Desde hace 600 años, la isla japonesa Okinoshima es un lugar sagrado en el que se realizan rituales para orar por la seguridad de las embarcaciones o de las misiones diplomáticas. Desde ese entonces, en la isla solo es permitida la presencia de hombres, pero la razón por la que no pueden ingresar las mujeres no está clara. Algunos dicen que es debido al periodo, otros creen que como los viajes a Okinoshima solían ser muy peligrosos, las mujeres tenían prohibido navegar al lugar para protegerlas.
Pero la prohibición de las mujeres no es la única condición que persiste en la actualidad. Para ingresar a dicha isla, los visitantes hombres deben desnudarse y realizar un ritual de limpieza, además de abstenerse de revelar lo que ocurre durante su estadía en dicho lugar.
La noticia es que, pese a las circunstancias, la UNESCO decidió incluir el lugar en la lista de Patrimonios Mundiales, y aunque esto ocurra, Okinoshima no tiene pensado realizar ninguna excepción con el tema del ingreso de mujeres a sus tierras.
"Nuestra postura se mantendrá sin cambios, incluso si está registrado en la lista del Patrimonio Mundial", dijo un funcionario de Munakata Taisha al Mainichi Daily. "Seguiremos controlando estrictamente las visitas a la isla".
Vale la pena aclarar que e Patrimonio Mundial es un título conferido por la UNESCO a sitios específicos del planeta que han sido propuestos y confirmados para su inclusión en la lista mantenida por el Programa Patrimonio de la Humanidad. El objetivo de dicho programa es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad.
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