Hay quien tiene claro que los coches voladores serán una de las alternativas del transporte privado próximamente, y Larry Page, co-fundador de Google, es uno de ellos. Invirtió 100 millones de dólares en dos startups (Zee.Aero y Kitty Hawk) dedicadas a este campo, y ya ha podido ver los primeros frutos de su inversión.
El llamado Kitty Hawk Flyer es por ahora una especie de "hidro-drone" gigante con capacidad para una persona y que destaca por dos cosas: la primera, que es totalmente eléctrico. La segunda, que en esta fase de su desarrollo está diseñado para usar en el agua, como los hidroaviones, pero no hará necesaria una licencia de piloto.
Volando voy, volando vengo
Los responsables de esta empresa presidida por Sebastian Thrun —conocido experto en coches autónomos— ya han publicado el primer vídeo de esta singular aeronave en acción, y en él se puede ver el aspecto y funcionamiento preliminar de un vehículo que como se puede ver, efectivamente, vuela.
De momento no se conocen los detalles del precio y fecha estimada de venta de estas aeronaves, aunque la empresa ya ha creado una lista de espera prioritaria en la que los miembros tendrán que pagar 100 dólares para acceder a eventos y a pruebas en simuladores de vuelo.
Esos "socios" se podrán ahorrar además 2.000 dólares del precio final de venta, y algo importante: no hay planes de distribución de los Kitty Hawk Flyer —como indican en The New York Times, este es tan solo uno de los prototipos en desarrollo— fuera de Estados Unidos.
Vía | The New York Times
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