Hoy en día las aplicaciones para ordenadores de sobremesa y portátiles han dado paso a aplicaciones móviles que inundan nuestros smartphones, pero la longevidad de esas soluciones es limitada, algo que nos lleva a preguntarnos una cuestión curiosa: ¿cuál es el programa informático más antiguo y que aún está en uso?
La respuesta nos lleva al Departamento de Defensa de los Estados Unidos, donde en 1958 se desarrolló una aplicación encargada de gestionar los contratos de los servicios para la administración. Aquel programa se desarrolló en COBOL, y es tan complejo y crucial que sigue funcionando hoy en día casi de la misma forma que hace 60 años.
Demasiado caro para sustituirlo
El llamado Mechanization of Contract Administration Services (MOCAS) apareció incluso un par de años de que COBOL estuviera aprobado formalmente como lenguaje. Cuando se comenzó a usar ni siquiera se usaba una pantalla y un teclado, sino tarjetas perforadas que eran la forma tradicional de realizar la entrada de datos en los ordenadores.
Aquel sistema logró irse adaptando a los nuevos tiempos... más o menos. En las siguientes décadas se adaptó el programa para que funcionará en terminales "de fósforo verde", como las que hoy en día se usan en ciertas aerolíneas, agencias de viajes, bancos o empresa de telecomunicaciones.
Hoy en día se ha hecho que MOCAS sea algo más usable conectándolo a una interfaz web con la que es posible controlar la aplicación, pero el sistema sigue siendo absolutamente vital: con él se gestionan 1,3 billones (con b de billón español) de dólares en obligaciones, y 340.000 contratos. El servidor en el que se ejecuta es modesto: un IBM 2098 E-10 de 2008 con 8 GB de RAM cuya potencia de proceso es de 398 MIPS.
El gobierno de los Estados Unidos sigue intentando sustituir esta aplicación por una alternativa más moderna, pero los esfuerzos pasados han hecho que de momento no sea factible esa opción: sería demasiado costoso y cualquier sistema debería solapar su ejecución perfectamente con la de esta aplicación para evitar que un entorno crítico como este tuviera problemas.
¿El espacio, la última frontera?
Aunque apareció casi 20 años después, hay al menos otro programa informático digno de mención en este repaso: el que se sigue ejecutando hoy en día en las sondas Voyager 1 y Voyager 2, lanzadas por la NASA en 1977 y que hoy en día ya siguen explorando zonas del espacio a las que jamás se había llegado.
Ambas naves son prácticamente idénticas incluso en su conjunto de tres ordenadores en los que se encuentra el subsistema de datos de vuelo, el de la computadora de comandos y el de control de "actitud y articulación". Estos sistemas logran que siga habiendo comunicación con la Tierra y que los instrumentos científicos funcionen.
El software de las sondas Voyager ha recibido actualizaciones que podríamos casi calificar como "OTA a lo grande", pero dichas mejoras han sido reducidas, algo lógico teniendo en cuenta que la memoria de estos ordenadores de a bordo se reducía a 70 KB. Se espera que estas sondas sigan funcionando hasta 2025: alrededor de ese momento dejarán de comunicarse con nuestro planeta, pero quién sabe cuánto más seguirán funcionando esos programas.
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