La protección de nuestra privacidad es una tarea cada vez más compleja para la mayoría de los usuarios, pero la cosa se vuelve especialmente delicada en la industria periodística, y sobre todo en la que está dedicada a la creación de documentales de investigación con información sensible.
Laura Poitras lo sabe bien. La responsable del documental 'Citizenfour' captó en su cámara la odisea que atravesó Edward Snowden antes y durante la filtración de los documentos que desvelaban las operaciones de espionaje masivo de la NSA. Todo lo que grababa en cámaras estaba expuesto, y por eso esta cineasta se ha unido a otros 150 productores para pedir a Canon y Nikon y otras marcas que ofrezcan cifrado en sus cámaras.
Lo que grabas, más a salvo que nunca
Este grupo de periodistas y productores especializados en el cine documental han firmado una carta abierta en nombre de la ONG Freedom of the Press Foundation en la cual se dirigen a Canon, Nikon, Olympus, Sony, Fuji, Kodak y Ricoh.
La petición es clara: esperan que añaden la capacidad de que las fotos y vídeos que se capturan con sus dispositivos puedan quedar cifradas en las tarjetas de memoria. De ese modo, aseguran, ningún ladrón o policía podría acceder a esas grabaciones al sustraerles las cámaras.
Los cineastas aseguran que "trabajamos en algunas de las partes más peligrosas del mundo, a menudo intentando desvelar hechos delictivos en pos de la justicia. En innumerables ocasiones los directores y fotógrafos han visto cómo sus metrajes acaban decomisados por gobiernos autoritarios o por criminales".
Aunque ha habido intentos de terceras partes por ofrecer dicha opción —Magic Lantern lo hace para cámaras Canon— de momento estas opciones son experimentales y no están soportadas oficialmente por estos fabricantes de cámaras, que ahora tienen buenas razones para diferenciarse con una opción que sin duda añadirá una capa de privacidad a sus dispositivos.
Vía | Wired
Más información | FPF
En Xataka | Aunque no tengas nada que esconder, quizás estaría bien esconderlo