Hay una ola de videos porno grabados en lugares públicos en Colombia y nadie parece estar en problemas por cuenta de ello

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La pornográfica no es una industria nueva en Colombia. A medida que la tecnología amplía las plataformas disponibles para esta clase de contenido, quienes se dedican a producirlo las pueblan con rapidez, buscando siempre destacar en medio del paisaje. Es en este propósito que con lo que parece una cada vez mayor frecuencia encontramos figuras que están llevando, literalmente, su negocio a las calles, filmando escenas de sexo en lugares públicos.

Y no hablamos de aceras y en los callejones. En los últimos meses el país ha conocido episodios de creadores de contenido grabando videos porno "gonzo" en parques y centros comerciales, a menudo bajo las narices de las autoridades públicas.

Antes de repasarlos, dejemos algo en claro: es ilegal filmar un acto sexual -o, si a eso vamos, tener relaciones sexuales- en un lugar público. Puede que no tipifique propiamente un delito, pero sí cae en la categoría de "comportamientos contrarios a la convivencia". Una condena por esta clase de comportamiento conlleva una multa de 16 salarios mínimos diarios legales vigentes, más o menos medio millón de pesos.

Pero quienes producen estos videos no solo admiten que lo hacen, sino que evidentemente se lucran de la publicidad que les da el cubrimiento de sus ‘hazañas’.

En varias ciudades

Uno de los primeros casos conocidos en esta ola de videos se registró en Pereira. El escenario no fue otro que el Bioparque Ukumarí, un sitio emblemático de la ciudad. Tras recorrer el parque zoológico exhibiendo disimuladamente su cuerpo, la actriz del video termina sosteniendo relaciones sexuales en uno de los baños del lugar.

También los sitios icónicos de Medellín y sus alrededores son blancos frecuentes de quienes graban esta clase de contenido. Del Metro a la piedra del Peñol hay registro de ello en diversas plataformas.

En abril de 2023, en la capital antioqueña, medios divulgaron las escenas de un clip grabado en una cabina del sistema Metrocable. Aprovechando que iban solos, un hombre y una mujer grabaron el video, de algo más de cinco minutos de duración. 

Las autoridades rechazaron lo sucedido, pero no pudieron hacer mucho más y, al día de hoy, el clip sigue al aire en plataformas dedicadas a la pornografía.

Videos

Un año después, en Cali, una pareja de actores mantuvo relaciones sexuales a orillas del río Pance. Lo que al comienzo parecía un simple acto de exhibicionismo, resultó ser la producción de un videoclip que, de nuevo, rápidamente se popularizó en redes. Ese mismo año ocurrió un incidente similar al de Medellín, esta vez en una cabina del MíoCable.

Este mes, fue el turno de Bucaramanga. Allí, una creadora de contenido para adultos grabó un video sexual en el viaducto de la Novena, un puente que ha llegado a ser símbiolo de la capital santandereana. El clip dura casi diez minutos y registra un fugaz encuentro sexual en uno de los corredores peatonales del puente.

En todos los casos, los autores de estos videos dieron a conocer gustosamente sus identidades y, en al menos uno, confesaron sin problemas que la decisión de tener relaciones sexuales es una habitual estrategia de marketing.

En el centro comercial

El más reciente capítulo de este fenómeno tiene como escenarios a los centros comerciales, que no en vano aúnan mucho de la vida social del país. En 2021 Bucaramanga fue escenario, también, de uno de estos videos, cuando una conocida actriz de contenido para adultos se grabó recorriendo un centro comercial y, en lo que parecía ser un horario nocturno, con poca presencia de otras personas, realizando prácticas exhibicionistas para la cámara.

El caso más reciente ocurrió en Bogotá. Una creadora de contenido para adultos se grabó en los baños del centro comercial Hayuelos, en el occidente de Bogotá. El establecimiento comercial declaró que no autorizó la grabación -faltaba más-, pero resulta claro que poco puede hacerse para controlar lo que hacen las personas, solas, en la intimidad de los baños.

Una razón probable de la popularidad de estos videos es que representan un éxito potencial considerable con relativamente poco riesgo. Hablando en términos generales, el sexo en público es ilegal, pero sin una denuncia, y una parte afectada dispuesta a seguir un complejo y posiblemente costoso proceso legal, no es probable que resulte en un caso que llegue ante la Justicia.

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