Los tablets buscan una nueva dimensión. Una señal de salvación que les ofrezca una salida ante esa clara desaceleración de ventas. Apple lo hizo con el iPad Pro siguiendo la estela de las Surface Pro de Microsoft, y ahora es Samsung la que ofrece una alternativa Android perfecta a las tablets "premium" de Apple con estas Samsung Galaxy Tab S3.
La reinvención de las Galaxy Tab S3 como dispositivos para producir y no solo para consumir es destacable, pero tras unos días trabajando con ella sigue siendo patente que ni el formato ni el sistema operativo están aún preparados para sustituir a un portátil o a un convertible Windows en toda regla si lo que buscas es producir.
Especificaciones más que dignas
Esta evolución del Samsung Galaxy Tab S2 que analizamos el año pasado deja claro lo mucho que avanza la tecnología en un año. Hay cambios relevantes tanto en el procesador como en la memoria o las cámaras integradas, que ganan enteros. Veamos esas especificaciones al detalle:
Samsung Galaxy Tab S3 (9,7") | |
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Pantalla | Super AMOLED de 9,7 pulgadas |
Resolución | 2.048 x 1.536 píxeles, 264 ppp |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 820 |
Procesador gráfico | Adreno 530 |
RAM | 4 GB RAM |
Memoria | 32 GB. Permite microSD hasta 256 GB |
Versión S.O. | Android 5.0.2 |
Conectividad | GPS + GLONASS, WiFi (802.11 a/b/g/n/ac), BT4.2, LTE, MHL 3.0, USB-C |
Cámaras | Trasera: 13 MP f/1.9. Frontal: 5 MP f/2.2 |
Dimensiones | 237,3 x 169 x 6 mm |
Peso | 429 g (versión WiFi) |
Batería | 6.000 mAh |
Precio oficial de salida | 679 euros para versión de 9,7 pulgadas. [Disponible en Amazon por 615 euros](https://www.amazon.es/Samsung-Galaxy-T820-negro-Tablet/dp/B06XBTJDLG/). |
Hay que destacar que este modelo incluye el S Pen, el lápiz/stylus que permite sacar todo el partido de unas funciones de escritura y dibujo que ya son famosas en estas tablets y también —desde luego— en los smartphones de la familia Galaxy Note.
Eso supone un punto muy atractivo para quienes orienten la compra a escenarios en los que tomar notas es clave, además del ahorro que supone no tener que gastar los 109 euros que cuesta por ejemplo el Apple Pencil en el iPad Pro.
En esas especificaciones podemos ver cómo la batería crece ligeramente a 6.000 mAh desde los 5.870 mAh del modelo anterior, y lo hace con unas dimensiones muy contenidas. El cargador cuenta con la tecnología Adaptative Fast Charging de Samsung, lo que permite completar la carga en tiempos asumibles.
Hay que destacar también ese componente diferencial de los dispositivos de Samsung: su pantalla Super AMOLED que en esta ocasión, por su fuera poco, ofrece soporte HDR10. Hablamos más adelante del impacto de esta tecnología en esta tablet.
Diseño: adiós al plástico, hola al cristal
No hay cambios llamativos en el formato de una tableta que también sigue la línea del iPad Pro en sus dimensiones: se trata de un dispositivo que cuenta con una pantalla de 9,7 pulgadas y que tiene unas dimensiones y peso prácticamente idénticas a las del iPad Pro, aunque en Samsung se empeñan en presumir de que es algo más delgada que la de Apple.
El debate es el mismo de siempre: no nos hubiera importado (como siempre) que fuera algo más gruesa e incluyera una batería de mayor capacidad, y nos preguntamos hasta dónde hubiera podido llegar Samsung en batería si en lugar de 6 mm de grosor hubiera llegado a los 7. El peso también se habría incrementado, claro, pero los beneficios en autonomía serían notables probablemente.
Aún así lo que destaca del diseño no es eso, sino una parte posterior que abandona el plástico del Tab S2 y se apunta al cristal. El efecto es desde luego llamativo visualmente.
Más elegante, más "premium" sin duda, pero no por ello mejor, sobre todo cuando el cristal no solo es el perfecto atrapahuellas, sino además vuelve a conferir esa sensación de fragilidad a un producto que es bastante más grande que un smartphone con estos materiales. Una funda se vuelve aquí casi indispensable si queremos evitar sustos, y eso hace precisamente que la razón de ser del cristal —al menos a nivel de diseño— se pierda.
En ese diseño destacan (como en el iPad Pro) esos cuatro altavoces que flanquean el dispositivo en sus bordes y que, eso sí, tendremos que tener cuidado de no tapar con las manos al cogerlo para que den esa calidad de sonido que busca Samsung. Como conectores contamos con un USB-C (novedad en esta familia) y el conector de auriculares, mientras que en uno de los laterales "largos" tenemos tanto el botón de encendido como los botones de volumen.
En el frontal, como era de esperar, vuelve el botón de inicio que se combina con el sensor de huella dactilar. Ese botón está flanqueado por los botones capacitivos tradicionales de Android, y es muy posible que la propia experiencia de uso de los tablets haga que la tendencia de las pantallas sin marcos nunca llegue a estos dipositivos, aun cuando Samsung ya ha demostrado de lo que es capaz en este sentido con los sorprendentes Galaxy S8/S8+.
Como en anteriores revisiones, en el otro lateral largo nos encontramos con el conector para el teclado propietario de Samsung, que es opcional y que no hemos podido probar. Ese periférico es precisamente clave para poder aprovechar el producto en toda su extensión, aunque nosotros hemos podido aprovechar un teclado Bluetooth para poder acercarnos a esa experiencia de "productividad total" que quiere ofrecer Samsung aunque el precio a pagar por ello sea mayor que el de la tableta como tal. Sin teclado, importante señalarlo, este producto pierde casi la mitad de su verdadero propósito.
La pantalla del Gaaxy Tab S3 preparada para ese futuro HDR
Como sucede con la mayoría de productos de la firma surcoreana, la pantalla es una de las características destacables de una tablet que vuelve a sorprender por la viveza de la imagen. EL truco de saturar colores sigue funcionándole a Samsung, que "nos engaña" un poco con esas tonalidades tan vivas y alegres que, la verdad, nos gusta disfrutar, sobre todo en contenidos de vídeo y en juegos.
La diferencia en este caso está en el soporte del estándar HDR10, algo que de momento no podremos aprovechar del todo. Servicios como Netflix o Amazon Prime Video comienzan a dar soporte a estos contenidos, pero las aplicaciones móviles aún no están preparadas para ello.
Nosotros probamos algunos vídeos de demostración de YouTube con esa opción y lo cierto es que la calidad de imagen es asombrosa. El brillo, el contraste y los colores ya era fantásticos en otras pantallas Super AMOLED de Samsung, pero esta opción les da aún más espectacularidad a todos esos contenidos, sobre todo si los productores de esos vídeos saben aprovecharla bien. La industria parece dirigida a aprovechar este tipo de tecnología, así que Samsung aquí ha acertado preparando su tablet para el futuro.
En esa experiencia multimedia también es relevante el papel de los altavoces, que como decíamos tendremos que tener cuidado de no tapar con las manos. El sonido que nos ofrecen es igualmente destacable, sin apenas distorsión incluso a volúmenes altos, algo que deja claro que si quieres disfrutar de series, películas o incluso música en esta tableta vas a poder hacerlo de forma sobresaliente.
Más allá del rendimiento: sensaciones con el Galaxy Tab S3
El Snapdragon 820 y la GPU Adreno 530 que son protagonistas de esta nueva iteración no son ya lo que eran en 2016, y eso se nota en unas pruebas de rendimiento en las que evidentemente los números son algo peores que los de sus competidores más modernos.
Aún así es evidente que ese SoC seguirá dando muchas alegrías a los usuarios, y lo importante, a pesar de las cifras, es que os quedéis con las conclusiones en el uso real: este Tab S3 tiene una fluidez sobresaliente en todo tipo de escenarios.
En AnTuTu hemos alcanzado los 142.563 puntos, una cifra destacable, mientras que en GeekBench 4 logramos 1.465 puntos en single-core y 4.090 en multi-core. La prueba gráfica de rigor, 3DMark Ice Storm Unlimited, arrojó una cifra de 20.965 puntos, mientras que en Vellamo 2.0 se alcanzaron los 4.502 puntos.
Es evidente que la contribución del procesador y de esos 4 GB de memoria contribuyen a estas buenas cifras, pero insistimos, hay competidores demasiado serios aquí (el Snapdragon 835, el actual Apple A10 y el futuro Apple A11 le ponen las cosas difíciles al Tab S3 o se las pondrán) que nos hacen no tener que contemplar ese rendimiento numérico con demasiada ambición en el terreno del rendimiento puro.
La batería tiene también un comportamiento destacable, con algo más de 7 horas y media en ese uso normal en el que de nuevo combinamos el consumo de contenidos (si solo ves vídeo la autonomía va aún más allá y pasa de las 10 horas) con la navegación web o la toma de fotos y vídeos. La carga de la batería desde cero hasta el 100%, eso sí, lleva casi tres horas incluso con la tecnología del Adaptative Fast Charger.
En el apartado del rendimiento de la cámara, por cierto, las noticias mejoran respecto al modelo anterior gracias a los dos sensores netamente superiores a los del Tab S2. Los 13 Mpíxeles f/1.9 de la cámara trasera y los 5 MP f/2.2 de la frontal ayudan mucho a poder tomar fotos muy decentes sobre todo si la luz es la adecuada. Si estamos en condiciones de baja luminosidad, eso sí, los resultados son menos llamativos.
Aquí también ayuda la herencia de los S7 y S8: el Tab S3 tiene la misma aplicación de cámara que hace que el control de las opciones y de las dos cámaras sea rápido, potente y eficiente. Es destacable una vez más comprobar el soporte 4K para la grabación de vídeo.
El irresistible S Pen vuelve a destacar
Si hay un elemento diferencial en los tablets de esta familia es el S Pen, que cobra aún más valor en estas diagonales y lo hace además con características llamativas frente a algunos competidores.
En especial frente al Apple Pencil de Apple, que como decíamos cuesta 109 euros y que además necesita recargarse periódicamente. El S Pen del Galaxy Tab S3 viene incluido con la tableta y además no necesitamos recargarlo.
EL diseño se ha estilizado: su diámetro es de 9,4 mm aunque no es completamente circular. Hay dos laterales ligeramente achatados que contribuyen a una mejor ergonomía. La punta, de 0,7 mm de grosor y de material de goma (en lugar del plástico de modelos anteriores) también hace que las sensaciones cuando escribimos o dibujamos sean más "realistas".
Aunque en ese diseño hay un clip, no hay sistemas de acople magnético como en algunos competidores, y solo si compramos la funda con teclado podremos encontrar un elemento de esa funda en la que precisamente se acopla el S Pen con su clip. Una lástima no haber dado solución nativa a esto, algo que desde luego hace que tengamos que tener cuidado para no perderlo
La experiencia de Samsung en estos escenarios vuelve a ser un grado. No solo podremos dibujar o tomar notas en aplicaciones específicas: el botón del S Pen sirve para activar Air Command, los accesos directos a funciones de anotación que permiten capturar regiones de pantalla para compartirlas y editarlas, escribir directamente en pantalla y, en suma, convertir este lápiz en un accesorio que poder usar en todo tipo de situaciones.
La calidad del S Pen queda patente cuando uno se pone a dibujar. Nosotros probamos con Autodesk SketchBook, ya que la utilidad incluida, Pen.UP, no deja hacer nada si uno no la asocia a una cuenta en redes sociales. En SketchBook pudimos comprobar cómo el reconocimiento de los niveles de presión es fantástico, como también la velocidad de reconocimiento del trazo: siempre existe un ligero retraso, pero este es muy corto en esta tablet y el S Pen.
Eso hace que la experiencia del dibujo y la toma de notas sea excelente con un producto que como otros competidores parece estar muy dirigida a artistas digitales que puedan sacar provecho de ella. Para la productividad pura estimamos que un teclado puede ser mucho más relevante, pero la inclusión del lápiz es sin duda interesante.
Un software y un formato que condicionan la productividad
Con una tablet que como la Galaxy Tab S3 tiene un coste elevado la pregunta es si realmente seremos capaces de aprovecharla para entornos de productividad. Es ahí donde Android 7.0 y este formato de dispositivo tratan de superar nuestro examen. ¿Lo consiguen? La respuesta corta es, sencillamente, que no.
No lo hacen por dos barreras importantes. La primera, la propia concepción de Android, aún muy enfocado a entornos móviles y a aplicaciones maximizadas. La gestión de tareas existe, el soporte de pantalla dividida también, pero ni la experiencia de usuario ni la operativa con este entorno es tan natural o rápida como con un entorno de escritorio.
Es cierto que podremos hacer buena parte de lo que hacemos en un portátil convencional, pero incluso acostumbrándonos a esta forma de trabajar —porque hay que acostumbrarse a ella— nuestra sensación es que será difícil que el flujo sea más eficiente que en un portátil al uso.
A esa sensación contribuye el hecho de que esta pantalla con ratio 3:2 tampoco ayuda a trabajar con pantalla dividida. Aquí los fabricantes de tablets deberían revisar sus argumentos para defender un formato que parece mucho más adecuado para tener una única aplicación maximizada en pantalla. Resulta curioso que este tipo de diseño sea el habitual en tablets, cuando en móviles comenzamos a ver cómo las pantallas "ultrapanorámicas" del LG G6 o el Galaxy S8/S8+ demuestran querer ir más allá en ese sentido.
En el ámbito del software nos encontramos con la capa Touchwiz tradicional de los dispositivos móviles. En Android 7.0 Nougat esa capa no molesta demasiado, y en realidad la fluidez y experiencia ofrecida por Samsung es destacable. Como de costumbre nos encontramos con algo de bloatware —no nos convence esa presencia por defecto del Briefing de Flipboard al desplazarnos desde el escritorio principal hacia la izquierda—, pero en este apartado no hay tampoco nada especialmente grave.
Samsung Galaxy Tab S3, la opinión y nota de Xataka
La renovación del modelo del año pasado es desde luego acertada, y como decíamos entonces, el Galaxy Tab S3 no es un mal dispositivo ni mucho menos. Su diseño, construcción y especificaciones son notables, pero aquí lo que falla es su ambición en materia de productividad.
Si lo que buscais en una tablet es mucho más ese consumo de contenidos y el diseño gráfico o la toma de notas, el Tab S3 será desde luego es un candidato estupendo. Pocas fisuras en ambos terrenos, sobre todo con ese soporte HDR10 que lo prepara para el futuro y también con un S Pen que brilla con luz propia.
Sin embargo la ambición de Samsung parece la de competir directamente con el iPad Pro y con los convertibles puros basados en Windows. Aquí es donde tanto el producto de Apple como todos los tablets Android se quedan cortos, porque iOS y Android, con sus luces, tienen sombras importantes en el ámbito de la productividad.
El Tab S3 no es una excepción, y si vais a pasar más tiempo produciendo que consumiendo os recomendamos optar por algún convertible basado en Windows 10. Sobre todo teniendo en cuenta que el teclado del Galaxy Tab S3 supone un coste adicional y que por ese precio conjunto (o quizás algo más) vais a tener acceso a productos más versátiles que dejan claro que ni Android ni iOS están todavía ahí. Se están acercando, sí, pero siguen sin poder competir de tú a tú con la experiencia de las plataformas de escritorio puras.
8,5
A favor
- Una pantalla excepcional que espera a más contenidos HDR
- Ligero y compacto, bienvenido USB-C
- El S Pen se comporta mejor que nunca en este Tab S3
- Autonomía de notable alto, carga no tan destacable
- Las cámaras mejoran mucho respecto al modelo anterior
En contra
- El formato 3:2 vuelve a plantear dudas, sobre todo en el modo multiventana
- Sin el teclado esta propuesta se queda coja
- La productividad está condicionada por el formato y por el propio Android
- Por este precio si quieres productividad deberías considerar un convertible basado Windows
El tablet ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas