Parte importante del encanto perdurable del CES es su capacidad de asombrar. En un momento estás viendo televisores y neveras y, al siguiente, hay un show de porristas robots o un dron en forma de tiburón.
Quiero decir, es el exactamente el lugar en el que esperarías ver un prototipo completamente funcional y a gran escala de un verdadero auto volador. Y eso es lo que afirma haber conseguido Aska.
Aska A5
La compañía estadounidense reveló en el show de Las Vegas su Aska A5, un auto volador eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), que se propone transformar la forma en que las personas se mueven en nuestras ciudades.
Por años, compañías como AeroMobil, PAL-V y Urban Aeronautics han trabajado en el desarrollo de autos voladores eVTOL. Cuando comenzó a hablar en público de su eVTOL, a mediados de 2021, todo lo que Aska tenía para mostrar era una maqueta.
2021: Grandes ambiciones.
Ese ya no es el caso. Con su ASKA A5 quiere ubicarse en el top de esa lista con lo que describe como el primer vehículo eléctrico volador de cuatro plazas del mundo. Del tamaño de un SUV, este prototipo funcional tiene un alcance por carga de hasta 400 kilómetros en vuelo y en la carretera.
Según Guy Kaplinsky, cofundador y CEO de ASKA, el A5 es un vehículo dirigido a los consumidores, pero con enormes posibilidades comerciales para su uso en servicios militares, de respuesta a emergencias y de movilidad compartida. La firma, de hecho, trabaja para implementar un servicio on-demand, que espera comience a operar en 2026.
Aska en Las Vegas
¿Cómo funciona?
Cuando está en modo de conducción, el Aska A5 tiene tecnología de motor en las ruedas, lo que permite que las cuatro ruedas se monten fuera del fuselaje, lo que es ventajoso desde el punto de vista aerodinámico y ayuda a preservar espacio interno para los cuatro pasajeros.
A volar
De otro lado, cuando el vehículo está en modo de vuelo, sus seis alas de rotor se extienden, lo que le permite tanto despegar verticalmente como realizar despegues de pista estándar. Cada rotor basculante se utiliza para el control de la altura y dirección general del vehículo.
ASKA tiene dos opciones de despegue: el primero, ciertamente el más conveniente, es un despegue y aterrizaje vertical (VTOL) desde un área pequeña, como un helipuerto. Pero si usted va a despegar desde un espacio abierto en el que pueda acondicionar una pista, el segundo modo de despegue, similar al de una avioneta, promete reducir considerablemente el consumo de energía del vehículo.
Lamentablemente, el salto tecnológico que supone la existencia de este carro volador viene de la mano con un precio igualmente impresionante. Quienes opten por adquirirlo en la preventa, deben estar listos para pagar una factura de 789.000 dólares o, lo que es lo mismo, 3.870 millones de pesos colombianos al cambio actual. Eso es suficiente para comprar tres Porsche 911 del año 2023.