El Cristo Redentor es un monumento imposible de pasar por alto en medio del paisaje de la ciudad de Río de Janeiro de Brasil, y ahora en Colombia fue inaugurada una versión paisa de esta estatua, gracias al uso de nuevas tecnologías como es el caso de la impresión 3D.
Recordemos que este método que consiste en crear objetos depositando capas de material unas sobre otras, permite replicar estructuras a escala con una gran precisión y detalle, debido a que se escanea la estatua original para crear un modelo digital tridimensional lo más fiel posible a la realidad y finalmente se carga en una impresora 3D, esta construye la réplica capa por capa.
Este Cristo paisa, que con sus 11 metros de altura ya se impone como la escultura hecha en impresión 3D más grande de Latinoamérica, lo hace en la ciudad de Medellín, específicamente en la comuna 13, una zona que en la última década ha emergido como un símbolo de resiliencia y desarrollo cultural.
Por qué la obra rescata la tradición antioqueña
Esta versión del Cristo Redentor paisa no solo impacta por su tamaño récord, sino también por los elementos culturales que lo distinguen.
La escultura incorpora un carriel, símbolo tradicional antioqueño, y una bandera de Colombia alrededor del cuello, en homenaje a las raíces paisas y a la identidad nacional.
Mientras que su ubicación en el segundo descanso de las emblemáticas escaleras eléctricas de San Javier, resalta su papel como un punto de encuentro entre la historia local y promete consolidarlo como una parada esencial en el famoso Graffiti Tour de la comuna 13.
Cómo fue el proceso de construcción
La construcción de esta obra fue liderada por el equipo de D3 House y un grupo de colaboradores del Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM), empresas privadas y artistas locales.
El proceso destacó por su enfoque en la sostenibilidad, utilizando ácido poliláctico (PLA), un material biodegradable derivado del maíz. Este componente se eligió como una alternativa ecológica al icopor, reafirmando el compromiso del proyecto con la economía circular y la reducción del impacto ambiental.
El monumento fue ensamblado a partir de más de 1.700 piezas impresas en un taller ubicado en La Estrella, municipio del Valle de Aburrá. Para garantizar su resistencia y longevidad, las piezas fueron reforzadas con fibra de vidrio y resina.
Este detallado proceso de fabricación, que se completó en aproximadamente seis semanas, involucró a más de 40 personas que aportaron su experiencia en ingeniería, diseño y arte.
La instalación del Cristo Redentor Paisa es más que un atractivo visual; representa una apuesta por el desarrollo económico y social de la comuna 13. Las autoridades locales proyectan un aumento del 10% en el número de turistas que visitan anualmente la zona.
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