Si hay un portátil basado en Windows que se haya convertido en un referente claro en los últimos años, ese ha sido el Dell XPS 13. Desde que la empresa presentara su nueva generación en el CES de 2015 su éxito ha sido notable, y año tras año hemos ido viendo cómo la idea básica se mantenía en su esencia para refinar poco a poco detalles que han hecho de este equipo una apuesta segura para muchos usuarios.
En la iteración de 2020 el Dell XPS 13 (9300) llega con algunas sorpresas, no obstante. El nuevo formato de pantalla 16:10 y marcos aún más delgados convierten a este portátil en una versión aún mejor aprovechada que vuelve a dar más prestaciones en menos volumen y que se renueva no solo por fuera, sino también por dentro. Este es nuestro análisis de esta nueva iteración del Dell XPS 13.
Ficha técnica del Dell XPS 13 (9300)
Las especificaciones de los nuevos Dell XPS 13 vuelven a ser sólidas, y en ellas destaca especialmente esa pantalla que puede llegar a resoluciones de 3.840 x 2.400 (lo que significa que va más allá de las resoluciones 4K UHD) y que además se une al llamativo formato 16:10 y a un brillo que puede llegar a los 500 nits.
Dell XPS 13 (9300) | |
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Pantalla | 13,4 pulgadas, formato 16:10 |
Procesador | Intel Core i3-1005G1 |
Gráficos | Intel UHD Graphics |
Memoria | Hasta 32 GB de RAM LPDDR4X a 3.733 MHz |
Almacenamiento | 256 GB / 512 GB / 1 TB / 2 TB PCIe 3.0 SSD |
Conectividad | Wi-Fi 6 + Bluetooth 5.0 |
Puertos | 2 x USB-C (Thunderbolt 3 / USB 3.1 Gen 2), auriculares |
Sonido | 2 x 2 W Waves MaxxAudio Pro |
Batería | 52 Wh |
Otros | Webcam 720p HD, lector de huella dactilar |
Dimensiones | 295,7 x 198,7 x 14,8 mm |
Peso | 1,2 (no táctil) / 1,27 (táctil) kg |
Precio | Desde 999,99 euros |
EL soporte de la tecnología Dolby Vision HDR hace de estas pantallas otro elemento interesante más para disfrutar de todo tipo de contenidos que saquen provecho de ella, y aquí tenemos diversas variantes tanto en resolución como en contraste o en el soporte o no de tecnología táctil en pantalla.
No hay grandes sorpresas en la elección de componentes: podremos ir desde los Core i3-1005G1 de las configuraciones básicas a los Core i7-1065G7 de las más ambiciosas. El margen de maniobra de todos ellos es más que aceptable, aunque hay que señalar que se trata de modelos de la familia de microprocesadores con un TDP de 15 W de Intel, interesantes pero no destinados a cargas súper intensivas de trabajo.
Tampoco podremos presumir de demasiada potencia gráfica, aunque las gráficas integradas Intel Iris Plus del Core i7 son desde luego un buen acompañante que podrá dar cierta alegría con juegos poco exigentes.
No es esta la función de estos equipos, pero hay buenas noticias aquí porque contamos con dos puertos USB-C con interfaz Thunderbolt 3 que podremos usar para conectar gráficas dedicadas externas a través de cajas eGPU.
Las opciones de conectividad son algo escasas por la ausencia de puertos USB-A convencionales, pero al menos Dell tiene aquí el detalle de proporcionar un adaptador de USB-A a USB-C. Donde sí hay buenas noticias es en el soporte del nuevo estándar Wi-Fi 6 —si queremos aprovecharlo necesitaremos un router o punto de acceso compatible— y también de Bluetooth 5 como parte de esa certificación 'Project Athena' de Intel.
Diseño: bienvenidos al formato 16:10
Durante años Dell ha aprovechado el formato 16:9 panorámico en las pantallas de sus portátiles XPS, pero con este modelo hace un cambio sensible y llamativo: da el salto al formato 16:10. ¿Qué significa eso?
Pues que la pantalla es algo menos panorámica, por decirlo de algún modo. Eso se nota también en la resolución, que en este equipo va desde los 1.920 x 1.200 (antes 1.920 x 1.080) a los 3.840 x 2.400 (antes 3.840 x 2.160), lo que hace que el usuario disponga de más información en la dimensión vertical.
Ese cambio se explica por la reducción del marco inferior, que en anteriores modelos había sido el único claramente presente en la pantalla: el resto de los marcos llevaban años siendo excepcionalmente delgados, y de hecho Dell bautizó esas pantallas como 'Infinity Display' precisamente por esos marcos aunque el inferior siguiera siendo pronunciado.
Con los nuevos Dell XPS 13 (9300) ese marco se reduce de forma notable lo que le permite al fabricante ganar en diagonal pasamos a una diagonal de 13,4 pulgadas frente a las 13,3 de anterior modelos, pero también a ese formato 16:10 que como decimos favorece esa ganancia de resolución vertical que sin duda será bienvenida por todos los usuarios.
La reducción de esos marcos en todas las dimensiones hace que contemos con el Dell XPS 13 con mejor aprovechamiento del frontal de toda la historia: en este caso se llega a un 91,5% del total ocupado por la pantalla.
Aquí nos beneficiamos además de una de las últimas mejoras que se añadieron ya en el Dell XPS 13 (9380) de 2019: la inclusión (al fin) de la webcam en el marco superior. Este componente es compatible además con la tecnología Windows Hello por primera vez, lo que permitirá que disfrutemos de la tecnología de reconocimiento facial.
En todo lo demás el diseño de los nuevos portátiles de Dell sigue siendo conservador, y es que los años han demostrado a Dell que una vez mas el "si funciona, no lo toques" es un argumento convincente.
Volvemos a encontrarnos con un chasis de aluminio salvo en la parte del teclado, protegida con esa textura de fibra de carbono tan característica ya de estos portátiles y que transmite esa bienvenida calidez: cuando posamos las muñecas para escribir ya no tenemos ese frío tacto de las superficies de aluminio habituales, sino la casi "acogedora" textura de toda esa superficie con ese ya tradicional acabado.
El teclado se extiende a lo largo de toda la longitud de un equipo que es más compacto que nunca gracias a la reducción de marcos. Aún así las teclas son de buen tamaño (un 9% más grandes que anteriores iteraciones) gracias a un nuevo diseño y tienen una disposición destacable. Es un teclado ligeramente más ruidoso que las anteriores generaciones, pero la sensación que transmite al usarlo es fantástica.
En nuestro análisis trabajamos con un modelo con una disposición del teclado en inglés, pero en nuestro país se venderá el modelo con disposición de teclado en español. En ese teclado —que tiene dos niveles de retroiluminación— contamos con la presencia destacada del lector de huella dactilar compartiendo funciones con el botón de encendido del equipo.
Dell no hace uso de ninguna serigrafía en este botón, algo que choca y que hace parecer que se trata de una tecla "olvidada". No lo está ni mucho menos, y cumple esas dos importantes funciones en este portátil.
Esa misma acotación del espacio disponible también afecta al touchpad, que aun teniendo un tamaño suficiente —de hecho crece un 17%, algo destacable— no puede competir con esa tendencia que acompaña a equipos más voluminosos y que permiten contar con paneles enormes.
El tacto es el característico de los touchpad de los Dell XPS, algo más cercano a la sensación que transmite el plástico que la que transmite el cristal, pero su respuesta y el soporte de gestos de Windows 10 es impecable.
El diseño exterior tampoco cambia: ese característico formato cuña vuelve a ser protagonista aunque con el tiempo las opciones de conectividad se han reducido. En este modelo, por ejemplo, contamos con un puerto USB-C a cada lado, un lector de tarjetas Micro SD y un puerto de auriculares. No hay más.
Un rendimiento consistente, pero de milagros nada
Para analizar el rendimiento de esta nueva configuración hemos realizado nuestro habitual conjunto de pruebas sintéticas. El modelo que hemos probado era la variante con pantalla táctil 4K+, un Core i7-1065G7, 16 GB de RAM, y 1 TB de SSD.
Haciendo uso de los datos que nos ofrecen tanto PCMark 8 como PCMark 10 y 3DMark en algunas de sus pruebas más relevantes podemos extraer conclusiones interesantes al comparar el Dell XPS 13 con otros portátiles analizados recientemente.
Dell XPS 13 (9300) (Core i7-1065G7) | Surface Laptop 3 (AMD Ryzen 5 3580U) | Acer Swift 5 (Core i5-8250U) | Lenovo ThinkBook (Core i5-8565U) | |
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PCmark 8 Home | 3.257 | 3.337 | 3.400 | 2.984 |
PCmark 8 Creative | 4.050 | 3.574 | 4.553 | 3.406 |
PCmark 10 | 4.297 | 4.014 | 3.398 | 3.673 |
3DMark Cloud Gate | 10.649 | 11.875 | 5.381 | 7.847 |
3DMark Ice Storm | 55.518 | 61,787 | 54.057 | 56.502 |
Los nuevos procesadores Intel Core de 10ª generación muestran que están preparados para dar un rendimiento decente, pero desde luego las diferencias con la anterior generación son menos relevantes de las que un podría pensar. El salto en prestaciones existe, pero la excusa para potenciales compradores no es probablemente esta.
El rendimiento de la GPU Intel Iris Plus integrada en ese SoC de Intel tampoco representa un salto demasiado notable respecto a otros modelos, y eso vuelve a demostrar que si queremos jugar mucho con nuestro portátil debemos pensar en un equipo con una gráfica dedicada, y no con una gráfica integrada.
Esa GPU del modelo analizado con el Core i7-1065G7 es una Iris Plus Graphics con 64 EU, el doble de las unidades de ejecución de los modelos inferiores, algo que es interesante para poder al menos disfrutar de títulos no muy exigentes sin ayuda.
Eso también se puede comprobar el valorar los resultados de otras pruebas sintéticas como GeekBench 5. En los Surface Latop 3 (basados en los Ryzen 5 personalizados) el resultado arrojado fue de 847 puntos en Single Core y 2.903 puntos en Multi Core. Con estos Dell XPS 13 llegamos a los 1.054 puntos en Single Core y 3.170 puntos en Multi Core respectivamente: las diferencias de nuevo no son demasiado significativas.
Estamos pues ante un equipo consistente pero en ningún caso diferencial en el rendimiento de su CPU o de su GPU. Sí se comportó especialmente bien la unidad de almacenamiento, que logró velocidades de lectura de 3.326 MB/s y de escritura de 2.248 MB/s, unas cifras excepcionales (sobre todo en escrituras) que hemos visto muy pocas veces incluso en equipos de escritorio.
Trabajando (y disfrutando) con el Dell XPS 13
Lo primero que sorprende del equipo es lo brillante que es la pantalla: la colaboración entre Dell y Sharp (y su tecnología IGZO) sigue dando excelentes resultados.
Nosotros hemos contado con el modelo con pantalla táctil y resolución 3.840 x 2.400, lo que dota a la interfaz visual de un nivel de detalle excelente. Esa resolución es incluso demasiada para esa diagonal, así que es casi obligatorio —a no ser que uno tenga vista de halcón o le guste trabajar con tipografías y elementos visuales diminutos— jugar con el escalado de la resolución, algo que Windows 10 permite hacer fácilmente desde la configuración de pantalla.
La calibración de la pantalla es también notable: quizás algo saturada, algo que unido al panel brillo —que no ayuda si hay reflejos exteriores, a pesar de la capa anti-reflejos del fabricante— hace que desde luego contemos con una experiencia visual estupenda con colores muy vivos.
A ello se le une esa herencia de las pantallas Infinity Display que en este modelo va aún a más. La respuesta táctil en pantalla es una interesante aliada para todo tipo de flujos de trabajo, y desde luego puede convertirse en una ayuda singular para desplazarse por la interfaz en lugar de usar el ratón o el teclado.
Como me suele ocurrir con esta capacidad, dotar al equipo de esta interfaz táctil y no poder girar la pantalla 360º como en portátiles convertibles confunde un poco. Hay modelos 2-en-1 de los Dell XPS 13 que sí ofrecían esa opción, pero el equipo que nos ocupa es un portátil puro con ángulos de inclinación de pantalla decentes pero no capaces de convertirlo en una tableta.
El botón de encendido que dobla como lector de huella dactilar se comporta de una forma singular: necesitaremos pulsarlo una vez para encender o despertar el equipo, pero además tendremos que pulsarlo una vez más para autenticarnos en la sesión gracias a la tecnología Windows Hello. Sería interesante poder unir esos dos gestos en uno, pero de momento no parece que Dell o Microsoft ofrezcan una opción que es la habitual en smartphones cuando presionamos (o más bien, presionábamos) los sensores de huella dactilar físicos.
El teclado, como adelantábamos, se comporta de forma excepcional desde hace generaciones, y esta no es la excepción. El mayor tamaño de las teclas (que ahora están más juntas debido a ello) hace aún más sencilla la pulsación de cualquiera de ellas.
Es muy fácil acostumbrarse al tacto y el recorrido de estas teclas, y lo mismo ocurre con el touchpad, con una respuesta rápida y eficaz tanto en desplazamiento como en el clic o en los gestos de desplazamiento. Unir esa interacción con la citada capacidad táctil de la pantalla hace que cambiar a de una a otra sea rápido y hasta natural según la situación en la que estemos.
La propuesta software también cumple con lo esperado: contamos con el sistema Windows 10 preinstalado, y en él tenemos algo de bloatware —Bubble Witch 3 Saga, March of Empires, Candy Crush Fiends, Spotify — pero también propuestas muy interesantes como el cliente Mobile Connect de Dell. Con esta herramienta podremos gestionar parte de las funciones de nuestro móvil (incluso con los iPhone) directamente desde este equipo, algo especialmente útil a la hora de recibir las notificaciones móviles en la pantalla del Dell XPS 13.
Hay otros elementos software con los que Dell trata de mejorar este apartado. En el portal software My Dell econtraremos información sobre el sistema, la garantía y varios tutoriales que nos enseñan a configurar ciertos apartados del equipo. Con otra de las utilidades, Dell Power Manager podremos establecer niveles de rendimiento y refrigeración específicas del hardware del equipo.
Hablábamos en el inicio de cómo las especificaciones de este equipo no son especialmente llamativas: los procesadores de 15 W de TDP permiten desde luego trabajar con soltura pero no son "bestias de proceso". Eso tiene esa desventaja del rendimiento si estamos buscando un equipo para tareas más intensivas, pero tiene al menos dos ventajas claras: el ruido y la temperatura.
Es difícil que los ventiladores del equipo se activen. En nuestras pruebas solo lo hicieron al someterlo a algunos benchmarks sintéticos intensivos como 3DMark o PCMark, y no de forma constante: está claro que el apartado de la refrigeración está muy bien resuelto en estos equipos, algo que de hecho Dell ha ido perfeccionando a lo largo de las distintas generaciones de los Dell XPS 13.
Estos componentes no especialmente ambiciosos contribuyen a otro apartado fundamental: el de la batería, que en nuestras sesiones de trabajo —repetimos, con el modelo con el Core i7 y pantalla con resolución superior a UHD— aguantó sin problemas algo más de ocho horas.
Hay que destacar también que esa pantalla resulta una aliada especialmente destacable al reproducir contenidos de vídeo. Esa resolución y el soporte HDR se unen a un sonido que cumple de forma sobrada a pesar de estar limitado por el diseño de un equipo realmente compacto. El disfrute de contenidos multimedia está por tanto asegurado en los nuevos Dell XPS 13.
A ese apartado se le suma la inclusión de dos pequeñas tomas de micrófono en el borde superior de la pantalla que están muy bien disimuladas —pasan desapercibidas— y que son también una ayuda importante en escenarios como el de la videoconferencia: la webcam ofrece una calidad bastante aceptable, pero la calidad del sonido que se captura con esos micrófonos es aún más llamativa.
Dell XPS 13 (9300), la opinión y nota de Xataka
Es difícil criticarle algo a un equipo como el Dell XPS 13: ya eran buenos, y ahora son aún mejores. Las decisiones que ha tomado el fabricante a la hora de renovar este equipo son acertadas en su totalidad: de repente tenemos reconocimiento facial, un teclado y un touchpad algo más grandes en un equipo compacto a más no poder, y una pantalla que gana enteros de una forma muy espcial.
Quizás la única pega esté en el apartado de la conectividad: no poder acceder al menos a un puerto USB-A es un poco decepcionante, pero parece que Dell, como otros fabricantes, quiere impulsar la transición al nuevo estándar. Cuesta acostumbrarse a eso cuando tantos periféricos que nos rodean siguen haciendo uso de conectores USB-A, pero al menos el adaptador USB-A a USB-C es un pequeño alivio para este hándicap del equipo.
El rendimiento de los nuevos Dell XPS 13 no es especialmente destacable, sobre todo cuando contamos con los nuevos procesadores de Intel. Uno esperaría avances más notables en este apartado, pero el equipo aquí se comporta de forma decente, aunque sin brillar especialmente. Es quizás uno de los pequeños peros que se le podrían poner a unos equipos que en este sentido no representan avances respecto a sus predecesores.
Aún así las virtudes de los Dell XPS 13 siguen maximizándose una vez más en esta nueva iteración: estamos ante equipos muy silenciosos, con un diseño que funciona en todos los sentidos (y que de hecho mejora gracias a la integración del nuevo teclado y touchpad), y con esa citada pantalla que es sin duda la mejora más destacable de esta nueva generación.
Estamos por tanto ante una propuesta que no sorprende, pero que quizás precisamente por eso sigue siendo consistente con una línea de portátiles que suelen ser toda una garantía para sus usuarios.
Resulta difícil no recomendarlos para todo aquel que busque un equipo de trabajo serio y eficiente, y aquí el precio no es desorbitado, sobre todo si vamos a una configuración más comedida (la que hemos probado se acerca a los 1.800 euros).
Así, el modelo estándar con pantalla 1080p no táctil, un Core i5, 8 GB de RAM y 256 GB de capacidad está a 1.199 euros: no es un chollo, pero desde luego estamos ante un equipo con una fabricación impecable y unas especificaciones que ofrecen garantías notables. Los Dell XPS 13 siguen siendo Dell XPS 13, al fin y al cabo.
8,75
A favor
- Diseño aún más compacto, sólido y consistente
- La pantalla gana aún más enteros y resolución vertical
- Silencioso y eficiente
En contra
- Pocas opciones de conectividad
- Echamos de menos una variante con procesadores de AMD
- Los nuevos procesadores no aportan una mejora sustancial
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