Aunque el Mobile World Congress (MWC) 2023 se inicia formalmente el lunes 27, tradicionalmente las marcas presentes comienzan a hacer sus anuncios desde antes de que se abran las puertas en Barcelona. Este año fue Nokia quien dio el pistoletazo de salida con un evento en el que reveló, además de un logo renovado, una nueva visión para el papel que la compañía finlandesa deberá desempeñar en el futuro más y menos inmediato.
Nokia ya había anunciado sus productos antes del MWC, y planea mostrarlos en su stand en el congreso. Por eso, la sesión del domingo estuvo enfocada en principios, pilares, objetivos y fue, en ese sentido, mucho más filosófica de lo que se esperaba.
El primero en hablar fue, como corresponde, el CEO de la compañía, Pekka Lundmark, que inauguró el evento repasando los objetivos corporativos de desarrollo sostenible del negocio, inclusión en el acceso digital y productividad enfocada en la industria.
Lundmark enumeró también los seis pilares que, dijo, guiarán a la empresa en los próximos años y reveló el nuevo logo, integrado por cinco formas diferentes que forman la palabra Nokia en una gama de colores.
"Hoy compartimos nuestra estrategia tecnológica con un enfoque en liberar el potencial exponencial de las redes, siendo pioneros en un futuro donde las redes se encuentran con la nube. Para señalar esta ambición, estamos actualizando nuestra marca para reflejar quiénes somos hoy: un líder en innovación tecnológica B2B. Esto es Nokia, pero no como el mundo nos ha visto antes", dijo el CEO.
Más que una marca de celulares
Si algo dejó en claro el discurso de su CEO, es que Nokia ya no quiere ser conocida simplemente como una marca de electrónica de consumo, un paisaje que llegó a dominar alguna vez, y desea enfocar sus acciones de los próximos años para consolidarse como líder en el paisaje de la tecnología para negocios.
Por eso, Lundmark dibujó un mundo en el que sea Nokia la que ayude a las industrias a manejar procesos completamente automatizados, en los que no sea necesaria la intervención habitual de operadores humanos (dio el ejemplo de una planta de generación de energía eléctrica) o en el que sea posible crear ‘gemelos digitales’ de industrias completas para analizar y modificar aspectos críticos sin detener la producción.
Llama la atención que, cuando algunos de sus principales abanderados, como Meta, parecen haberle bajado a la causa del metaverso, el CEO de Nokia se mostró seguro de que el futuro será ese, pero no como se nos ha presentado hasta ahora.
Olvide los avatares sin piernas. Para Nokia, el uso sin explorar del metaverso en la industria es donde reside su valor, y por eso indicó su voluntad de participar en usos empresariales que vayan más allá de las reuniones virtuales y que se enfoca en usos industriales en materia de seguridad y productividad.
El metaverso, como lo proyecta Nokia, surgirá de dos tendencias más amplias: el aumento humano y la fusión de lo digital y lo físico. Se expandirá aún más para 2030 a medida que todos los dispositivos físicos conectables estén conectados. Los objetivos principales del aumento humano son la mejora de las interfaces humano-computadora y la creación de experiencias totalmente inmersivas. Los complementos como gafas VR, gafas de realidad extendida (XR), retroalimentación háptica controlada a distancia e interfaces cerebro-máquina permitirán a los usuarios interactuar en el metaverso.
La fusión digital-física implica la creación y manipulación de representaciones dinámicas de objetos, sistemas y procesos del mundo real en el mundo digital. Los gemelos digitales de vehículos, almacenes y líneas de producción ya son utilizados por las modernas instalaciones de fabricación y logística para aumentar la producción, reducir los costos y mejorar la seguridad de los trabajadores. Para 2030, asegura la empresa finlandesa,esta tecnología será ampliamente utilizada en todas las empresas.
“En 2027, el principal tráfico de la red serán realidades extendidas. El video no será más el tipo de contenido más consumido de la red”, puntualizó Lundmark.
Pensando en 6G
Finalmente, el directivo de Nokia expresó su convicción de que, mientras el 5G avanza en el mundo (mientras Colombia se queda rezagada), hay que empezar a pensar en lo que el 6G debe ofrecer y, de nuevo, son los usos industriales los más llaman su atención.
Para eso, Nokia trabaja con una serie de aliados, entre los que se cuenta Bosch. Las dos empresas anunciaron que han desarrollado conjuntamente tecnología de posicionamiento de precisión para la Industria 4.0. Una prueba de concepto en una planta de producción de Bosch en Alemania ya alcanzó, dijeron, una precisión de menos de 50 cm en el 90 por ciento de la fábrica.
Esta tecnología de posicionamiento rastrea dispositivos móviles y portátiles conectados a la red 5G, determinando con precisión sus posiciones donde no hay cobertura de servicio global de navegación por satélite disponible, por ejemplo, en fábricas, almacenes o instalaciones subterráneas. Como parte de la prueba de fábrica, una red privada 5G mejorada pudo determinar la posición precisa de activos como vehículos guiados automatizados (AGV), robots móviles y paneles de control móviles, rastreando sus movimientos en toda la planta en tiempo real.
La prueba se basa en 5G, pero la meta, a futuro, es llevar eso todavía más lejos, usando redes de sexta generación. “Una precisión de unos cuantos metros basta para usar el GPS en un celular, pero si fuera el criterio en una fábrica, tendrías drones estrellándose contra las paredes”, dijo Lundmark, para quien la meta es crear sistemas con precisión de no más de un centímetro, en tres dimensiones, antes de que termine la década.