Hace una década los portátiles eran máquinas especialmente caras, pero de repente surgieron alternativas económicas y con una relación precio/prestaciones inigualable. Los netbooks se convirtieron en un fenómeno de masas, pero acabaron desapareciendo del mercado pocos años después víctima de los tablets y de portátiles "completos" a buenos precios.
Ahora el concepto parece volver a la vida con algunos proyectos que se quieren nutrir de los servicios de financiación colectiva para hacerse realidad, pero en realidad los netbooks tienen sucesores claros en un segmento en alza: los tablets convertibles, sobre todo los que empiezan a llegar de fabricantes chinos.
Una década atrás el netbook era el rey
Probablemente el detonante de la fiebre netbook fue un producto que ni siquiera estaba pensado para las grandes masas. El proyecto One Laptop Per Child (OLPC) pretendía facilitar el acceso a la tecnología a los niños de países en desarrollo, y su pequeño portátil —que entre otras cosas se podía cargar con una singular manivela— planteaba una opción muy interesante.
El proyecto tuvo un alcance importante, pero sobre todo fue visto como un desarrollo que también podía tener sentido en mercados desarrollados. Fabricantes como ASUS hicieron de sus Eee PC todo un éxito, pero en realidad muchos otros compitieron por un mercado que se convirtió en viral: muchos usuarios veían al netbook como una herramienta modesta pero versátil.
Aquella explosión de netbooks se encontró pronto con críticas lógicas y razonables: aquellos precios hacían que el hardware fuera modesto, los materiales y construcción "discutibles" y las prestaciones escasas para quienes creían que un netbook podría ofrecerles una experiencia cercana a la de un portátil tradicional.
En muchos casos esas expectativas no se cumplían, algo que ayudó a que portátiles tradicionales mejor preparados pero que abarataron sus precios acabaran ayudando a la desaparición de esos netbooks, que sobre todo se vieron arrinconados por los nuevos productos estrella: los tablets que iniciaron su particular época viral con el lanzamiento del iPad en 2010.
Nuevos proyectos a la vista
Parecía que el concepto del netbook había desaparecido, pero ahora diversas campañas de financiación colectiva parecen querer recuperar el concepto. Janko Mrsic-Flogel, CEO de Planet Computers, explicaba en una entrevista reciente como "es un poco como cuando Volkswagen trajo de vuelta el Escarabajo".
Esta empresa es la responsable del desarrollo del Gemini, un dispositivo que nos recuerda a los legendarios Psion Series 45, aquellas PDAs con teclado físico que tenían un formato aún más reducido que el de los netbooks y que planteaban una apuesta anterior pero similar a la de aquellos portátiles de bajo coste.
Como los Psion Series 5, estos Gemini destacan por un teclado que ha sido diseñado por quien también diseño el de aquellos dispositivos de Psion. Además de ello cuentan con un hardware y un software típicos de un dispositivo Android, permitiendo así acceder a un smartphone con teclado físico que según los creadores permite a la gente teclear de forma mucho más cómoda.
"Los dispositivos de hoy en día están más orientados al consumo que a la creación", explicaba Mrsic-Flogel. Este dispositivo es mucho más versátil que los tablets con teclado, afirma este desarrollador, pero no muchos parecen compartir su opinión.
De hecho otros han intentado acercar este tipo de idea al mercado actual. BlackBerry acaba de presentar su KEYone— y no parece que este tipo de oferta convenza a la mayoría de usuarios convencidos ya de que el teclado virtual en pantalla es "lo suficientemente bueno", sin contar que otros sistemas de interacción como la voz van ganando cada vez más fuerza en estos dispositivos.
Sea como fuere, el Gemini no es el único producto que trata de rescatar algunas de las ideas de los netbooks originales. Otro desarrollador llamado Michael Mrozek lleva tiempo trabajando en el DragonBox Pyra, sucesor de OpenPandora, un miniportátil con pantalla de 5 pulgadas y basado en Linux, además de contar con controles para videojuegos integrados con el teclado QWERTY.
También están los productos de la firma china GPD, que desde hace tiempo comercializa consolas portátiles basadas en Android o en Windows y que acercan prestaciones interesantes a quienes buscan un formato distinto.
Gemini ya ha logrado recaudar casi medio millón de dólares en IndieGogo, Pyra ya lleva más de 1.000 pedidos (el modelo más barato cuesta 600 euros) y el nuevo GPD Pocket 7.0 ha recaudado nada menos que 2,1 millones de dólares con su última campaña en Indiegogo.
Eso demuestra que las propuestas interesan. Puede que el diseño de estos dos dispositivos sea singular, distinto a lo que vemos en otros fabricantes que buscan otras prestaciones y otro mercado, pero eso no importa. Son productos que como Mrozek y Msic-FLogel admiten no son atractivos para grandes fabricantes como Samsung o Apple, pero que sí son atractivos para un nicho de mercado que no es en absoluto despreciable: calculan que la demanda mundial podría ser de unas 10 millones de unidades. Ese buen comportamiento en esas campañas de financión deja claro que los proyectos tienen sentido para ciertos usuarios.
La otra alternativa, tablets convertibles "baratas"
Esas propuestas se mezclan con otras cada vez más populares: los tablets convertibles que se han popularizado gracias al éxito de los Surface Pro de Microsoft o a los más recientes iPad Pro de Apple han acabado convirtiéndose en una tendencia de mercado similar a la que generaron los netbooks.
De hecho todos los pequeños y grandes fabricantes parecen haber aceptado que el tablet debe evolucionar hacia un formato que lo convierte en un producto más versátil y más preparado para la producción y no solo el consumo de contenidos.
Lo mejor de todo es que las propuestas de los fabricantes han ido adaptándose a todas las necesidades, y frente a soluciones como las mencionadas que suelen tener precios que parten de los 800-1000 euros, han ido surgiendo alternativas mucho más económicas pero cada vez más relevantes.
Esas propuestas llegan sobre todo de fabricantes chinos como Chuwi, Teclast, Onda o Jumper, cuyos tablets suelen estar basados en procesadores Intel Atom y ofrecen sistemas duales con Windows 10 y Android e incluso con alternativas llamativas como Remix OS. Esos tablets convertibles (y en algunos casos portátiles de bajo coste) cuentan con teclados desplegables similares a los que ofrecen Microsoft o Apple en sus productos, y los usuarios pueden ofrecer a parte de las prestaciones de esos dispositivos de gama alta por precios muy competitivos que oscilan entre los 200 y los 400 euros pero que pueden incluso bajar de esa barrera.
Son muchos por tanto los que buscan recuperar la idea original de los netbooks, y parece que todos estos formatos tienen su sitio gracias a las diversas necesidades de los usuarios. Puede que los netbooks de hace una década no vuelvan como tales, pero sí con nuevos y (creemos) mejores formatos y prestaciones.
Imagen | Wikipedia
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