Habrá quien lo considere error humano, habrá quien crea que era de espera e incluso quien lo vea como un giro del karma por habernos dedicado a ensuciar nuestros alrededores espaciales, pero el caso es que China perdió hace años el control de su estación espacial y ésta va a precipitarse en breve sobre la Tierra. De hecho, al parecer la estación espacial china Tiangong-1 caerá el próximo fin de semana.
Un trágico final (muy a lo Cassini, pero "sin querer") para una estación que orbitaba el planeta desde 2011, siendo de hecho la primera estación espacial que el país asiático lograba poner en órbita. Desde 2013, eso sí, permanecía inactiva una vez los astronautas que la habitaban regresaron y finalmente en 2016 se perdía el control de la misma.
¿Qué es Tiangong-1? (O mejor dicho, qué fue)
La Agencia Espacial China lanzó finalmente Tiangong 1 el 30 de septiembre de 2011, pese a que la idea era hacerlo en 2010 (se fue retrasando por diversos problemas a solucionar). Como nos recordaron en Naukas, albergó a seis astronautas entre 2012 y 2013 los seis astronautas (de las misiones Shenzhou 9 y 10) durante unos quince días en total, entre los cuales figuraban las dos primeras mujeres astronautas chinas (Liu Yang y Wang Yaping).
A diferencia de la Estación Espacial Internacional, se trata (o trató) de un complejo compacto y pequeño, de hecho es el laboratorio orbital tripulado más reducido de la historia, con unos 10 metros de longitud y 3,35 de diámetro. Su peso es de 8.500 kilogramos, acercándose más a la masa de naves como las Dragon y alejándose del peso de complejos espaciales de naturaleza similar, como la MIR rusa (de unas 120 toneladas).
Tiangong-1 fue colocada originalmente en una órbita de 198 x 332 kilómetros de altura y 42,8 grados de inclinación, siendo elevada más adelante hasta los 336 x 353 kilómetros y elevándola de manera regular unas dos veces al año para compensar el rozamiento (cuanto más alta, menos rozamiento debido a la atmósfera). Todo esto antes de que se perdiese su control en 2016.
Según citaban en Naukas, a principios de este año la estación china ya se encontraba a unos a unos 264 x 288 kilómetros de altura (de esos más de 336 x 353 kilómetros), y su altura se ha reducido progresivamente hasta que llegue el punto de que finalmente contacte con la atmósfera de nuevo. Pero no, como veremos a continuación no habrá que salir a la calle con miedo de que nos caiga un cacho de Tiangong-1 en cuanto nos despistemos.
Pekín, tenemos un problema... O eso creemos
Para ponernos un poco en contexto podemos ayudarnos de lo que nos contaban en Magnet a principios de este año. La Agencia Espacial China anunciaba en septiembre de 2016 que la estación espacial Tiangong-1 había quedado a la deriva, de modo que su órbita se estaba degradando progresivamente, y no podría realizarse la reentrada controlada que estaba prevista.
Esto indicaba que inevitablemente se iba a precipitar sobre la atmósfera terrestre, pero en ese momento no se sabía ni dónde ni cuándo. Únicamente se tenía el cálculo de que caería entre el paralelo 43 norte y el 43 sur, si bien se dijo 2017 y finalmente se acercará este año.
¿Dónde caerá exactamente?
El problema es que no se puede saber, dado que como explican en The Guardian Tiangong-1 viaja a unos 27.000 kilómetros/hora, una velocidad que impide cualquier predicción certera. Se mantiene esa localización estimada entre paralelos por su órbita, pero es una zona bastante amplia como podemos ver en la web Satflare, donde además nos muestran la ubicación de la estación a tiempo real.
Otro observatorio que tiene los ojos puestos en Tiangong-1 es el Instituto Fraunhofer de Física de alta frecuencia y Técnicas de radar (Fraunhofer FHR). Concretamente los ojos de su potente sistema de radares y usando señales en las bandas de frecuencia Ku e I, siendo observaciones que según recoge Space.com sirven de ayuda a la ESA y al Centro Espacial de Advertencias Situacionales de Alemania.
Worldwide unique radar images of Tiangong-1!
— Fraunhofer FHR engl. (@Fraunhofer_FHRe) 21 de marzo de 2018
Researchers at Fraunhofer FHR monitor re-entry of Chinese space station Tiangong-1 #reentry #Tiangong1 #radar #radarimage #spacedebris https://t.co/WtVSR6omIt pic.twitter.com/QBCit0dp3v
En las imágenes que adquirieron desde este centro, la estación espacial rondaba los 29.000 kilómetros/hora y orbitaba a 270 kilómetros (aproximadamente la altura que comentábamos antes a principios de 2018). Además, se centraron en la rotación de la estación, dado que este factor puede determinar el momento específico del impacto en la Tierra.
¿Y cuándo?
Hay zonas de España en las que es una tradición volar una cometa el día de Pascua, pero puede que esta vez la cometa corra a cargo del propio firmamento porque el día estimado para la caída es el 1 de abril de 2018.
Es decir, domingo de Pascua o April's Fools Day, un día bastante marcado para dejarse caer pro aquí (nunca mejor dicho), aunque esto no significa que nos vaya a chafar la fiesta, de hecho quizás sean unos convenientes fuegos artificiales.
Que no cunda el pánico
Cuando hablamos de destruir basura espacial ya mencionamos que uno de los métodos es la reintroducción controlada en la atmósfera. De hecho, en eso quieren basar su negocio en Astroscale y ése fue el método elegido para el Grand Finale de nuestra querida Cassini, como recordábamos al inicio.
Esto es debido a la degradación que implica esta entrada por la fricción y la velocidad, haciendo que se desintegre al menos parte de su estructura. Es por ello que cabe matizar que aún siquiera puede hablarse de impacto como tal, ya que como recordaban en Magnet hay 1 entre 10.000 posibilidades de que algo de Tiangong-1 golpee a alguna persona o edificación, a parte de que una gran parte del territorio entre esos dos paralelos está deshabitado o es océano.
De ahí que digamos que no hay por qué temer ni considerarlo un peligro. El domingo será un buen día para descansar y salir sin temer que un fragmento de vehículo espacial nos agujeree la cometa o nos dé directamente, y como ya dijeron en Naukas no hay que alarmarse (y, como siempre, mejor huir de voces alarmistas injustificadas). De hecho, según los cálculos de la NASA que citaban en The Guardian la posibilidad de que nos dé un pedazo de un objeto de unas 6,5 toneladas y media a alguien son mucho menores, hablando de una entre 21 billones.
Imagen | Instituto de Estrategia En Xataka | Así nos preparamos para evitar el impacto de asteroides contra la Tierra: si no puedes con el enemigo, desvíalo