca hayan logrado una cuota de mercado significativa a pesar de sus buenas prestaciones.
¿Sigue siendo Excel necesario en las empresas?
Los ataques al modelo de Excel no solo vienen de alternativas en su mismo campo, sino de flujos de trabajo en los que la hoja de cálculo quiere ser erradicada del todo. Esta semana el CFO de Adobe, Mark Garrett, lanzaba una dura crítica al trabajo con Excel, y afirmaba que "no quiero que la gente que trabaja en planificación financiera pierda tiempo importando, exportando y manipulando datos, quiero que se centren en lo que los datos nos dicen".
Para este y otros directivos de este ámbito Excel no parece estar adaptándose bien a las necesidades de las unidades financieras. Entre los problemas a los que aluden expertos como Paul Hammerman, analista en Forrester Research, "Excel no fue diseñado para algunas de las tareas pesadas que las empresas necesitan en sus departamentos financieros".
Entre esas tareas pesadas están las de importar grandes cantidades de datos en un documento, algo que puede ralentizar el análisis de los datos, o los problemas que surgen a la hora de tratar de conectar Excel con otras aplicaciones y servicios utilizados en esas empresas. Ahí es donde nuevos rivales en la nube como Anaplan, Workiva o Adaptative Insightes permiten a los usuarios agregar y consolidar información de sistemas de gestión como los de Oracle o SAP de forma más potente.
La aparición de esas alternativas demuestra que en Excel sigue habiendo margen de mejora, pero lo cierto es que aún así su uso sigue muy extendido: según Ron Markezich, vicepresidente de la división Office 365, afirmaba recientemente que esta suite ya tiene 120 millones de usuarios mensuales, aunque no se revelaban los datos concretos del uso de Excel.
Sea como fuere, no parece que Excel flaquee demasiado 30 años después, y solo la propia inercia de esta aplicación ofimática parece indicar que tenemos Excel para rato. Felicidades, y a por otros 30.
En Xataka | He visto hojas de excel que nunca creeríais