Convertirse en la primera empresa privada en lograr un alunizaje exitoso no es el único hito alcanzado por la misión Blue Ghost de Firefly Aerospace, pues esta nave ya se encuentra en la zona del mar lunar de Mare Crisium realizando estudios clave para los futuros viajes tripulados del programa Artemis de la NASA.
De hecho, esta misión es la punta de lanza del programa Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la agencia espacial estadounidense, que busca involucrar al sector privado en la entrega de cargas útiles a la Luna y futuros planes de exploración al planeta Marte.
Esto no solo allana el camino para futuras colaboraciones, sino que además busca demostrar la viabilidad de las misiones lunares comerciales, lo que podría fomentar una mayor innovación y flujo de inversión por parte de grandes empresarios y corporaciones. Dos grandes ejemplos son SpaceX de Elon Musk y Blue Origin de Jeff Bezos.
Y aunque dar inicio a la economía lunar aún es un objetivo a largo plazo, lo cierto es que Blue Ghost está haciendo avances históricos para el futuro de la exploración espacial y estás son cinco formas en las que ya lo logró.
Transmisión de alunizaje en alta calidad

Firefly Aerospace la empresa responsable de la misión, compartió material visual de alta definición que mostró con gran claridad el momento del descenso y el impacto controlado del módulo en el que viajaron diez instrumentos científicos y tecnológicos.
Las imágenes capturadas de la maniobra mostraron con gran detalle la sombra del módulo, proyectándose sobre la superficie lunar mientras el polvo levantado por los motores de descenso caía lentamente.
Este nivel de nitidez fue posible gracias al sistema de cámaras esteréo para estudios de la superficie lunar (SCALPSS), que capturó resultados que aún se están analizando, pues podrían ayudar a arrojar luz sobre los efectos que tienen las columnas de humo de los motores en la superficie lunar.
GPS en la Luna por primera vez

El Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE), a bordo de la misión Blue Ghost, logró recibir por primera vez señales de los sistemas de navegación por satélite terrestres, como el GPS y Galileo, desde la superficie lunar.
El experimento demostró que las señales GNSS pueden utilizarse para determinar la posición y el tiempo en la Luna, lo que representa un avance significativo para futuras misiones de navegación y exploración lunar.
Hasta ahora, la localización en la Luna dependía de sensores internos, mapas preestablecidos y señales de rastreo desde la Tierra, lo que requería una supervisión constante a 362.000 km de distancia.
El LuGRE está optimizado para captar señales GNSS débiles y cuenta con una antena de alta ganancia de 14 decibelios. Sus objetivos incluyen verificar la recepción de señales GNSS en la Luna, caracterizar el entorno de estas señales y recopilar datos para diseñar receptores GNSS optimizados para uso lunar.
Misión durante un día lunar

Durante un día lunar completo (aproximadamente 14 días terrestres), la misión llevará a cabo operaciones de investigación que incluyen perforación, recolección de muestras con datos sobre las propiedades del regolito lunar.
Para esta tarea, el brazo de acceso a la superficie del módulo implementó el Lunar PlanetVac (LPV), que fue desarrollado para recolectar y transferir eficientemente el suelo lunar desde la Luna a otros instrumentos científicos o contenedores de retorno de muestras sin depender de la gravedad.
En cuanto a los experimentos de mitigación de polvo, Blue Ghost cuenta con el Electrodynamic Dust Shield (EDS), una tecnología destinada a mitigar los efectos del polvo lunar en equipos y superficies, un desafío que afectó a las misiones Apolo y es crucial para futuras exploraciones.
Estudio del interior de nuestro satélite

El encargado de estudiar el interior lunar, proporcionando datos sobre la estructura y composición del manto de la Luna, es el instrumento Lunar Magnetotelluric Sounder (LMS) que utiliza técnicas magnetotelúricas para exploración geofísica.
Además, es capaz de medir los campos eléctricos y magnéticos en la superficie de la Luna para inferir la conductividad eléctrica de las capas internas.
Estos datos ayudarán a revelar detalles sobre la diferenciación y la historia térmica de la Luna, proporcionando una mejor comprensión de la evolución de cuerpos planetarios rocosos. El LMS tiene la capacidad de sondear hasta profundidades de aproximadamente de más de 1.100 kilómetros (alrededor de dos tercios del radio lunar).
Estudio de eclipse solar total desde la Luna

Uno de los objetivos destacados de esta misión es la captura de imágenes de un eclipse solar total que ocurrirá el 14 de marzo de 2025, observado desde la superficie lunar.
Para esto se utilizará a LEXI, un telescopio de rayos X de amplio campo de visión diseñado para capturar imágenes de la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre desde la superficie lunar.
Al operar en el rango de rayos X suaves, proporcionará una perspectiva única de cómo el viento solar impacta y moldea la magnetosfera, la región dominada por el campo magnético de la Tierra. Esta información es crucial para comprender mejor el clima espacial y su influencia en las tecnologías y sistemas terrestres.
Entrar y enviar un comentario