Los llaman 'bohrbugs': errores software tan raros que son casi imposible de ser aislados y replicados. Son raros y extraordinarios, y lo demuestra aquella situación en la que se encontró un usuario de OpenOffice: descubrió que a su impresora no le daba la gana de imprimir los martes.
En realidad había un motivo para ese problema, pero como suele suceder con estos singulares errores, encontrar la solución suele ser costoso, sobre todo teniendo en cuenta que suelen afectar a muy pocas personas en todo el mundo. Eso, claro, hace que estos bohrbugs (también conocidos como heisenburg, mandelbug, hindebug o shcrödinbug) sean tan especiales como peculiares.
Olvídate de imprimir los martes
La noticia comenzó a circular hace más de na década. En agosto de 2009 un usuario indicaba que se había encontrado con una historia en la que precisamente se narraba el problema. Un usuario trataba de trabajar en su PC con Ubuntu, en el cual usaba OpenOffice y una impresora Brother. Su mujer se le quejó: no podía imprimir los martes.
Resulta que el problema había afectado a algún usuario más, y uno creyó encontrar la respuesta: eliminar OpenOffice y volver a reinstalarlo. Parecía que todo volvía a funcionar, pero no lo hizo: **el problema volvió a aparecer el siguiente martes.
El análisis del problema acabó por hacer que se llegara a la solución. En aquel caso todo **se debía a una utilidad de los sistemas Unix y las distribuciones Linux llamada 'file' que permite identificar el tipo de fichero con el que trabaja el sistema.
Mozilla lo resolvió tras recibirse el registro del error, pero dejó para siempre ese peculiar título para el error "OOo no imprime los martes" (OOo por "OpenOffice.org", que era el nombre original de esa suite ofimática).
Maravillosos errores rarunos
Esos curiosos errores software han acabado siendo recopilados por un usuario alemán llamado Andreas Zwinkau, que en su sitio web tiene una lista en la que se pueden descubrir problemas informáticos de lo más bizarros.
Entre ellos está la historia de los correos electrónicos que no se podían enviar a distancias que superaran las 500 millas. Y es cierto, no se podían enviar más allá porque como descubrió el administrador de aquel sistema —que trabajaba con Sendmail 8— una actualización del sistema causó un downgrade del paquete que no tenía bien en cuenta un parámetro de la configuración de la nueva versión de sendmail. Aunque parezca mentira, eso impedía que por el timeout de 3 ms que estaba establecido se enviaran esos correos. Increíble.
Hay más historias locas. Dispositivos que parecían generar cientos de errores por culpa de un puero USB (o eso parecía). O aquellas Xbox con las que se probaban los primeros juegos y que de repente se quedaban fritas porque, atención, la luz del sol incidía de forma que las sobrecalentaba demasiado.
La colección de errores es singular porque se trata de errores reales, demostrados y que efectivamente parecían en sí mismos pequeños "expedientes x".
No lo eran, pero seguro que más de uno habrá experimentado una sensación similar al tratar de explicarse por qué algo de repente falla en cierta situación. Igual estáis ante uno de estos bohrbugs. Si es así, por cierto, podéis contactar con Zwinkau (@azwinkau), que gustosamente lo incluirá en su lista de errores raros y extraordinarios.